Introducción
Yo siempre he estado en la búsqueda de algo valioso que no se puedes comprar, tu mejor amigo. Desde hace un par de años empecé, tratando de buscar a esa persona a la cual yo orientaría en sus decisiones, lo ayudaría en sus problemas, lo acompañaría en su victorias y en sus derrotas. Aunque no haya podido encontrarlo seguiré buscando sin cesar..

Mi nombre es Andrés, vivo con mi mamá y papá, soy hijo único. Mis papás casi nunca están en casa, ambos tienen buenos empleos, se van como a las 6:30 a.m. y regresan hasta las 9:00 pm .Esta es la tercera vez que nos mudamos, pero a mi no me importa porque no hago muchos amigos desde que ocurrió algo de lo que no degusta hablar. Siempre me gusta llegar a mi casa después de la escuela, comer y hacer la tarea. Mi pasatiempo favorito es vagar, me gusta andar de allí para acá viendo el comportamiento de la gente viendo a quien pudiera tomar en cuenta como mi mejor amigo, pero es difícil y mas en estos tiempos en donde todos los jóvenes (hombres en especial) son groseros, sin vergüenzas o malandros.

Empezó el primer día del ciclo escolar era nuevo en aquella escuela, porque mi familia se había mudado. Vivo en una familia de clase media. Soy muy tímido, por lo cual he hecho solo 1 amigo que estuvo conmigo toda la vida porque era mi vecino, pero ahora creo que es el momento de hacer nuevos amigos. Al entrar a la escuela me asignaron al 3 F. Cuando entré no había ningún maestro y estaban haciendo un desorden, excepto una persona que solo estaba de pie alejado de todos. Era enorme, parecía que media 2 metros, además se veía que hacia mucho ejercicio. Me senté junto a el, porque era el único asiento disponible, y me dio una sensación de miedo.

Pasaron 2 días, comenzando el tercero, no había ningún lugar donde sentarse en el comedor, y estaba haciendo mucho sol, así que no pude salir. Ahí lo volví a ver, y como todos le tienen miedo (si excepción mía) no sentaban con el pero tuve que hacerlo. Estaba en el rincón de la mesa tomando un agua de jamaica, un poco asustado, pero me di cuenta que él tenía calor y no trae ni lonche ni dinero. Me acerqué y le pregunté -¿Quieres?- A lo que me respondió- ¿No me tienes miedo?- yo le dije- si un poco- ¿y no te importa que te pueda hacer daño?- me respondió. Pausé un momento para contestarle- no, yo te he visto en clases y no eres tan malo- entonces… ¿te gustaría ser tu amigo? Me aterré cuando me pregunto eso, pero aún así sentí una sensación de felicidad y le dije- si, pero dime tu nombre- Me llamo Alfonso.


Capitulo 1
Tropezones

Fueron un poco felices los primeros días, no estábamos conociendo muy bien y me di cuenta que no es tan malo como dicen. Pero me disgusto cuando me preguntan ¿Por qué te juntas con él? ¿Sabes lo que le hizo a fulanito….? Yo les respondo, no les creo o digo que el es una buena persona aunque piensen ellos que es una mentira. El siguiente lunes nos tocó dirigir la asamblea y a Alfonso lo obligaron a ser el maestro de ceremonia porque tiene una voz muy grave. En el recreo de aquel día, yo fui a la tienda y él se quedó en el salón un rato al regresar vi algo que me hizo creer todos aquellos comentarios de él. Estaba levantando a un chico de nuestro salón tomándolo por el cuello diciéndole con un tono agresivo -¡vuélvete a burlar de mí y te rompo en pedazos!- Al irme acercando me vio y rápido soltó al chico y se fue mas rápido que nada por el miedo. ¿Por qué hiciste eso?- le pregunté con una voz comprensiva- ¡Es que se burló de mí!- pero la fuerza debes utilizarla para el bien, o para defender a otras personas- ¡Pues era para mi bien! Me quedé callado y le pregunté mas calmado- por favor ya no hagas esas cosas, te lo pido de buena manera- Trataré- me respondió. En la noche, apunto de dormirme, pensé- ¿serán ciertos aquellos rumores?... no lo creo, pienso mas que su ser interior es mas calmado y feliz.

