Hoy te pido que resistas.
Resiste, resiste!
Que lo bueno siempre llega
Aquí es primavera, pero la cosa está adentro del corazón.
Después de olvidar mi nombre y el nombre de mi origen; luego de haberme pensado como algo erróneo y haberme condenado a una soledad perpetua, oí contra las paredes de mi celda de presuntos valores la carga definitiva, tierna, vibrante, de la primavera.
La de mi corazón.
No la del tiempo.
Texto agregado el 22-11-2009, y leído por 258
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Execelnte texto. Muy buena la alegoría a esa celda de presuntos valores. ¡Cuántos de nosotros vivimos en ellas! Felicitaciones y me alegro por esa nueva primavera.***** avjota
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