Cuando se termina el tiempo,
lo gastas miserablemente en transitar por calles vacías,
un contrasentido urbano,
lo pierdes en versos inconexos,
que deambulan mágicos,
risueños por praderas inventadas,
se pierde el concepto de poesía,
ella debe servir para unir algo,
no basta sólo manifestar lo bello,
las frases dulces,
la estructura fina,
académica pero malsana,
llena de gusanos.

Se mueven dentro de ti,
y puedes presentirlos,
quizás también mueva a desagrado tu estómago,
no acostumbrado a la realidad,
la vida está construida también de mierda,
muerte,
gritos,
versos cargados de dolor y miedo,
mientras elegantes niñas,
tan plásticas y frías,
se aferran a su vida tenue de élite,
a su mente de celular,
a sus poemas frágiles de mesa de noche
sin saber que la poesía existe también para romper,
la estructura de una salvaje civilización carcomida,
tenue y escandalosa,
sin valores ni principios,
todo ha sido creado por estrategas,
y la estrategia es que mueras,
no sólo físicamente sino tu esencia,
lo sutil,
el verso,
la palabra,
la poesía escondida en alguna gaveta de tu alma,
ella existe para afirmar que no vamos a morir,
que ya estamos muertos .