Al día siguiente faltó y traté de aprovechar la oportunidad para conocer mas gente. Me acerqué a un grupo de amigos, allí estaba uno que solo hablaba de mujeres su nombre era Daniel, otro que se llamaba Fernando y parecía ser su mejor amigo pero estaba un poco loco. En el mero rincón del salón había un par de chicos que creo que se llamaban John y otro que se llamaba Alberto. Pero cuando estaba fijándome había unas chicas que me dijeron que fuera con ellas y las conocí. Eran bastante amigables pero no me sentía tan cómodo aún así me preguntaron - ¿Por qué solo te juntas con él?- porque es una buenas persona- dije yo. Se rió hasta ponerse roja como tomate y me dijo – Ya quisieras que fuera bueno, es de la peores personas que he visto- ¡No es cierto!- casi gritando respondí. Al terminar esto me alejé.
Fui a la casa de Alfonso para darle su tarea y no estaba. De repente escuché - ¡Suéltame- tuve una horrible sensación de horror y fui corriendo hacia donde escuché el grito. Llegué y vi casi lo mismo pero ahora solo le estaba apretando el cuello sin levantarlo, corrí mas cerca de eso y grité - ¡Suéltalo!- al voltearme a ver hizo una cara como de preocupado lo soltó y corrieron los dos hacia mi. El chico corrió atrás de mi y Alfonso enfrente. ¡No puedo creer que lo hayas vuelto a hacer!- dije muy triste, con un tono enojado, me fui corriendo y sintiéndome mal por dentro.

Capítulo 2
Confesiones y Temores

Fue corriendo detrás de mí hasta llegar a mi casa. Tenía una cara de culpa y tristeza - ¡Es que me estaba amenazando!- ¡Pero aún así no merece sufrir!- Hizo una cara de mayor tristeza y dijo – ¡No iba hacia mi era para ti!- ¿Qué?- Deja te cuento lo que pasó:
Llegaron tres tipos contra mi, con intención de golpearme y antes que hacerlo me dijeron –Ya descubrimos tu debilidad, tu queridito amigo Andrés- Si, el va a sufrir como tu nos has hecho sufrir a nosotros- Tuve miedo e ira, cuando empezaron a atacarme de un puñetazo tire al piso a dos y el otro empecé a ahorcarlo y llegaste tu…
Sabía que tenia que pasar, supe desde el principio que si me juntaba contigo iban a haber muchos problemas yo acepté esa responsabilidad al ser tu amigo- ¡Pero es que tu no entiendes!- ¿entender qué?- hizo una breve pausa con tristeza y me dijo- ¿De verdad quieres saberlo? – si – esta bien…
Hace tiempo tenía un amigo como tú, le había pasado casi lo mismo hasta lo amenazaron. Ocurrió esa amenaza, tenían rodeado 5 gentes lo empezaron a golpear por suerte estaba por esos rumbos, así que lo mas rápido posible tiré a esas 5 personas. Cuando lo ayudé a levantarse me gritó - ¡Aléjate de mí te odio!-
Desde entonces no lo he vuelto a ver, por eso quiero provocarles miedo para poder evitar el mismo error, espero que me entiendas- y se fue. Estuve pensando mucho tiempo lo que me dijo, sentí que el terror me agobiaba. Se hizo de noche, estaba en el sofá de abajo solo aún, de repente escuché unos ruidos como personas acercándose cada vez más fui corriendo hasta mi cuarto la puerta se abrió a la fuerza oía que estaban corriendo hasta mi cuarto, giraron el cerrojo y… ¡Ahhh!- desperté- Creo que debo de pensar mejor este asunto- y volví a dormir.
Pasaron los días y no dejaba de pensar en eso aunque Alfonso me dijera – Yo soy tu amigo y te ayudaré cuando lo necesites- Trataba de superar mi miedo, era muy difícil, intentaba calmarme pero no podía .También tristeza y culpa pasaban por mi mente ya que se preocupaba mucho de mí y estaba pasando un terrible sufrimiento.

