[por paisaje un aullido derritiendose al viento {por esenario un concurrido burdel (Por realidad el fondo de la copa) ubicado por sobre las entrañas de la madre tierra} mientras una puerta rechina con los movimientos]
Lejos del vorde de la barra todabia se conservaban algunos puestos vacios, aun siendo ya mas de las 00:00 hrs, eso es tarde para el cotidiano pero bastante cotidiano para los basos por lo menos, para el cantinero tambien dicho sea de paso. Bueno, reloj en mano al menos podia mantener clara la nocion del tiempo, en tanto el alcohol se lo permitiese.
Unas cuantas botellas estaban acomuladas serca de su copa, por alguna razon no permitia a nadie que las quitara, ese pseudo orgullo de macho que necesita lucir su resistencia al alcohol o algo haci, se servia los basos hasta el tope y dejaba un tiempo para que se le adormeciera la lengua antes de que el liquido empesara a escurrir por su garganta. Tambien sus parpados violacios por el rigor de la bebida se le escurrian de tanto en tanto.
Ya desde la entrada se sentia que las horas corrian diferente dentro del lugar, entre el vapor denso de los cigarrillos y el humo de tantas emociones colapsadas, entre las caretas dibujadas por encima de tantas cabezas y dentro de las murallas corria un electrisante pulso, un latido propio se diluhia en las copas aderesando los tragos, todo anexo a la distancia pertinente que debe existir entre los bebedores empederinidos.
Un minuto dentro de las tinajas de desfibrilacion basta, cada tanto las piernas se doblan en direccion al baño o no alcansan a llegar, una rosa estrujada entre los jarrones de la barra se desoja tan rapido como le es posible (aunque esten muy serca todos uyen).
En fin, Jorren seguia enlutando su rostro con los grados al azar, depende si salia vodka, si salia tekila, cada minuto era una rueda ensima de esa barra, una carrera contra reloj para caer a negro. La distorcion se agradese en los momentos que el alma cae completamente de su recipiente, se desploma hasta que una linea se interponga ensima de la realidad borrando o por lo menos opacando toda verdad, distorcionar los pensamientos e incluso las luciernagas que rodean la verdad es bastante agradable a ratos, mientras al compas de la musica una solitaria perla dansaba sus necesidades contra el fierro dispuesto en la tarima, meneaba sus carencias con la gracia de los soñadores, a ratos sus borrosos y entrecortados movimientos le hacian pensar ke estaba totalmente mal sintonizada.
En su parte que le correspondia en la fila de la barra se coronaba ya un cerro de cascarones bacios, sus lucidos deceos eran destrosados por el opio que corroia por cada particula de sus adentros, mientras sus afueras se reducian debilmente a gritar callado sobre el colapso de cuerpos abatidos, trato inutilmente de enderezar su cordura por lo cual no es dificil de inmajinar cuanto le costo enderezar su cuerpo.
[De esas noches de bohemia surgen los consiertos de la insertidumbre, las dudas y tambien la completa estupidez] una mirada fija de su alma sobre la barra era todo lo que nesesitaba para darse cuenta de la soberana estupidez que estaba haciendo, embriagarse y presisamente en este momento, si seguia montando diablos como lo estaba haciendo no lograria nada en realidad, tiro las botellas al suelo de manera desesperada y pago la cuenta, salio a toda carrera incluso para alcansar a su destino, aunque daba la sensacion que este le habia partido la madre por adelantado.
Subiendose a la vereda con una valentia alarmante (la de los borrachos), trono los dedos para que parara ante su jadeo un auto cualquiera, extendio una jaculatoria en su asiento mientras asendia a sus adentros, corria su corazon mientras las ahujas del reloj se hacian polvo en sus labios. Las revoluciones del vehiculo tronaban con su insistencia de muñeca de marfil.
En fin, Paro frente a la reja 1410, saco todo el apice de valentia ke aun le kedaba, recordo todas las horas de stres en un empleo mediocre, recordo las noches en vela, recordo todas las incomodidades ke paso por ella, toda la estupides escrita en su piel por los años a su siga, todos esos dias de neon que se destiñeron gradualmente. Se acerco a la reja para recuperar su lugar, para darse cuenta que no queria estar lejos, para... para entender que estaba ebrio.
Subio nuevamente al auto "llevame a un bar, o tal vez a un pub"
[ruidos de motor a la distancia] |