UNA MALA HEMBRA
Eres tú la que aún buscas mi daño y mi quebranto,
Mujer de mala entraña y turbio corazón…
¿Cómo pude quererte?..., hoy lo pienso y me espanto,
Por no haber advertido, a tiempo, tu traición…
Maldita sea mi suerte de haber querido tanto
A la hembra más perversa de toda mentación,
A la que me embrujaba con su fingido llanto,
Y que apagó, en su hielo, mi menguada ilusión…
¡Borrón y cuenta nueva…, vete con Dios, hermana!
¡No recuerdes mi nombre y olvídate de mí…!
¡No rondes por mi puerta ni atisbes mi ventana,
Porque yo, en mi desprecio, me he olvidado de ti…
Y si, un fugaz recuerdo, en resurgir se afana,
Es mi mente importuna, que me castiga así…
EMILIOSALAMANCA
6 Noviembre 2009
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