Cuando una sombra sin mancha, te asecha. Es más fácil, entregarse que evitarla, es parte de ti, ya no puedes borrarla, es aceptarla u olvidarla, no hay otro camino, ya no existen mas salidas que el reconciliarte con tu propia alma.
Una sombra q te acecha, gris, lúgubre psicópata, peor alguna vez fue una luz una magnifica brillantez, un motivo para soñar, vivir, crecer... una sombra una luz la verdad encandilaba con su hermosura, te hacia encandilar de felicidad, gritar lo dichosa que eras de tenerla, ¿y ahora? ¿qué es?
Ya no la gritas, la escondes, es un secreto, y un fantasma que no quieres deja escapar, que tu vergüenza no te deja aceptar, esta ahí, nunca se movió. Es tu felicidad tu regocijo y tu vergüenza... lo que ha hecho que ya no seas dueña de tu conciencia de tus pensamientos y menos de tus emociones…
Estás en la planta baja de una fábrica que eres tu misma, pero sólo eres la más baja de las obreras de esta, nadie significativa, nadie que maneje su funcionamiento, esto esta a merced de otros.
Sólo haces lo que crees debes hacer... obedeciendo a tu millar de superiores, sin siquiera poder limpiar un espejo sin la autorización de otros.
Recupera la gerencia de tu cabeza... de tus pensamientos de tus emociones... mueve los hilos que te manejan desde lejos, son tuyos y nadie mas que tu debe moverlos. No te avergüences, no cubras tu verdad... Encárala, acéptala, y despáchala, hazla subir junto a ti hasta la planta más alta de la Fábrica; que vea junto a ti como funcionan las cosas desde arriba.
Recupera tu puesto en la gerencia y despide a tu funcionario inconciente, tu vergüenza, ex dicha, muestra le la salida por las escalera que baje los 100 pisos uno a uno si ascensor, llegará cansado y moribundo a la salida, no tendrá el animo de volver a subir, que no existan los ascensores, para que no tenga el animo de volver a meterse a tu fabrica. Y recupera el liderazgo en tu sentir. |