A veces, como el viento frío o como las nubes grises y como las aves en el cielo; como las sombras de la tarde sobre el desierto, a veces te vas. Sé que te has ido porque la ciudad está sola y regreso al trabajo y al ruido; a las calles de humo Y aunque no estas Te sigues yendo. Las sombras de la noche entran por la ventana y los árboles lloran su llanto mundo en el viento. Te has ido lejos, allá, donde las nubes bajan del cielo y se mecen y lloran sobre los cerros. A veces te nombro en la hora del día que robamos al silencio. De todas partes te has ido y todas las cosas te nombran como si fueras yo mismo.
Texto agregado el 16-11-2009, y leído por 201 visitantes. (6 votos)