NO es una frase dicha en una canción,ni un gesto de rebeldía mal entendido,ni siquiera una forma más de tocar las narices...es,simplemente,una actitud real y firme que se aparece una vez más en la trilogía de una vida llena de piedras a tamaño de roca.Loca por incordiar a ese alguien o alguienes que se proponen dejarte en mal lugar,tirada en la cuneta y colgado el San Benito...formando parte de una parte de la historia de tu propia vida que ni tu misma reconoces,por que es una mentira de las voces que acostumbran a comer de los rumores.
Ese daño que se mete en las carnes,que se huele en las palabras que bailan a tu alrededor desde las voces que mejor conoces,pero que ya no saben de que forma definirte...ese mal vestido para matarte,y aniquilar la poca humanidad que se te permite tener...con los bolsillos llenos de vacío sólo se le confía al tiempo que haga de justicia universal.Los sentimientos que antes eran de rosas y risas...todo sonando a las mil y una noches de felicidad nunca contenida,desafiando a la vida desde un pedestal sin distáncias...qué bonito,amiga...qué lejos de la realidad parecía que saltaban nuestras combas del cocherito leré.
Incordiar al intruso que se cuela en el alma para convencerte de lo contrario,dejándote llevar por la brisa que entona ciertos cantos de sirena,de esas que viven en el mar,y que oyes cada día en la mañana y en la noche,y que te hace sonreir por que no hay nada de lo que tener miedo...no hay peligro de muerte,ni alta tensión que evitar.
Definitivamente claudico ante la evidencia de sentirme más mala de lo que se me pinta en el bodegón de mi vida...mírame con esos ojos que nunca fueron tuyos y serás para siempre un cadáver en mi memoria.