Las oportunidades. -la osadía de asumir sus riesgos-
En nuestra vida continuamente nos enfrentamos a las oportunidades que ella nos da. Esto nos lleva generalmente a tener que asumir riesgos. Para enfrentarse a estas situaciones las personas toman dos tipos de posturas. En un primer grupo están aquellas que esperan que las oportunidades de concreten y las que buscan la forma para que el hecho se produzca.
Si bien cada individuo tiene tendencia a encuadrarse en uno de estos grupos, todas las personas adoptan llegado el caso la que creen mejor en cada circunstancia.
Al tiempo de disponerse a de sacar provecho de algo, es preciso tener en cuenta que siendo moderados y prudentes en extremo para asumir riesgos, probablemente los resultados no sean exitosos en un 100 %.
Los riesgos a asumir siempre se hallan relacionados en forma directa con las consecuencias que puedan ser producto de la resolución adoptada aun cuando está sea desacertada. También es importante tener en cuenta que no ejecutar tales acciones en algunos casos causará consecuencias indeseadas.
“Las oportunidades no se pierden, alguien siempre las aprovecha cuando las dejamos pasar.” Esta frase claramente deja en evidencia que el inconveniente, radica en las oportunidades que se dejan pasar y no en los riesgos que se deben asumir; en todo caso es necesario verlo objetivamente desde esta perspectiva para notar la existencia de tal problema.
Cuando una persona decide plasmar aquello que anhela, comienza por iniciar una búsqueda para alcanzarlo. Se piensa en ese algo, se sueña con ello, se lo trata de ubicarlo dentro del entorno cotidiano. De igual modo se tratan de comprobar las oportunidades, a aguzar los sentidos si no se las localiza a simple vista. En este punto del proceso es imprescindible desenvolverse con celeridad y resolución antes que pasen inadvertidas o en el peor de los casos sean despilfarradas por falta de osadía y convicción, aún cuando se corran riesgos.
Lo importante es afrontar nuevos desafíos que nos acerquen a concretar nuevas experiencias, ser originales en nuestros proyectos, inventores de propuestas. Esencialmente positivistas frente a las oportunidades y temerarios al asumir los riesgos que ello sobrelleve incluidas las equivocaciones y transformarlas en experiencia.
Es importantísimo aprender de las experiencias negativas y de los errores cometidos, para redituar con las encrucijadas y contrarrestar los casuales de los problemas. Una de las claves del éxito es que se aprende más de los yerros que de los aciertos cuando se asumen los riesgos para aprovechara la oportunidades.
Ante tales escenarios es adecuado manifestar arrepentimiento, requerir indulgencia y tolerancia por los traspiés cometidos y encauzar todo el esfuerzo y voluntad en revertir la situación.
Si un proyecto verdadero, un sueño por cumplir, no dejes de intentar lograrlo aún cuando tropieces al principio con algunos obstáculos y dificultades. Experimenta, indaga, investiga, comete errores y aprende acumula experiencia y aprovecha el momento en el cual algo beneficio puede presentarse ante ti.
Aprovechara la oportunidades es decidir con buen criterio las frente a las ventajas y las desventajas, saber ser oportunista, practico y sagaz. Eso evitara esfuerzos innecesarios y resultados favorables.
En conclusión: digamos que en ciertas ocasiones en buena táctica esperar a que las oportunidades se presenten, pero lo más apropiado es que mientras esperamos tranquilamente sin asumir riesgo alguno, estemos atentos a no dejarlas pasar y convencidos de asumir los riesgos que se presenten sin dudar en actuar con celeridad, decisión y sabiduría.
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