Tan pequeñita, tan preciosa, tu cara rojita que me mira, tus ojitos azules que me acogen...
Tú entre mis manos, tú en mis brazos.
Tú, tan poquita cosa, tan grande significado.
Has revolucionado mi mundo onírico, y con ello mi vida...
Comento con él lo pequeñaja y guapa que eres, y él
me sonríe. Cuento con él para que todo esto se haga
realidad, para que tú puedas llegar algún día a existir
físicamente, saltar de mi alma, de mi instinto...
No sé por qué ha sido, no sé qué habré cenado ayer,
no sé qué coño me habrá pasado para que esto haya
sucedido...
Pero hoy me he despertado con una sonrisa en la cara.
Tú me has recordado que me queda mucha vida, mucho
por disfrutar, y que no soy tan fría como creía ser.
Tú me has devuelto todo ese calor que perdí con el tiempo
por aquel camino, y lo extraño es que sólo hayas durado
unas cuantas horas.
¿Pero cuánto tiempo durarás en mi memoria?
Mi subconsciente te espera de nuevo esta noche...
Mi pensamiento te esperará dentro de unos cuantos años.
Eres un buen recuerdo, pero seguirás siendo un sueño.
Mientras, seguiré recordando el momento en el que le dije esto a alguien, mientras te sostenía entre mis manos:
-Se llamará Carla. |