Un recuerdo
Hoy te voy a contar una historia , esta cargada de tiempo y de recuerdos ; tiene costras de escarchas silvestres ; no camina sobre la literatura ni la sintaxis , pero viene revestida de la piel dulce de la vida .
Hoy estuve bajo la noche , bajo el Liquidambar , a mil kilómetros de mi infancia , sin embargo , vino muy cerca mío, a saludarme , el profundo verde de las aguas del Lirquén , aquel Río de aguas verde . Iba yo, abriendo con mis brazos su perfume claro , de moléculas transparentes y también, me iba haciendo agua, mientras bajaba cayendo desde lo alto de un barranco a su mundo líquido de fondo pedregoso ..Los Robles me miraban con sus cientos de pequeñitos ojos silvestres , y el agua se abría salpicando blancos cuerpos de agua en movimiento.
Luego esta historia abrió repentinamente las puertas a otra realidad. Allí , posado sobre un sillón , muy cómodo , estaba sentado mi hermano , estaba leyendo un libro y noté , que parecía estarlo disfrutando , dado su atenta mirada sobre la página que tenía abierta .Había una ventana a su izquierda y estaba abierta y se calaba por ahí, el aire fragante y puro de la mañana ; sobre su rodilla caía el cuerpo luminoso de un pequeño trozo de sol que iluminaba su pantalón .Mil años estaban danzando en ese haz de luz antiguo y bello.. Pero , algo ocurrió allí, justo cuando yo miraba su rodilla , donde su pantalón hacía un pequeño doblez dando una sensación de hinchazón a su rodilla.
La mañana era radiante, bello el cielo azul y sobre las flores blancas del ciruelo , uno podía ver una abejita rubia ronroneando la mañana en rápidos movimiento de sus alitas .
Lo que ocurrió allí , mientras mi hermano leía , no era del presente como me pareció hace un rato , porque yo no venía caminando desde el Liquidámbar , de esto me di cuenta , porque cuando bajé la mirada para ver mis zapatos, los que eran negros y raídos , ellos no tenían aspecto de ser del año 2007 .Estaban cargados de antigüedad y parecían botas deslustradas y gastadas , también parecían cansadas , porque las botas , también se cansan, cuando uno las camina durante muchos kilómetros .
Entonces ,bajé por las escaleras del tiempo , para recordar un momento similar a éste , pero sólo pude encontrar pasto y vacas en mi pasado de campesino simple .Nunca vi un libro ni tampoco pude encontrarme , a pesar de buscar bastante, con un hermano leyendo cerca de una ventana y afuera ronroneando una abejita de abdomen rubio y de anillados oscuros . Pero en esta historia todo estuvo allí en un segundo de la vida .
Cuando mi hermano dejó el libro sobre la mesita ,que estaba cerca del sillón , noté que su rostro tenía un parecido a muchos rostros y su sonrisa parecía decir que tenía una pena escondida en su corazón , aun en esa paz matinal .
Si pudiera , tan sólo poder disfrutar un minuto en el día ,de esta vida que me rodea , hermano , creo que podría ser feliz, me dijo .No sé por que no puedo hacerlo ¡.
Era bella la mañana , realmente bella y yo no supe decirle nada , porque , en ese segundo, sus palabras se fueron enredando en amasijo oscuro y alargado, junto a la placidez radiante del haz de luz que descansaba sobre su rodilla .
Quizás , pude pensar , que nosotros , aun , en las entrañas de la felicidad, elegimos ser tristes .Pero no pude decirle nada ,porque él después de dejar su libro , se incorporó y caminó lentamente hacia mi y mientras se acercaba, pude ver sus ojos café con ese fondo claro y luminoso parecido a las hojas de otoño cuando cubren la superficie de un lago . Siguió caminando y su figura humana su fue elevando hasta pasar sobre mi cuerpo pequeñito .No lo pude ver más ¡
Después , sólo había en la sala un recuerdo
.Miré el ciruelo con sus pétalos blancos, la abejita seguía libando el néctar para su vida , pero de pronto , tampoco estuvieron ahí ¡
La noche afuera era fría y oscura de invierno ventoso .El Liquidámbar se quedó silencioso como todas las noches , tampoco para él estaban sus hojas danzarinas y juguetonas , porque era invierno ventoso.
Dónde está ese límite entre el pasado y el presente , dónde el brillo de un recuerdo nos toca la sensibilidad y nos deja quietos viviendo una plena felicidad .Es presente o es pasado , es real o es imaginado .
No podía entender aun lo que había vivido hace un rato a pesar que eso puede ocurrir todo los día .Más aun, cuanto más solo se está , es decir mientras más cerca se encuentra uno con la realidad cotidiana , con el canto de los gallos , con el malestar cotidiano de los individuos que se suelen ver pasar en la ciudad dolida .Esto ocurre a cada rato.
Mi hermano siempre va por allí abriendo su mente a los elementos que son parte de su vida . Muchas veces , cuando éramos adolescentes , le daba por pensar , que vivir era tener un sentimiento vivo y duradero de tranquilidad espiritual, donde cada cosa y cada individuo son una fuerza diferente y hasta divina Pero sin embargo, era difícil encontrar una realidad así ,es más, le parecía que cada cosa , que todo individuo estaba desprovisto de esencia ; que no vivían ni eran parte de fuerzas y poderes extraordinarios ,como esa fuerza del viento o de aquella abejita que libaba en sus recuerdos .
El tampoco era eso , era simplemente un ser cotidiano lleno de amarguras y complejos propios de su época . Guardó en su bolsillo, un papel que había escrito. Se echó para atrás y se puso a pensar en su vida .Allí encontró lindos recuerdos
S En sus recuerdos e veía subiendo algo cansado y llevaba una barba crecida , pero sólo de algunos días .
La pendiente del cerro era pesada para sus años , dio un último impulso y ya estuvo sobre la cumbre más alta del terruño que era de él , nadie podía venir hasta allí para arrebatarle ese silencio ; su perro también era viejo , pero no tuvo problemas en llegar a la cumbre . Cuando estuvo en lo alto se sentó, estiró ambas piernas y lentamente fue arremangando el pantalón hasta llevarlo a la altura de las rodillas .Sus piernas blancas , aun mostraban unos músculos fuertes , pero sin embargo él no sintió correr aquella energía que antes parecía salírsele de las venas y de sus pantorrillas .
Abajo, a lo lejos , los cerros y los valles estaban descansando la tarde ; todo era movimiento de silvestres contornos , luces y sombras dibujaban siluetas gigantes que a veces eran atravesadas por el lejano planeo de un Jote .El cerro mudaba sus árboles por ese verdor quieto del pasto cuando su cuerpo boscoso se transformaba entonces , en planicie .Allí pastaban algunas vacas .Se veían algunas claveles y otras pampas , los terneritos corrías levantando sus colas a la vez que lanzabas patadas . El río , verde , profundo y refrescante , bajaba lentamente casi quieto ,
El hermano ,en sus recuerdos, veía todo esto desde la cumbre de su cerro .El silencio vagaba por su mente, alargando con desidia las horas allá en la cumbre .
El viento tibio de la tarde le bajó los párpados a su perro. El hombre se tiró sobre el pasto mirando el cielo azul , el cansancio se fue de su piel , estaba fresco ,otra vez, lo que ayudó para que se quedara dormido , pero en realidad sólo descansaba escuchando los ruidos que venías de todas partes .
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