Se levanta de la comodidad de su sillón y abre el refrigerador. Primero coloca un trozo de pan. Luego unta mayonesa y un poco de mostaza. Jamón, lechuga, jitomate, queso blanco y manchego y trocitos de nuez. Pone encima otro pedazo de pan, pela un par de mandarinas y concluye su labor culinaria licuando un plátano con leche. Un gran desayuno. “No hay persona más sana en este mundo que yo”, piensa Aranza mientras regresa a la comodidad de su sillón a terminar de acuchillar a su indefenso gato.
Texto agregado el 25-11-2009, y leído por 262
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Lectores Opinan
12-12-2009
Por esta basura anadas regando los libros de vistas suplcando que te lean. Lastimoso tu caso hombrecito. Zambombo riverdelpuerto