-¿A si?, ¿perdonarte?
- Si, asi es, perdonarme, no he hecho nada mas placentero que esto en mi vida.
- ¿Que dices, me estas malgastando un broma?
- Ningún testamento tiene mas verdad que mis palabras, y si algún problema tienes con eso, no dudes en desenvolverlo hacia mi.
- ¡Ya no se hable más!. Tienes la cara de arrogante de tu abuelo, eres él cuando joven.
- Bien sabes que mi abuelo no influyó en mi cuando era joven, es más, toda persona necesita de su abuelo para ser malcriado, pues no lo tuve yo, y derecho he crecido.
- Nuestra Grecia no tolera tratos irracionales, tu hermano te amó y ningun error cometió en toda su vida como para desgarrarle asi su alma. Su alma es digna de esfinge y los sabes.
- Señor, haga lo que desee conmigo, pero tenga en cuenta que nunca estuve, ni voy a estar de acuerdo con usted. Ni sus leyes son hechas para cumplir, ni tú, rey, has nacido para crearlas. Dentro de mucho tiempo este mundo necesitara de leyes salomónicas, como tú ahora las necesitas y no las utilizas. Algún poderoso ser se apiade de nosotros, mi cuerpo se desgana al pensar en el futuro, por eso te lo entrego a tí, y prueba con él una de tus penas...