Cantamos hoy los poetas y lo hacemos siempre al ver tus ojos tiernos y a tu sonrisa franca. Postergamos la rutina la abulia de lo repetido. Hoy seremos felices al ver de cerca a tu vestido. Pues representas clara a tu fragancia inédita loa que desparramas generosa sin pedir nada a cambio. Los relojes no interesan pues las horas son benignas. Nos regalan minutos cada vez que nos miras. No habrá ya asientos contables ni planillas exactas. Sólo tu dignidad de mujer que trae brisa fresca.
Texto agregado el 15-11-2009, y leído por 215 visitantes. (6 votos)