Este domingo había un sido un día familiar. Comimos un rico estofado cocinado por mi amado esposo, mi hijo mayor lavó la loza y yo con mi pequeño fuimos a jugar a su dormitorio.

Más tarde a mi hijo se le ocurrió ver sus películas nuevas compradas ese mismo día en la feria, buscó a su padre para que lo acompañara y estuvieron 4 horas entretenidos y por mientras aproveché de lavar ropa y hacer un buen aseo.

A las 19 horas fui a comprar algo para tomar once. Preparé unas ricas paltas, pancito y pasteles, adornè la mesa y los invitè a comer. El te y la conversa fueron muy agradable y nos reìmos mucho.

Nos acostamos a las 21 horas aprovechando que el pequeño se había dormido, una vez juntos piel a piel con mi esposo e interesada y ansiosa por hacer el amor, el me dice seriamente – Estoy aburrido de esta vida que llevamos, por qué no se mandan a cambiar unos meses y me dejan tranquilo”.

¡Exijo una explicación