Noche furiosa De sabanas arrugadas. Un caballo Galopa Sobre la vereda Mancillando las trompetas. ¡No puedo tener un sueño agudo! La mascara de la juventud Se quiebra, Y se diluye con la alquimia En el juncal. ¡No puedo dormir! Cabalga A compás febril. Las puertas rechinan En esta cerrada noche. Y el reloj, Se torna vencedor. Del ensueño, Duermo en la piscina Mientras el caballo Camina Con paciencia y rencor.
Texto agregado el 21-11-2009, y leído por 159 visitantes. (3 votos)