¿Quién sabe qué futuro nos habrá preparado el pasado?
¿Quién sabe qué sueños son los más dignos de olvidar?
Llevo ya bastante tiempo aquí sentado
Esperando a que una parte de mí me diga qué es lo que tengo que buscar
Encallándome a pesar que estoy dejado
Encerrado entre las cuatro paredes de la libertad,
Entre cuatro sentidos más el olfato,
Sin poder oír tus besos
Callados
Asesinando
A los ojos con miedo
Que miran hacia el siempre, a lo alto
Que cierran las narices diciendo:
A las piedras explosivas canto.
Ya me tiene desesperado el mundo, por que no escucha mi silencio, le digo que lo escuche… Con mi mente, así que a esta no la puedo callar. Después de escribirlo mis ojos lo leen y se quema su paz, se van rojos ante la bestia, carente de demencia, demente de carencia, que aplasta la arena con un ojo y un dedo.
Sal del bien,
Rostro feo,
Que el hambre cumple tu deseo.

Putrefacto aroma
De la miel
Pinta
Una pintura apedreada
Con piedras pintadas; no te pierdas en la nada
Alma encinta
Por que el miedo a la alegría
Se asoma
Entre tus senos y tu piel
Te pregunta ¿Quién sabe?
Tú respondes ¿Quién sabe qué?
Y tu mente encalla
En el deseo de ser…
Grita
Reina del saber…
Grita
Disfruta las olas
Que masajean tu sien
Deja que las termitas
Se resistan a comer
Esas cuatro paredes
De la libertad de miel
Besos de Miel
¿Quién sabe qué?
Tú sabes dudar
Estás al borde
En tu vida, de una vez
Grita