Es un clavel espinado
como una rosa.
Se clava a flor de piel.
Me hace un pequeño rasguño
que me desangra;
yazco muerto
en el olvido,

abandonado.

El dominio de la especie tranquila ante el pensamiento.
El dominio de uno mismo
ante el clavo del clavel arrosado
que subraya en tu futuro el paso de su vida
por la faz de su tierra húmeda y pastosa.





*Javier Santalices*