Flechas bajan, Por su jurado camino. Pesadas lagrimas sin tinte. Gajos velados Encantan la retina. Ostento callejero A mansalva, En la colina. Descosen en dosis La noche y el día. Y en el nítido velo, Se muestra, Errante, El gríseo rayo de luz. Se cierra el charco En la tierra constelada. Con un fondear De chispa ribeteada.
Texto agregado el 14-11-2009, y leído por 113 visitantes. (2 votos)