Hola, princesa.
Anoche fuí al cine, a ver "El secreto de tus ojos". Nada que ver, pero no pude dejar de pensar en algunas cosas. Por ejemplo: ¿cuál es el secreto de tus ojos? Por que desde que comencé a verlos me cambió la vida. Desde que conocí tu sonrisa, producto del secreto de tus ojos, comencé a engañar a mi esposa. Nada grave, pero no le digo que te regalo cosas, o que trato de cruzar tu camino cada vez que puedo, que te llamo seguido, que te mando mensajes, o que te dije "me gustas". Le miento a una persona amada, en razón del secreto de tu sonrisa. Y le soy infiel, diciéndote "te quiero", disfrutando del roce de tu piel, soñando besos intensos, recorriendo con mis ojos tu cuerpo, imaginando caricias.
¿Qué secreto tienen tus ojos que hicieron de un hombre común un enamorado feliz de estarlo? ¿De donde surge esa sonrisa, que me hizo distinto y cuya ausencia sería un vacío imposible de llenar?
Hasta hace poco, tampoco creía en el alma... pero de donde surge esa sonrisa tuya? No son los músculos ni los globos oculares. Viene desde un alegre y profundo manantial, escondido en un interior secreto y hermoso. ¿Será en el alma?
Y también en la película me impresionó el amor profundo que Espósito tenía por Irene. Por circunstancias distintas a las mías, él solo expresaba su amor con los ojos, besándola con ellos. Y toda su vida la amó. Secretamente.
Lo mío no es un secreto para vos, pero es imposible para mí, como vos sabés, por varías razones, entre ellas que vos no estás enamorada de mí. Pero no es imposible que yo te ame para siempre, no importando si estoy casado, o aún vos te enamores de alguien. No puedo dejar de amar en secreto para otros esos ojos tuyos, esa sonrisa alegre. No quiero alejarme de ella. Sería menos feliz y extrañaría los pocos minutos que pasamos juntos.
Por eso te pido, princesa, que me dejes acompañarte como un súbdito contento de serlo, para servirte, protegerte, cuidarte y mimarte. Que me dejes alegrarme con tu sonrisa y sentir un escalofrío cuando te toco la mano. Estoy casado y contento de estarlo, pero te quiero. Si algún día te enamoras de alguien, ¿podrás quererme un poquito aún? Solo te pido ser tu compañero, tu pareja en un mundo inexistente de sueños, de los sueños que el secreto de tus ojos despierta en mi.
Este mail te lo iba a enviar. Pero lo voy a publicar en "los cuentos" Quiero que aunque sea una sola y desconocida persona sea testigo de mi compromiso para con vos. Y que esa persona imagine la belleza de la sonrisa que genera este cambio de vida en un simple mortal. Te mo. Carlos.
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