Inicio / Cuenteros Locales / masterdam / Los clavos crucifican las familias
Por dos razones. En realidad no sé cuántas, pero dos es un buen número, porque nunca tengo tantas ideas como para que sean más que dos.
La concha de tu hembra va entre las dos piernas haciendo sombra sobre el suelo de Tucumán. Yo no puedo decirte que a más o menos un metro del suelo hace intangibles conchobaras el movimiento de Madelca. No sé nada. Tal vez esperara de tu obstinada nobleza, boludo de mí por no saber que boludo de vos, que te enconcharas con la rubiecita amiga de tu hermana.
Jueves de matar a Jesucristo. Los clavos crucifican las familias. Yo me voy a ir a la mierda.
Madelca vuelve de la mierda, apacible y deshabitado paraje, porque todos se quedan a vivir en el camino o los matan los indios. Salvo que los encuentre Cheyenne, salvedad de la salvedad, que por su complejo de excesos dimensionales facilite el almuerzo de los infieles.
Llega el veinticinco desde Tucumán. También su silencio vendrá con tonada.
El domingo es un día triste. Se va se va la barca
y en alta mar gustaba de tocar
la poronga a los marineros
en alta mar en alta mar. Mi novia es suave, suena a olor a pasto como la mañana pero yo me levanto tarde, cuando ya tiene olor a chivo y en vez de sonar a pasto sueno yo con el olor a chivo. Mi novia es linda
Mi novia es alta, mi novia aaaltaAAAaalta. Dura como
el agua y redonda como la vida
mi novia es linda es buena, es alta es
inteligente y es nunca.
se va la barca a la mierda
y mi novia se fue a la guerra
porque el vago de Mambrú se quedó
apolillando.
JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT
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Texto agregado el 01-11-2009, y leído por 129
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