Adiós.
Rodrigo y Maritza mantenían una relación; algo peculiar, amigos o algo más que amigos. Maritza misma no sabía a plenitud; constantemente se preguntaba en qué se fundamentaba dicha relación, qué era aquello que estaba viviendo.
Estaba clara solo en una cosa, el amor que sentía por Rodrigo; tenía conciencia plena de sus sentimientos.
Por otro lado Rodrigo, hombre de mundo, interesante y apasionado, dispuesto a luchar por la defensa de sus ideales, vivía en su mundo, mundo del cual Maritza sabía muy poco. Más, sin embargo, ella asumía que amaba por ambos.
La distancia, la soledad y el silencio aparecen, cuando asumimos posiciones en la vida, no solo por nosotros mismos, sino por otras personas.
En cuestiones del amor, no basta con que tú ames; pues ese sentimiento nunca será suficiente para dos. Tus sentimientos por grandes y sinceros, siempre serán solo tuyos.
Compartidos ¡si!, solo si es sentido por los dos; hoy en medio de la distancia, la soledad y el silencio, Maritza espera de quien tanto ama, se digne por lo menos a romper el silencio, si llego la hora de decir adiós.
"Es tan corto el amor y tan largo el olvido" Pablo Neruda. |