Capitulo 2: Una Navidad inolvidable:
- no puedo creer – dije emocionado – dentro de pronto vendrá papa noel y nos traerá regalos - estaba mirando el árbol que teníamos un gran árbol verde adornado en todos lados.
- si hijo – me dijo mi madre que en ese entonces era una mujer joven es resplandeciente. Tenia tan solo 30 años y su cabello era largo hasta las hombros y morocho, mi padre la había abandonado cuando había quedado embarazada de mi, ella nunca hablaba de ello.
Claudio era rubio, con pelo corto y creído, era alto para su corta edad.
Yo en ese entonces era morocho como mi madre, y de cuerpo chico, también era muy callado si me encontraba con gente reunida.
- si pero si has sido un chico malo papa noel te traerá un trozo de carbón – me dijo Claudio bien acerca mío para que mi madre no lo oyera, yo comenze a llorar.
- ¿qué ocurre hermano estas bien? – me pregunto Claudio acercándose a mi.
- oh Claudio – dijo mi madre al ver a mi hermano haciéndose cargo de mi – Joel es tan afortunado de tenerte como hermano mayor.
Claudio hacia eso constantemente, me hacia llorar y luego se hacia el hermano bueno, para que mi madre lo felicitara.
Yo nunca decía nada, total sabia que no me creerían.
- chicos – dijo mi madre – que les parece si salen a ver los fuegos – dijo al ver que eran ya las 12 de la noche – creo que cuando regresen papa noel va a ver venido-
- vamos hermano – me dijo Claudio mirándome con su cara de inocencia aunque yo sabia que dentro de ella se encontraba una gran maldad.
Salimos a la calle a ver los fuegos, eran impresionantes. Nuestro vecino el señor Hadgins había comprado los mejor fuegos y más caros por lo tanto verlo era un gran y placentero espectáculo.
Luego del tan glorioso espectáculo entramos juntos a la casa, tal como mi madre lo dijo los regalos estaban en el árbol, ¿cómo adivina siempre? Me preguntaba para mis adentros, como mi madre siempre sabia la hora en la que papa noel vendría a la casa.
Mi madre agarro la primer caja, una gran caja envuelta con un papel rojo y un gran moño azul, el papel estaba adornado con lunares amarillos.
- este es para Claudio – dijo sonriendo y le extendió el regalo, este era un gran famili el vídeo juego mas moderno de la época, luego le toco un pequeño tren de juguete, y 2 buzos.
Mis regalos fueron un pequeño helicóptero que a mi me encanto. Después fue 3 buzos y una remera, junto a una figura de acción de batman el famoso super héroe.
Mi madre se había ido a continuar la cena de Navidad y yo me quede con mi hermano, mientras el jugaba a sus nuevos videojuegos yo jugaba con mi helicóptero, lo disfrutaba mucho.
- no puedo creerlo – dije a mi hermano – papa noel me trajo justo lo que quería ¿cómo sabrá todo? Es hasta el mismo helicóptero que a mi me había gustado en la tienda hace unos días-
- date cuenta inepto – me dijo el – papa noel no existe es tan solo mama que como te gusto ese helicóptero te lo compro, no seas infantil -.
- mentira – dije yo llorando – papa noel existe y vos sos malo por decir eso -
yo comenze a llorar mucho, mi hermano se levanto de su silla y sacándome el helicóptero de mi mano lo arrojo al piso partiéndolo en varios partes.
Mi madre llego corriendo y vio a mi hermano parado frente a mi, el helicóptero roto y a mi llorando y por primera vez en mucho tiempo por fin parecía que Claudio iba a recibir su merecido pero el era muy inteligente y sabia salirse de las situaciones.
- CLAUDIO – dijo ella alterada
- mama no es lo que crees – dijo el buscando una excusa – estaba jugando a mi videojuegos como ves que esta enchufado y Joel me pidió para jugar, yo le dije que esperara un rato porque quiera disfrutar mi nuevo juego y que mientras tanto jugar con su helicóptero pero el me dijo que no quiera jugar con ese estúpido juguete y lo tiro al piso con fuerza por eso se partió, no fue mi culpa, luego se puso a llorar-
- Joel ¿es eso cierto? – me pregunto ella
yo quede mudo, sabia que Claudio mentía pero me había agarrado desprevenido, aparte si decía la verdad después el me golpearía, así que decidí mantenerme callado.
- JOEL – me grita ella – mañana hablaremos sobre tu castigo, Claudio querido lo siento hijo, disculpa -
En esa Navidad Claudio no solo me rompió mi preciado juguete si no que me saco la ilusión de creer en la magia de papa noel.