Capítulo 3
Culpas

Ya cuando estaba empezando a calmarme, me acompañó a mi casa, porque decía que nunca hay que tener la guardia baja, pero aún así nos acorralaron, eran entre 10 y 15 personas nos rodearon en un callejón sin salida no teníamos opción teníamos que pelear. El primer paso que ellos dieron su ir corriendo hacia Alfonso para detenerlo y después agarrarme a mí. Nos tenían agarrados no nos podíamos mover, cuando empezó el suspenso fue cuando su líder le dijo a él- Ahora a ti te toca pagar – me patearon el estómago fue un dolor intenso, caí al suelo. Se enojaba mas y mas hasta que se soltó y golpeó a todos para llegar hasta a mí - ¿Estás bien? – me preguntó, no pude contestar cuando todos se levantaron me comenzaron a patear como unos 3 y todos los demás se fueron contra él. No podíamos, cuando Alfonso cayó, con todas mis fuerzas restantes me levanté enfrente de él y dije -¡No es su culpa ser así, no le hagan mas daño del que ya tiene por favor! ¡Es mi mejor amigo!- Caí desmayado encima de él y se fueron.
Despierta, Despierta- ¿Qué pasó?- Estás en el hospital – dijo el doctor – fueron unos graves golpes, por suerte ese muchacho te trajo hasta aquí, aunque el tuviera peores heridas que tu fue un milagro que llegaran - ¿Cómo está él? – En buen estado, de hecho te quiere ver – déjelo pasar – le respondí.
Se sentó en una silla y me dijo llorando de tristeza – ¡Todo es mi culpa! ¡Yo hice esto! – Cálmate por favor- ¡Como quieres que me calme si por mi culpa te pasó esto!- soltó mas lagrimas, puso su cabeza sobre mi llorando, estaba dándole unas palmadas en la espalda para que no se sintiera tan mal pero no estaba funcionando. Vamos anímate un poco- me ignoró y siguió igual. Te perdono- ¿Qué? – te perdono por haberme hecho sufrir esto, pero para mi no fue tanto solo fue daño físico, pero de todos modos me ayudaste en mi alma tratando siempre de proteger a mis amigos a toda costa- lo dices por aquello que gritaste ¿verdad?- ¿si lo escuchaste? – si – con un tono mas calmado- por eso es que use el resto de mis fuerzas para traerte hasta aquí como tu usaste tus fuerzas para protegerme. Sentí orgullo, felicidad y otros buenos sentimientos porque pude ayudarle a este “gigante” a usar su fuerza para el bien y no para hacer sufrir.
Lo abrasé con todas mis fuerzas lleno de felicidad y le dije – Eres increíble, te dije que tenías un poco de bondad en el fondo solo tenías que sacarlo y ahora puedes vivir la felicidad de hacer algo bueno por otra persona.
Pasaron varias horas y regresé a casa, en la noche les conté a mis padres lo ocurrido y se sintieron un poco aliviados porque me salvó Alfonso, aunque no les haya dicho la parte en que todo había sido su culpa.

