Por cuestiones del destino y ordenes de Navegante y/o Ganso, tuve que hacer varias misiones con Gallito, (mi hermano como nos decíamos mutuamente), fuimos donde Rama Kay, Gallo, Galileo, Halcón, etc. esa era nuestra misión andar de Comandante Regional en Comandante Regional, misiones que nos tomaban semanas o quizás meses, todo el trayecto desde La Central hacia la zona de operaciones del Regional eran peligro inminente. Siendo él y yo Comandante de la Estructura de Apoyo nunca anduvimos con guardaespaldas, por el contrario más de uno de nuestros compañeros nos acompañaban (valga la redundancia) por libre y espontánea voluntad, entonces en esas misiones se convertían en nuestros guardaespaldas y la ley era la misma cuida la mía que yo cuido la tuya.
Había muerto semanas atrás en un enfrentamiento Panterita, la regional que el comandaba se había quedado sin líder, en la zona de El Coral, así que partimos hacia ese lugar para poder resolver el problema de liderazgo, Chino Roger era el Comandante mas cerca de esa zona así que en una de esas reuniones se decidió fusionar la Regional Wenceslao Aviles con parte de la Juan Alberto Zelaya Zelaya IV, dos regionales que en diferente oportunidades trabajaron juntos y le dieron buenos golpes al enemigo.
Sin problema más a seguir todo quedo aclarado; continuamos de regreso hacia La Central pero aprovechando en visitar otras regionales que pudieran estar por nuestro camino así mismo como sus patrullas y compañías que pudieran estar a nuestro alcance. Visitamos muchas poblaciones, para poner al tanto a los civiles de nuestra situación, y ver las necesidades de ellos con respecto a la salud, que era la única manera de ayudarles además de proporcionarles protección en caso de una invasión de los piris. Mas de una vez nos quedamos a disfrutar de las conversaciones que se daban en los alrededores de las capillas, no importaba que tipo de denominación tuviesen pero ahí estábamos para no perder el contacto con esas persona y por supuesto comer algo diferente en esos días.
Ya lejos de toda esa área estábamos al final de la zona de Gallo y muy cerca de la nueva ubicación de La Central. que era lógico había que estarla movilizando de vez en cuando para que no nos triangularan y ser una estadística más en esa guerra. Me vino al recuerdo, al momento de iniciar la larga cuesta sobre La Loma De Chebo, la emboscada que le habíamos hecho a los piris y casi a los inicio de esta, estaba la cruz que habíamos puesto en el lugar donde enterramos el cadáver de un joven del servicio militar obligatorio, me santigüe al pasar frente a la fosa y lo mismo hizo Gallito, llevábamos mas de unos 15 minutos cuesta arriba cuando el Gallito, mi hizo una señal.
- Te acordas Mike me dijo mientras me señalaba un lugar entre dos árboles muy cerca del caminito.
- Fue buen susto que nos dieron continúo y una sonrisa le pude ver en sus labios antes de santiguarse frente a ese lugar.
No habíamos caminado unos 40 o 50 pasos cuando nos desviamos hacia la izquierda sobre un pequeño rastro de camino casi perdido.
- Veni - me dijo
Seguí los pasos y los que venían con nosotros también fueron tras nuestros pasos, estaba bien fresca la tarde y los muchachos aprovecharon a preparar unos cigarros de tabaco chapiollo (bueno eran los únicos que fumamos por años), sabiendo que Gallito, y yo no tardaríamos casi nada en ese lugar, talvez queríamos recordar algo que nuestro instinto nos guiaba y sin forma de evitarlo.
- Por aquí fue donde cayo me dijo viéndome a los ojos
- ¿Cayo que? le pregunte
Solo se puso a reír lo cual hizo que yo también lo hiciera.
- No joda hermano me dijo No sabes de que te hablo
- Ni idea tengo de que estas hablando le respondí
- Vos estabas en aquel y yo en este de aquí me dijo viéndome nuevamente a los ojos y señalando dos árboles.
En lo mero de la emboscada, a unos 10 o 15 minutos había escuchado un grito, un grito de Gallito alentándome de algo, eso es algo que recordé, pero el porque de esos gritos no me acorde que eran, creía que eran de simple aliento en el mero fragor del combate.
Ya ese día en es loma comenzó Gallito con mucho cuidado a buscar algo entre los dos árboles, con una rama fue apartando hojas, yesca, tierra o cualquier otro objeto que estuviera en el suelo estaba como barriendo el suelo, intrigado en algo que yo no entendía que pudiera ser.
Ahí esta me dijo mira para que sepas de que hablo finalizo
De inmediato dio unos dos pasos hacia atrás y me señalo lo que quedaba sobre la tierra. Me dio miedo y nuevamente mi cuerpo tembló como lo había hecho tiempo atrás mientras llenaba mis cargadores. Solo me quedo santiguarme y darle gracias al Creador por estar vivo hasta ese momento. Ahí entre esos dos árboles se encontraba la parte final, la parte trasera de un obús de RPG-7 sin estallar. Los terrones que sentí en mi cuerpo en aquel momento habían sido producidos por el impacto de este en el suelo húmedo y fresco. Talvez lanzado por ese joven que semanas atrás le habíamos dado santa sepultura, talvez fue otro, eso no me interesa quien fue, solo se que gracias a Dios Gallito y yo habíamos salido con vida de esa emboscada. Antes de seguir nuestro camino me santigüe de nuevo y una lagrima salio de mi alma.
No se cuento tiempo después pase nuevamente por esa loma, sobre uno de sus innumerables caminos siempre procuraba pasar cerca de donde montamos la embosca pero para seguir persignándome y siempre darle gracias a Dios ya no solo por seguir vivo sino por la experiencia de haberla vivido. Espero que el joven que enterramos haya sido el que nos lanzo el RPG-7 y no otro que por seguro andaba más que obligado luchando en el bando no deseado. Sólo espero eso, sólo espero que eso así sea.
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