Desearía que no lloviera, para que mis pies no se mojaran, pero si dejara de llover la tierra se secaría y los animales y las plantas se morirían. Desearía que fuera parte de mis decisiones el tener que caminar para poder llegar a la escuela, pero si tuviera dinero suficiente para comprar un auto, o pagar el precio de la bencina, e incluso, tener dinero para poder pagar el pasaje del autobús, no lo gastaría en contaminar el aire que respiro y usaría ese dinero para poder comprar pan fresco todos los días, o margarina, o comprar un poco de carne. La verdad es que desearía poder hacer dieta por mi propia convicción y no por que el refrigerador esta vacío. Desearía también poder ir a dormir por propia voluntad y no por que hace frío y desearía poder ir a la escuela como parte de lo que quiero en mi vida y no porque es algo que se espera que haga.
Existen muchas cosas que deseo y he aprendido que cada vez que uno desea algo ocurren tres cosas, lo primero es que no se cumpla y se destrocen tus esperanzas, lo segundo es que se le quite a alguien más aquello que has deseado y finalmente ocurre que aquello que has deseado no era aquello que realmente querías. Por ello, si me preguntaran, la verdad es que no hay nada que particularmente desee más que la oportunidad de poder cuidar a quienes amo después de haber muerto.