Capítulo 4
Descanso

Pasaron los meses volando, hasta llegar a las vacaciones de invierno gritamos de alegría el día que salimos. Justo al salir Alfonso y yo quedamos en un acuerdo que cada quien le iba a dar un regalo a el otro el día de navidad a medio día. Apenas era 15 y ya era todo un desastre, tantas personas comprando, vendiendo, cambiando, etc. Cuando iba con mis mamá a comprar los regalos, me la pasaba pensando cual sería el mejor regalo. ¿Qué podrá ser ¡Ya sé! Al darme cuenta le ayudé a mi mamá con las compras para irnos rápido. Al regresar le quité todo el dinero a mi alcancía no obstante le pedí a mi papá que me llevara al centro comercial, compré un regalo que venía en dos partes.
El día llegó y celebramos la navidad, fue bastante feliz porque todos los años lo festejo con mi familia materna. El regalo estaba envuelto y listo para entregar. Nos vimos en una cafetería muy cómoda. A las tres mostramos el regalo 1..2…!3! – vi su regalo y estaba en una bolsa me preguntaba que era así que lo abrí primero. Me sorprendí al darme cuenta que era una fotografía nuestra en un marco, estábamos muy felices en el día de Halloween, sin disfraces, pero felices. Abre el mío – cuando lo hizo le gustó mucho porque eran dos pulseras que en una decía “mejor” y en otra “amigo”, los dos disfrutamos de nuestro regalos. Caminamos el resto del día y cada quien se fue a su casa.
Ya casi terminando las vacaciones nos volvimos a reunir y nos preguntamos nuestros propósitos de año nuevo – Quiero unirme a un equipo deportivo para se mejor- dije yo – Yo también, así que como tengo mucha fuerza voy a entrar al equipo de futbol americano- Entonces yo entro al de futbol soccer, así los dos estaremos en futbol- me parece bien, hasta te podría ayudar si tienes problemas.

Capítulo 5
Diferencias

Así pasó cada quien se unió a su equipo y las prácticas eran a la misma hora pero en diferentes lugares. Inicié bien, creo que les caí bien a todos pero había un problema muy grave tenían una rivalidad muy fuerte con los de americano y pregunté- ¿Por qué?- es que ellos se creen mucho por su gran fuerza y varias veces han golpeado a personas de nuestro equipo – Pero eso va a cambiar- ¿Por qué? – porque tengo un amigo ahí que los va a ayudar a cambiar – pues lo dudo porque si el no los cambia rápido el cambiado va a ser él.
Terminaron las prácticas y nos volvimos a ver Alfonso y yo para platicar de lo que nos había pasado – ¿No te dijeron nada malo de nuestro equipo? – No, ¿por qué? - Es varios de mi equipo dijeron que tenían una rivalidad con los de americano porque se aprovechaban de ellos – Qué raro, preguntaré en la próxima práctica. Llegó la siguiente práctica, estaban platicando los de su equipo y dijo – Sabían que tengo un amigo en futbol soccer – todos se callaron y dijeron - ¿Qué no sabes qué aquí no se pueden tener amigo en soccer? - ¿Por qué? – Porque les pasan cosas malas - ¿Cómo qué? – Les damos una lección a él y a su amigo – ya quisiera verlo – esta bien, tu lo pediste… Le dieron muchos golpes estaba muy herido, porque esta vez eran 11 mastodontes contra uno solo no resistió tanto.
Acabaron con él lo llevaron cargando y se fueron hacia nuestras canchas. Estábamos practicando cuando vi muchas personas con el uniforme de Alfonso, se escucharon gritos diciendo – ¡Ahí vienen!- Llegaron rápido y lo tiraron al piso - ¿¡De Quién es amigo este!? - ¿!Qué le hicieron!? – le dimos su merecido como a ti ahora. Empezó una gran pelea se fueron contra mi pero mi equipo respondió y también empezó a atacar, fui corriendo hasta Alfonso para tratar de llevarlo a algún lugar donde lo atendieran. Lo estaba logrando hasta que me vieron y cuando empezaban a embestir se escuchó un silbatazo - ¡Alto! – gritaron, eran los dos entrenadores – ¿Qué está pasando aquí? – Empezaron a gritar todos hasta que sonaron el silbato otra vez y me hicieron contar la historia a mí. - ¡Si los vuelvo a ver yo, o el entrenador de soccer aquí los expulsaremos de su equipo- Esta bien entrenador- se escuchó al mismo tiempo y se fueron. Ya después llevé a Alfonso a una enfermería, con ayuda de los entrenadores. Varias semanas pasaron y la rivalidad seguía igual, así que Alfonso y yo, acompañados de los entrenadores hicimos las pases entre los dos equipos y se hicieron las pases.


