-Si me doy prisa, llegare a casa antes de cenar.
-¡¡Pero que es eso!!. ¡¡Aggggg!!.
El trailer fuera de control, embiste al coche. Resultado, un puro revoltijo de chatarra. Y dentro integrado completamente con ella, nuestro personaje.
-¿Qué pasa?. Tengo la sensación que ha pasado algo. Pero, no veo. Ni siento el cuerpo. No noto nada, solo pienso. ¡Que raro..!.
-¡Ya recuerdo, la curva, el camión! ¡He tenido un accidente!.
-Pero, no me duele nada, no oigo nada. Está todo negro.
-Esta claro, ¡ahora si lo tengo claro!. He tenido un accidente y ¡estoy muerto!. ¡Muerto y bien muerto!. Pues, si no veo, ni oigo, ni siento nada, es porque soy un ¡espíritu!. Vaya que cosas, como en las películas. ¿Y ahora qué?. Bueno en las películas se ve un resplandor y se va hacia allí. Y allí estará... ¿El que, el cielo?. ¡Vamos por favor, pero si toda tu vida has estado diciendo que eras agnóstico, ahora vienes con esas!. ¿Que es, que por si acaso, ahora te has hecho creyente?. Bueno eso no es una incongruencia, pues no es lo mismo ateo que agnóstico, este deja las puertas abiertas a una definitiva y clara explicación...¡No digas chorradas!. ¡Y menos en la situación en la que estas!. Pero, ¿entonces qué? Si como decías después de la muerte no hay nada, ¡ahora si que hay algo!, ¡Estoy pensando y no he desaparecido!. ¡A ver como lo explicas!. Bien, pues la verdad no se que pensar...Reflexionemos racionalmente. Si después de morirte no desapareces del todo, pues puedes pensar...., ¡sí, hay algo después!. El qué, ese es el asunto.
-Pensemos, en las soluciones que dan las distintas religiones. Empecemos por las monoteístas..¡Desde luego que mal te ha sentado el accidente, estas de un pedante que da asco!. ¡Por algún sitio tenemos que empezar, no!. Vale, continua.
-Empecemos por el cristianismo. Si no recuerdo mal, si has cumplido todas las obligaciones y además, no has matado, robado, mentido, ni te has metido en la cama de tu vecino/vecina, ni nada de nada de diversas cosas. Te vas al cielo, “donde estarás al lado del Dios Padre, por los siglos de los siglos”. No veo eso muy claro, y de interés, nulo, la verdad. ¡Menudo rollo!. Que mal explicado está, si no es así. ¡Que pésimo marketing!. Ofrecen muy poco y deslavazado.
-El Islamismo es otra cosa, te ofrecen un cielo lleno de manjares y ¡sobre todo a rebosar de bellas huríes.! Cosas fácilmente asimilables y del gusto de todos o de casi todos. Pero no sé que requisitos hay para entrar allí. Creo, que tienes que haber ido a la Meca. Y yo, no he ido. Además posiblemente tendrás que ser creyente. Casi seguro.
-Del judaísmo paso, pues eso de que tengan que cortarte un trozo de la cosita, como carné de identidad. Pues no, va a ser que no.
-Mas o menos ya están vistas las religiones mas gordas, bueno queda el budismo, no sé mucho de el, pero me suena que al morir, te reencarnas en otra cosa. Lo que no tengo claro es si es humano, animal (valga la redundancia) o planta. Me sé de unos cuantos que seguro se encarnarían en hiena, en cerdo, y otros en cardo borriquero...
-No divaguemos. Estamos como al principio. Lo de los cielos, inviable. Las reencarnaciones, cuestionables. ¿Qué queda...? Oigo voces, no sé. Y aquí continua sin pasar nada. Bueno las alternativ..... ¡¡¡Piiiiiiiiii!!!!
-¡¡Lo perdemos, lo estamos perdiendo!!.....
- Bueno, no hay nada que hacer.
-Apagar todo y vamonos.
Y todo quedó en la Nada, la completa y total Nada.
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