Cruzo frente a el con una pequeña sonrisa dibujada suavemente en sus labios, esperaba tan solo una mirada pero el siguia de largo como si ella no existiera, la ignoro por completo. En ese instante ella sintio su sonrisa mezclada con nostalgia, su corazon no dejaba de sentir una extraña sensacion amarga que le invadia de dolor y a la vez de tranquilidad, sabia que ya no tendria que esperar algo que jamas llegaria.
Pero ella seguia ahi; Sentada, reflexionando, dejandose llevar por miles de pensamientos que le rondaban por su cabeza, ya no podia seguir leyendo las lineas del menu, su indiferencia la habia dejado taciturna y aturdida. Estaba acompañada de una copa de vino recordando las ultimas veces que le visito en aquel lugar, sabia que no estaban juntos y que nunca lo estuvieron.
Fueron tantas las ocasiones donde tuvo que tragarse todo lo que sentia por el y el diaa que se armo de valor para expresarle sus sentimientos sintio su rechazo. El nunca le quiso de la misma manera, nunca dejo de verla como lo que siempre fue - su amiga -, ella trato de conquistarle de muchas formas pero sus intentos fueron fallidos, ese capitulo en su vida debio cerrarlo para empezar a escribir otro que no le recordara la ironias del amor y aun asi ella seguiaa preocupandose por lo que el pensara.
Ella tenia su mirada perdida, envuelta en sus pensamientos, movia suavemente su cabeza, fue en ese instante cuando recordo que estaba en aquel lugar llena de recuerdos, sintiendose sola aunque estuviera acompañada de esa copa de vino, ya habia reflexionado acerca de lo pasado y no estaba segura de cambiar su presente pero si queria encontrar la respuesta a lo que estaba por venir.
Mientras ella seguÃa con su corazon lleno de emociones, un hombre la observaba de lejos mientras hablaba con sus amigos, la miraba como si la conociera de hace tiempo y le sonreia. De repente se acerco y le dijo que su rostro se le hacia familiar, le pregunto si podia acompañarla en su mesa, ella accedio amablemente, no podÃa dejar de mirar el gesto de su rostro sonriente y su brillante mirada. Aquel hombre corrio una de las sillas de la mesa donde ella tenia su copa de vino servida y decidio acompañarla.
Hicieron un brindis, hablaron como si se conocieran desde hace mucho tiempo, se rieron de las ironÃas de la vida y del amor, la conexion entre ellos fue magica, ella por primera vez sintia que podia ser ella misma, sin fingir, sin intentar hacer cosas para poder agradarle a el, sin tener que mendigarle amor a alguien que podia brindarselo sin que se lo pidiera.
Y para aquel hombre que nunca le quiso fue inevitable sentirse enojado, celoso al ver que ella sonreia y no era con el. Ahora alguien mas le hacia feliz a ella e intento de varias formas llamar su atencion pero resulto siendo en vano, fue cuando comprendio que tuvo que perder a esa mujer para comenzar a valorarla y que ya no hay marcha atras para cambiar su presente sin ella.
Aquel dia ella comprendo que la vida da nuevas oportunidades y no son con las mismas personas que crees que compartiran la vida contigo durante mucho tiempo porque ese hombre que noto en su rostro melancolia supo que podia hacerla sonreir cuando ella solo queria huir de su pasado, preguntandose los porque de algo que nunca fue sin hallar las respuestas.
Desde ese dia ellos, no solo comparten una copa de vino todos los viernes en aquel lugar, tambien comparten sonrisas, unos cuantos abrazos y muchos besos, de alguien que la ama de verdad porque ahora ella. . . Esta escribiendo su nueva y verdadera historia de amor.
FIN |