Capítulo 6
Más problemas. Más soluciones


Ya como en Mayo cuando terminaron los equipos Alfonso por fin se dio cuenta de que es mejor utilizar las palabras que la violencia y ya lo estaba aplicando en la escuela. Se expresaba mas, aunque le siguieran teniendo miedo. Excepto uno que era también nuevo pero era un poco igual a él de alto y no tanto de fuerte así que eso lo explicaba. Rápido se conocieron, se llamaba Rogelio me pareció buena onda y los tres nos llevábamos bien. Estaba empezando a sospechar varias cosas porque se les quedaba dando una mirada amenazante a todos los que se burlaban o lo molestaban. Además me sentía un poco chaparro entre dos gigantes.
Un día estábamos los tres juntos en el parque y Alfonso se fue, dejándonos a Rogelio y a mí. 5 minutos después de que se fue empezó a mirarme como a los demás y dijo: Me caes mal - ¿Por qué? – Porque eres un simple enclenque como todos los demás y Alfonso y yo nos podemos llevar bien sin ti - ¿Pero qué estás diciendo? – Que ya no te quiero con nosotros – Pero no me puedes alejar a Alfonso de mí – Lo se, pero él no se puede separar de ti pero tu si de él – Por nada del mundo me separaría de él – excepto por esto…
Se lanzó sobre mí pero lo esquivé y salí corriendo, me persiguió. Corrí con todas mis fuerzas hasta mi casa pero no lo logré, solo llegué hasta la esquina de mi casa, me sostuvo del cuello y me tiró al piso - ¡Sólo nosotros dos seremos amigos! - ¿Qué es lo que tengo de malo yo? – Que tu eres como los demás, que se burlan de nosotros por ser diferentes - ¡Pero no es cierto, yo siempre los he apoyado! ¡Por favor entiéndelo! Me pateó, me levantó y me pegó de puñetazos. Alfonso de repente apareció, se acercó corriendo e hizo que me soltara, me dijo que me colocara detrás de él - ¿! Por qué le haces esto!? - ¡Es que el es como todos los demás! - ¡No es cierto, a mí me ayudó a cambiar! Rogelio se hincó bruscamente volteando hacia el piso, se levantó y se fue.
Tres días mas tarde, Rogelio fue a hablar conmigo cuando estaba solo. Fuimos al parque y nos sentamos en una banca – Me di cuenta de lo que decías era verdad, no espero que me perdones, pero me gustaría que me ayudaras a cambiar por al menos un poco - Yo si te perdono, se que eres un alma asustada en un mundo grande como era Alfonso cuando lo conocí, te ayudaré en lo necesario - Muchas gracias, no sabría como pagártelo – No te preocupes solo necesitas prometer ayudar a la gente cuando te necesite.
Varios sentimientos pasaron sobre mí, otra vez, pero esta vez sentí emociones de miedo e ira en Rogelio, parece que ha sufrido mucho en su pasado. Fui con Alfonso a platicar sobre eso, me dijo - ¿Cómo lo pudiste haber perdonado después de lo que hizo? – Es que el necesita mas ayuda que cuando te conocí, por favor entiéndelo – No puedo creerlo, te ayudaré si se atreve a tocarte de nuevo – No, no debes interferir debe soltar su dolor como lo necesite- Aunque no confió mucho en él trataré de no interferir– No lo tomes a mal es que lo noto muy dañado.

