Ricardo Heredia
SEÑOR OSO

Señor Oso. Anoche tuve un sueño muy feo, soñaba que me quedaba sola en un bosque como el de Hansel y Gretel. Mi tío Eduardo a veces nos lee cuentos cuando mi mamá le pide el favor de que se quede con nosotras. A ella le toca muy duro. Un día de estos voy a llamar a su trabajo y le digo unas cuantas cosas a su jefe, aunque tenga que pedirle el favor a la bruja que no alquiló la pieza.
Desde que nos mudamos aquí, mi hermanita y yo solo tenemos los libros que nos leía mi papá a la hora de dormir. Yo se los leo con dificultad a la chicqui, como le decía mi papá, y así nos entretenernos. A mi hermanita le gusta mucho ver tele pero a veces ni eso podemos hacer. La malvada bruja que le quita la plata a mi mamá todos los meses nos dice que nos pongamos a leer, que la energía llega muy cara. Si no le hacemos caso mi mamá nos regaña muy fuerte y nos pega con lo que encuentre. También nos echa la culpa de estar trasteándonos de casa a cada rato.
Yo la entiendo y le digo a mi hermanita que nos vayamos a leer. En un rincón de la pieza tenemos un pupitre que mi papá me regaló cuando cumplí 7 años. Ese tiempo era muy bonito teníamos un cuarto para nosotras dos, una cama para cada una, muñecos por todo lado. Ahora tenemos que dormir todas en una cama. Hay días en que sueño que estoy navegando en un barco muy pequeño y hay mucha lluvia. Al otro día me levanto asustada y mojada porque a mi hermanita se le ocurrió orinarse en la cama.
Mamá dice que los sueños nos llevan a otros mundos más agradables, por eso me da pena contarle los míos que no son tan bonitos. A veces pienso que cuando estábamos con mi papá vivíamos en un sueño y que mi mamá nos despertó. Sí, una vez después de mi cumpleaños oí decir a mi papá que gracias a mi mamá esto se había acabado, que se había despertado tarde de un sueño y que lo que vivía ahora era una pesadilla. Después de eso no lo volvimos a ver. Usted sabe algo señor oso.
Si lo contrario a un sueño es una pesadilla yo tengo una todas las noches. Después de lo de mi papá, ella nos dijo que teníamos que ser fuertes, aunque muchas veces la veía llorando. Cuando yo lloraba mi papá me consolaba con algún chiste o cara fea que hacía y me decía que quería ser mi amigo y que sin importar nada en el mundo estaría ahí para ayudarme. Hace mucho tiempo lo necesito, necesito su ayuda porque ya no puedo hablar ni con mi mamá.
Por eso creo que ella a veces busca consuelo también. En esos días puedo salir a la calle y jugar un buen rato antes de que salga del cuarto algunos de los amigos de mi mamá. Ninguno me cae bien mi mamá los trata como a mi papá y ellos quieren parecerse a él. Me da rabia cuando mi hermanita les recibe dulces. Mamá dice que tiene que rehacer su vida y que vamos a tener que adaptarnos a que la veamos con novio. No entiendo esa palabra. La maestra dice que algunas palabras tienen sinónimos, pero no me atrevo a preguntarle si novio es sinónimo de papá. Los príncipes se casan con las princesas y viven felices para siempre. Ni mi papá ni mi mamá se parecen a ellos. Pero yo si soy una princesa, mi papá lo decía.
Mamá nos ha presentado ya a tres novios pero el último no hizo buena cara cuando nos vio. Esa noche, cuando mi hermanita les dañó con un color amarillo y sin punta un globo que guardaba en el cajón, mamá le dio muchas palmadas. Su cara estaba tan arrugada por la rabia que llegó a parecerse a la de Úrsula cuando le quitaba la voz a la sirenita. Mi hermanita se puso morada. Mamá se había equivocado, lo supe cuando asustada me pidió un vaso de agua para mi hermanita.
Dentro de unos días cumpliré 8 años y creo que mi mamá nos tiene una sorpresa. El único regalo que pido es que mi papá vuelva y nos abrace como antes. Cuando leas esto señor oso podrás salir sin que mamá te guarde otra vez. A papá no le molesta que tú estés conmigo. Creo que todo va bien pues mamá nos dejo una nota.
“Mis niñas van a estar mejor ahora”. Las quiere su mami”
Tal vez se fue a buscar a papá desde hace varios días no la vemos. La señora de la casa llamó al tío Eduardo. Dijo que vendría por nosotras. Tengo mucho miedo de que mi mamá no encuentre a mi papá.