Tomado del libro; Asi fue mi crianza/ Recuerdos de un nativo de Chanduy. por; Roberto Lindao Quimí.


Lo contaré cuando se murieron mis abuelitos. Se enfermaron todos dos juntos. En esos años atras era muy dificil curarse porque no se conseguia la medicina tan rapido. Habia que salir al cantón Santa Elena en busca de doctor y como también muchas veces no habia dinero disponible, por mas pronto se buscaba un curandero. Esos señores si habian en el pueblo. Habian veces que se curaban y cuando no, se morían y comoo mis abuelitos se enfermaron grave (paludismo), se murieron en el mismo año 1939 en el mes de septiembre. El 19 murió mi abuelita, la señora Lucía Lindao, y se le dio sepltura el 20. Cuando lo iban a llevar a sepultarlo, como mi abuelo estaba enfermo, lo levantaron de su cama para hacerlo despedir, y al despedirse le dijo "Andate adelante, que yo voy mas atras". Por la noche de 20, osea del mismo dlia, falleció mi abuelito, el señor Jose Candelario Quimi.


Le contare como era la costumbre de hacer los velorios de los muertos. Primero le sacaban la ropa del muerto que tenia puesto, y le ponian otra que no era de color, preferible blanco. Mi abuelita tenia hecho una falda blanca y una blusa, todo cosido por su propia mano, de percalina blanca color blanca. La falda era larga hasta la guayaba. Mi abuelito habia mandado a hacer donde el sastre una camisa (llamada cotona, de manga larga y puños sin boton) y un pantalón, todos dos blanco. Los muerto a veces llevan medias, pero zapatos no.

Las ropas que le sacaban a los muerto y algo mas de su ropa del muerto, la colocaban en el fondo del ataul como colchon. Los zapatos y la ropa de mi abuelito lo ponian en una funda de tela que colocaron por el lado de los pies con e sombrero suelto. Los muertos no van con nada de oro ni dientes postizas tampoco. asi van...con nada.

Antes de conseguir el ataul, lo sacaban al muerto a la sala de la casa y lo colocaban sobre una mesa baja hecha de cualquier tabla, siempre con unas tablitas tambien a los lados para las velas. Le cruzaban los dedos de las manos sobre el pecho y le ponian una sabana blanca (de lienzo blanco comprado en tienda) sobre el cuerpo hasta el cuello, y muchas veces un panuelo sobre la cara. Colocaban las velas prendidas por los costados del cuerpo del cuerpo del muerto, 4 o 5 de cada lado, y dos velas por atras de la cabeza y dos atras de los pies, todas encendidas. Los familiares que venian a la acompaña, traían un paquete de velas. Las velas que terminaban, enseguida prendian otras. En esa forma lo velaban 24 horas.

Continuará...