Capítulo 7
Dolores

Un fin de semana fui a la casa de Rogelio para ayudarlo, no había nadie así que era mejor. Se que has sentido mucho dolor de algún amigo. Cuéntamelo - ¿Cómo lo supiste? – Porque cuando me golpeaste pude sentir tu dolor – si me ocurrió una terrible experiencia antes de llegar aquí - ¿Me la podrías contar? – Esta bien…
Hace un año, estaba en 2do de Secundaria, tuve un amigo como tu en lo físico, nos llevábamos bien, éramos felices, me encantaba pasar todo el día con él ya que el era mi único amigo. Un día no vino a la escuela, en la tarde lo encontré en el parque platicando con los demás burlándose de mi – Es un tonto grandulón, no se como lo pude haber hecho mi amigo si lo odio. Me desmoroné, pasé enfrente de ellos y grité - ¡No puedo creer como me odias si confiaba en ti! Salí corriendo y lo olvidé.
Desde entonces odiaba a todos los enclenques hasta ahora que te conocí a ti, me di cuenta que tu no eras como los demás. Pero aún así siento el dolor dentro de mí. Me paré y le dije – Necesito que sueltes todo tu dolor por eso haz lo que quieras conmigo, porque no puedo segur viéndote sufrir tanto tiempo así que golpéame o grítame, lo único que me importa es que tu tristeza se aleje. Se levantó Y me tiró al piso, se hincó, colocó sus manos en mis hombros y dijo – No te haré daño, no puedo – Pero necesitas soltar tu dolor. Me abrazó con todas las fuerzas, me dolió, aunque logró soltar un poco de su dolor – Solo quiero volver a sentir la felicidad de un amigo es lo único que necesito- Pues yo haré lo posible para eso.
Era un buen amigo, se portaba bastante bien como si quisiera impresionarme pero había un gran problema a Alfonso no le cae bien Rogelio desde aquella vez que me golpeó. Trataba de que hicieran las paces pero no funcionaba se la pasaban insultándose o ignorándose. Fui a la casa de Alfonso para tratar de hacer que recapacitara que sus intenciones ya no eran malas si no que intentaba cambiar pero seguía recordando cuando me golpeó. Hice lo mismo con Rogelio, le dije - ¿Por qué lo odias? – Por lo de la pelea del callejón y lo que pasó con los equipos de fútbol - ¿Cómo te enteraste? – He escuchado eso por ahí, muchos lo platican – Eso no importa, lo importante es que eso pasó porque… – Porque el lo provocó, por eso es que lo odio, él te hizo sufrir tanto y yo no tanto – Pero no todo fue su culpa, lo primero fue por que les cae mal Alfonso y lo segundo solo por las diferencias- Pero lo mío fue por el dolor que sentía. Así nos llevamos por varios minutos.


