estaba calato frente a la ventana cuando una perra de más de dos metros pasó por mi ventana. miró mi desnudez y luego empezó a arrancarse las ropas hasta quedar así como yo... ¡ven!, le gritaba en silencio desde la ventana de mi casa que estaba a mas de cinco pisos de altura... de pronto, ella empezó a reír como una hiena, sin parar, sin parar hasta que mucha gente se le puso alrededor y trataron de calmarla y vestirla, pero ella seguía desnuda, riendo y riendo, mientras yo seguía gritando y gritando en silencio, escondido tras la ventana de mi cuarto. llegaron cinco policías y se la llevaron como a un animal, dejando sus ropas por el suelo. apenas se alejaron me puse lo que fuese y corrí hasta coger la ropa de la mujer. subí y luego me quité la ropa que cubría mi desnudez y me puse el vestido de la mujer. me paré en la ventana y esperé... ¿qué?... la verdad no lo sabía, pero algo en mi corazón me decía que esperara en la ventana de mi cuarto, vestido con la ropa de la mujer hasta que algo diferente ocurriera a lo largo de mi aburrida vida...