Embriagado por el intento fallido de olvidarte,
mis recuerdos tuyos los he ahogado en alcohol,
pero como siempre salen a flote, esos dos ojos cafés, donde nuevamente me embriago, pero ahora por el exceso del deseo, de hacerte mía tanto en alma como cuerpo, fusionarnos y perdernos en un mar de sudor.
Triste de mi parte, que ahora sólo soy carnes de cañon, como llegaste ahora te vas, en el instante de una acción. Hice mal al llegar a un lugar sin ninguna destinación, y me siento perdido, tal ente corrido del limbo.
Amado Nervo, perdón si te retuerces en tu tumba pero yo amé y no fui amado, la luna no me dio para más, vida, todo me debes, vida, me muero sin paz. |