Hace miles de años, en el mundo de Wornok, vivió EL magnotormac de la legenda, un ser con la capacidad de atravesar paredes, en su especie esto es normal pero no de la forma que él lo hace, después de todo abandona su cuerpo físico para atravesar paredes como fantasma y luego invoca su cuerpo del otro lado. Es aquí donde la historia comienza en la ciudad de marsconterja la ciudad natal de esrojmac el magnotormac legendario.
Un mognotormoc, ser mil veces más fuerte que magnotormacce el dios de los magnotormac, se entero de ese tan codiciado poder y para obtenerlo destruyo la ciudad marsconterja mientras esrojmac huía por la ciudad subterránea mascret esta ciudad no tenía mucho aire por lo que estaba abandonada y para esrojmac no fue problema dejar el cuerpo escondido y atravesar la ciudad como fantasma en cuanto se cruzo con la máquina de aire y luz artificial descompuesta y descubrió en su interior una hoja trabando los engranajes y al sacarla regresaron los habitantes y le dieron el amuleto de magnotormac y le dijeron que si llegaba a juntar los otros artefactos magnotormac podría vencer al que lo buscaba para matarlo pero lo tenía el mismísimo dios magnotormac dios supremo del mundo. Esrojmac se puso en busca de las reliquias del dios pero no sabía el funcionamiento del amuleto, teletransportarse. Luego de encontrar la sagrada ciudad del dios magnotormac se dirigió al templo a buscar al sublime dios y encontró una estatua el dios estaba hecho piedra y un monje le dijo que solo el magnotormac de la legenda podría despertarlo y el monje se sorprendió al verlo despertar suavemente y glorioso ante el trono de piedra. El dios le explico los funcionamientos del equipo lo que ayudo por demás se tele transporto a la ciudad derroto a motognotormoc y al aserlo se ilumino la espada del dios cayente la cual estaba clavada en el castillo desde hace billones de años y cayó al piso ante el gran magnotormac de dioses la ciudad reapareció sana y como nueva junto a todos los habitantes. Esrojmac fue recordado como dios, un gran, justo e imponente dios.