Despertó bruscamente de su sueño y corrió directo al espejo del baño. Notó que su cuerpo había cambiado en el transcurso de la noche. Tenía pánico. Observó sus ojerosos ojos y su nariz desproporcionada. Lucían igual que ayer. Abrió la boca chimuela y constató que los dientes sobrevivientes seguían en su lugar. No le faltaban dedos y su rodilla seguía tiesa y morada. Los granos en la espalda y el vello en las orejas tampoco habían desaparecido. De la frente despoblada no había crecido cabello y su putrefacto hedor corporal seguía dejando una estela de muerte. Al parecer ningún cambio notable. Sus 1.53 de estatura y su escaso pene de 8 cm no habían variado. Tampoco la molesta congestión ni los cayos inhumanos en los pies.
Todo seguía igual. Eso lo aterró más.
Texto agregado el 26-11-2009, y leído por 348
visitantes. (7 votos)
Lectores Opinan
12-12-2009
Por esta basura anadas regando los libros de vistas suplcando que te lean. Lastimoso tu caso hombrecito. Zambombo riverdelpuerto
07-12-2009
el infeliz de zambombo escribió en mi libro de visitas: "hola resentido de mierda", jajajaja... pobre infeliz riverdelpuerto