Capítulo 8
Lazos de amistad

No podía seguir verlos pelear, así que los reuní en mi casa. Cuando estábamos los tres dentro cerré la casa para que no salieran. Y empecé a decirles – Digan sus opiniones – Comenzaron a gritarse – ¡No puedo creer que le hayas pasar eso! - ¡Pues mira quien lo dice, si tu lo golpeaste! - ¡Ya cállense! – grité yo – Porque no pueden llevarse bien si los dos son mis amigos, pienso que los dos quieren el bien para mi y los dos han hecho mal pero lo reponen siendo mejores personas - ¡Jamás me llevaré bien con él! – Gritaron al unísono y comenzaron a pelear eras golpes bastantemente fuertes, los hice salir al patio y seguía peor intenté detenerlos pero me fue mal los dos me pegaron un golpe bastante fuerte y fue doloroso, algo peor aún fue que se enojaron mas porque pensaron que el otro lo había golpeado. ¡Por favor paren de pelear! – y así ocurrió – ¡No ven lo que hacen la violencia solo genera mas violencia, así solo llegaran a hacer daño a las demás personas, incluyéndome, también se harán daño a ustedes mismos! Parecía que esta vez si funcionó, se habían calmado, se disculparon hasta se dieron la mano. Sentí calma dentro de mi ya que por fin se llevaban bien.
No faltaba mucho para el final se estaba acabando el mes de mayo y en la escuela por fin era feliz, mis grandes amigos y yo tratábamos de que se hiciera justicia ayudando a los pequeños o a los que molestaban pero tratábamos de que fuera sin golpes para que todos fueran felices. Aunque muchas personas fueran felices había algunas que no, un grupo que se aislaba en el receso, se iba a una parte a la cual nadie iba y ellos me querían a mi como su amigo por una razón que desconozco.
Un receso cuando me encontraba solo, me llevaron a su lugar y el líder me dijo - ¿Por qué no quieres ser nuestro amigo? – Porque ya tengo dos mejores amigos. Se rió y me dijo – ellos no pueden ser tus mejores amigos - ¿Por qué? – Es que ellos te han hecho mal, y los amigos solo se hacen el bien entre ellos – ¿Y tu que sabes sobre eso? – Todo el mundo sabe lo que paso entre tu y tus dos amigotes – Pero eso no importa porque ya hemos dejado esos atrás - ¿Seguro? Aquí todos son amigos si se meten con uno se meten con todos – Eso me suena familiar – susurré – ¿Acaso ustedes conocen a las personas que nos golpearon? – Como no si somos nosotros ¡agárrenlo! 4 personas me sostuvieron, llamaron a mis amigos, al verme trataron de lanzarse sobre mi pero el líder dijo - ¿No les gustaría que su amigo saliera lastimado? ¿O si? - ¡Suéltalo! – Solo lo haré con una condición - ¿Cuál? – Que ustedes se alejen de él - ¡Pero… - Sin peros, si quieren verlo sano y salvo deberán alejarse de él. Tuvieron que atacar, no tenían otra opción, todos se fueron contra mi aun así me salvaron.
¿Podrá ser cierto lo que me dijeron? No lo creo, mis amigos siempre piensan como mantenerme a salvo, pero cuando me quieren mantener a salvo ¿No me hacen mas daño? Estas y otras cosas vagaron por mi mente la noche de aquel día.

Capítulo 9
Mi secreto


No pude dejar de pensar en aquello por todo el día mi mente no se podía despejar de esa cuestión. Aunque era muy difícil pensar que mis amigos podrían hacerme daño, cosa que yo no creo. Como era muy difícil despejar esta duda hice que los tres nos juntáramos en mi casa.
Les conté sobre lo que me dijeron – nosotros somos tus amigos, puede que te hayamos hecho daño pero ahora estamos tratando de redimirlo – tiene razón ustedes con buenos amigos conmigo pero ¿Entre ustedes? – Es cierto – respondió Alfonso – creo que es hora de conocernos mejor. Se empezaron a preguntar varias cosas entre ellos hasta llegar a los dolores. Se preguntaron sobre aquellas historias que a mi ya habían logrado contarme lo tomaron bastante bien y se lo contaron uno como el otro y me preguntaron a mi - ¿Por qué eres tan solitario? Llevamos tanto tiempo siendo amigos y nunca nos has dicho porque eras tan solitario o porque haces todo esto por nosotros – Es que antes… no puedo – vamos sabes que puedes confiar en nosotros – di un fuerte suspiro y dije – era el líder de un grupo malo – tuvieron una reacción bastantemente sorprendente y me dijeron - ¿Y cómo terminaste así? – Bueno tenían que saberlo algún día…
Desde sexto año era malandro, en 1ro de secundaria a mi grupo se unieron personas de todos los grados reinábamos la escuela yo era el líder porque se me ocurrían los mejores planes. Siempre molestando personas o golpeándolas. Mi vecino siempre había sido mi amigo se llamaba Adán el decía que lo que hacíamos estaba mal y que ellos no eran mis amigos solo les gustaba tener poder pero yo siempre le respondía que el que estaba mal era él y no yo. Hasta que un día a otro grupo se le ocurrió ir a nuestro barrio para molestar. Éramos menos que ellos, nos rodearon y todos salieron corriendo excepto yo - ¡No me dejen sólo, para eso son los amigos! – Pues así somos nosotros. Me dio una depresión terrible y me golpearon. Horas después de aquello fui con Adán para decirle – tu siempre tuviste la razón y yo no – te lo dije, pero cálmate si quieres yo seré tu amigo – muchas gracias…
Por eso me di cuenta verdaderamente el significado de los amigos que siempre se ayudan aún en momentos de peligro o situaciones riesgosas, por eso siempre he estado junto a ustedes para por fin obtener lo que no me di cuenta que me faltaba, amigos verdaderos. Les había conmovido mi historia y se les hizo increíble como pasar de malandro a un súper amigo – Quiero que por favor mantengan esto en secreto porque nadie en estos rumbos conoce esta historia- guardaremos el secreto – me respondieron los dos.


