La Mosca y la Araña.

En un rincón de la casa
Teje que teje la araña;
Con sus finas patas
Suavemente encaja
La hebra en la red plateada.

Trabajando seriamente va
Lleva en sus patas regla y compás;
Ni un milímetro ha de fallar
Hebra por hebra ella medirá.

Una mosca que muy cerca volaba
De la arañita se reía
Al verla que iba y venía
Y que todo el día trabajaba.

¿Porqué no dejas eso, le decía
Y conmigo vienes a jugar?
Luego duermes todo el día
Porque hay que descansar.

Ya no midas, no pierdas tiempo,
¡Qué importa un centímetro de más!
No tiene para qué ser perfecto
Igual bueno quedará.

La araña nada decía
Y a la mosca ignoraba.
Absorta tejía y tejía
Y la mosca se burlaba.

La molestosa por fin se aburrió
Y dar una vuelta decidió.
Se paró sobre la cazuela
Cuando se cansó y vorazmente comió.

Con la barriga llena, feliz volaba
Pero de pronto, con la telaraña chocó
Y de sus redes pegajosas no se desprendió
Mientras las patas, la araña
Feliz restregaba.

Ahora te explico el porqué
De trabajo tan perfecto;
Mientras en su tela,
A la mosca envolvía.
¡Si no cazo, no hay almuerzo!.