Dónde están las amapolas que orgullosas se erguían por los pedregosos caminos de mis cálidos amaneceres. Que fue de los aromas que al sueño despertaban con danzas de trigo limpio dorando la esperanza. Que se hizo del murmullo emanante de sus hojas que rompían el silencio de la serena alborada. Que fue de los fulgores henchidos de pasión que sonrojaban al sol en la hora temprana. Que se hizo con la razón en la última primavera de un caduco caminante sobre esta reseca tierra. ¿Dónde están las amapolas?... Joan © Bosch 14/11/09
Texto agregado el 14-11-2009, y leído por 120 visitantes. (1 voto)