TESOROS OCULTOS
Me puse con la aspiradora, el miércoles es el mejor día para poner a punto la casa, en el resto de las jornadas mi tiempo está agotado. Aún así, esa mañana, cuando comencé en el salón se pasó por mi mente mirar para otro lado, dejando sin explorar los bajos del sillón. Un segundo más tarde, me imaginaba la estancia limpia pero a lo largo de la tarde la suciedad comenzaría a colonizar tierras ajenas y todo mi trabajo habría sido en balde, lo que es peor, pasaría inadvertido. Así que convencida, retiré el sillón e hice lo que debía de hacer. Me imaginé, mientras limpiaba, que cada una de las pelusas encontradas sería un secreto a esconder, una mentira a ocultar, que difícil pensé, siempre acaban asomándose, provocando un cosquilleo en nuestras narices.
ZAPATOS
Se presentó como abogado laboralista, mi mente comenzó a imaginárselo encabezando manifestaciones por los derechos de los agricultores, de los trabajadores de alguna Planta de fabricación de automóviles o defendiendo a alguna mujer del acoso de su decrépito jefe. A medida que empezó la exposición intentaba encajarlo en el perfecto molde que había construido para él, pero por mucho que me esforzase sus palabras escapaban de mi patrón; poco a poco se iban adaptando perfectamente a la forma de sus impecables y carísimos zapatos de marca que asomaban enfrente de mi por debajo de la mesa. |