Capítulo 10
El fin de un año de aventuras

No podía creer que ya se iba a acabar el año, todas las aventuras y desventuras que vivimos en este año Alfonso Rogelio y yo. Era terminando Junio y la graduación estaba a unos cuantos días de distancia para celebrar que acabamos ya la secundaria los tres fuimos al cine y después a una cafetería a comer. Platicamos bastante y nos estábamos preguntando ¿Cuál fue la mejor experiencia de éste año escolar? Alfonso dijo – Cuando estábamos en el hospital Andrés y yo, platicando, ahí me di cuenta que hice a un mejor amigo – la mía es casi igual – respondió Rogelio- Fue cuando Andrés me ayudó haciendo que soltara mi dolor, en mi casa, porque no había tenido una compañía así. Me sentía lleno de felicidad como sus momentos mas felices eran conmigo. También fuimos a tomarnos una foto, para siempre poder recordar todos los momentos felices que pasamos al ver esa foto. Cada quien se quedó con una porque venía en un paquete de 3 fotos. Lo que nos quedó de tiempo vimos las tiendas que había en esa plaza.
El día de la graduación llegó, para comenzar hicieron al misa de graduación en una gran iglesia porque como era una escuela pública eran como doscientos graduados. Mas tarde fue la ceremonia de graduación en donde premiaban a todos los que tuvieron alto aprovechamiento, buena conducta, etc. Al final de la ceremonia todos aventamos nuestros birretes gritando ¡Nos graduamos! Horas después fue nuestra fiesta de graduación, todos los hombres iban de tuxedo negro y las mujeres con un vestido color caribe azul. Fue un gran festejo bailamos toda la noche hasta que nos cansamos, hasta algunos creo que se lastimaron de tanto bailar.
Los tres salimos del salón porque estábamos cansados y nos sentamos. Que gran año fue éste ¿verdad? – dije yo – si tan lleno emociones – y de cambios – si fue un gran año hay que ser siempre amigos ¿No creen? – si – entonces seremos amigos por siempre.

Epílogo

Que feliz fue mi vida este año, mi búsqueda terminó de buscar a mi mejor amigo. Además no encontré sólo a uno sino a dos. No me importa cuantos problemas vivimos, estamos viviendo o viviremos se que nosotros seremos capaces de resolverlos porque nos tenemos uno del otro, a mi no me importa cuanto dolor físico tenga que pasar yo se que muchas personas tienen dolores que los pueden hacer cosas que no quieren o que necesitan hacer para soltar su dolor. Lo importante es que a cada problema que se nos cruce podamos solucionarlos juntos o si es entre nosotros ayudarnos y no quedarnos sin decir nada.
Con mis amigos aprendí que todo mundo puede ser tu mejor amigo pero para poder serlo se tienen que ayudar muto a mente sin importar su altura, peso, fuerza, color de piel, de cabello o de ojos lo único que se tiene que hacer para tener un mejor amigo es llevar una buena relación, ayudar comprendiendo sus problemas y resolviéndolos, haciéndole un favor cuando le sea necesario y siempre animarlo cuando su espíritu esté bajo. Esperarlo cada vez que se atrase, orientarlo bien para saber cual camino debe de elegir y cual puede ser la mejor decisión.
Eso es lo más importante en la vida de cualquiera, porque todos necesitan de un mejor amigo que siempre esté a su lado cuando nadie más lo quiera estar.