es una hermosa noche para morir,
esta fresco y el cielo esta estrellado.
mis ojos perdidos divisan lejanos luceros
que titilan al oriente derramando serena luz

es una hermosa noche,
y quisiera darle paz a mi alma
tan silenciosa avanza mi pena
que casi sin sentirlo las lágrimas riegan mi regazo

oh noche negra
oh cielo abierto
como quisiera dejar el lastre de mi cuerpo
y volar con los difuntos al infinito...

canto fúnebre el viento que da entre las hojas
melodía perfecta con el río y los grillos desvelados

en algo consuelan los cantores nocturnos
mi manoseado corazón de niño...

perfuma el jazmín mi madrugada
y un brillo letal me alerta
es la plateada daga
que tímida, la luna refleja.

presiona el filo mis carnes,
abre yaga profunda
corre a raudales mi sangre,
mi sangre, esta que abunda...

rueda mi lágrima
exhala un suspiro mi boca
se estremecen mis horadados huesos
pues saben que viene el final.

enciendo un cigarrillo,
respiro de su humo,
saboreo el tabaco
en esta mi noche final.

alzo mi cabeza,
veo al cosmos danzar
fugaces luceros que huyen
se van, se van y ya nunca volverán...

cae mi cuero vencido,
mis vestidos están empapados,
ya no huelo el jazmín,
ahora es la sangre
la ultima que muestra verdad,
veo mi charco negro
un reflejo espectral
es sagitario quien vela.
el alma que el diablo ha de cargar.
cierro mis ojos,
a dios pido perdón,
mi espíritu sublima,
muerto quedo yo