UN VIRUS EN LA PÁGINA
Un moscardón, que sigue zumbando en mis oídos,
Tozudo en amargarme la letra y la existencia,
Un zopenco, que intenta agotar mi paciencia
Y que, con insistencia, conturba mis sentidos…
¡Como ya soy más viejo, por los años cumplidos,
Y el perdón me aconseja mi cristiana creencia,
Pasaré sus ataques, a los grandes olvidos,
Y apreciaré los gestos del resto de la audiencia!.
¡No vas a sojuzgarme, contumaz insolente,
Que alardeaste un día, de tu universidad!...
Seguro que, en las aulas, anduviste de oyente,
Y taponó tu oído, la envidia o la maldad…
¡No mereces aprecio, porque eres mala gente…
Y…, no hables de los otros ni de su caridad!.
Que tú, de religiones, ni viste el catecismo,
Y en la escuela sacaste diploma de cinismo…
EMILIOSALAMANCA
5 Noviembre 2009
|