" No mencionaré tu nombre porque prefiero olvidar que existes.
Cuando uno come dulces amargos y fuertes
sólo menciona los placeres de una vida indiferente.
Esa brisa fresca matinal que se instala en mi sed.
Y de pronto en la colina apenas divisada,
ese estímulo de risas alocadas.
Una noche de amor no tiene precio, tampoco paga.
Sin embargo una sombra bajó para la calma
y aprendí a beber de mi renuncia.
Una lluvia suspicaz y renuente mojó mi cara,
adoptó un pasado que adopta el futuro.
Calladamente recibo el fresco aliento de esa brisa,
y una Gestalt, que son dos imágenes contrapuestas,
se instalan como cuestión de vida o muerte.
Es en vano esperar que nada cambie si todo muta,
impremeditado, en silencio, lentamente,ya no es.
Ya no es ni será jamás pisoteado por un bisonte,
disuelta rapidamente como estela de madrugada.