Le dijo que era mentira, que la disculpara, que era la última vez que lo haría y que jamás volvería a hacerlo. Pero el orgullo le dolía más que el ojo morado.
Ella no le creyó y cuando él hubo entrado al baño, esperó a escuchar correr el agua de la ducha, empezó a cantar un vallenato, coincidentemente el mismo que había escuchado en el taxi de regreso a casa.
Recogió del suelo el pantalón, metió rapidamente las manos en los bolsillos, no había nada. Dió una rápida mirada alrededor y en el velador vió la billetera. La tomó, abrió con cuidado y sin mover nada de su lugar, registró con astucia de detective. _ ¿Necesitas algo amor?, gritó, sentada en la cama con la billetera en las manos. - !No mi amor gracias! se escuchó como respuesta desde el baño.
De pronto lo encontró. Alli estaba el cheque, con la suma impresionante que había recibido por la venta de la casa, firmado, endosado, listo para cambiarlo.
Ella lo tomó, abrió el armario, sacó la maleta previamente lista y sonrió al espejo..¡.ja, hijo de puta!, asi que no te habían dado el dinero eh?
-Amor, ya regreso, voy al super a comprarte algo rico para comer,mi cielito.
-Vaya mi amor, vaya. Duermo una siesta y luego cenamos, se escuchó desde atrás de la puerta.
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