Capítulo 18
Cuartel Shinsengumi, mediodía.
Habían pasado tres semanas desde que los escuadrones estaban refugiados en el ex cuartel Shinsengumi y todo parecía marchar normalmente, Megumi, se recuperaba muy bien de sus lesiones y ya quería volver a dedicarse a sus amados robots. Sanosuke iba a verla todos los días, lo cual levantó sospechas en todos sus amigos y el que más se lo recordaba era Yahiko.
- Así es que la señorita Megumi es la dueña de tus sueños- le decía en tono seudopoeta irónico.
- Cállate niñito….- le respondía Sano sabiendo cuanto le molestaba a Yahiko ser llamado o tratado como niñito.
- A quién le dices niño.
- A ti.
Y comenzaba la pelea que se llevaba las risas de todos, menos de una… Kaoru.
- Lo siento, Kaoru- dijo la comandante de Ishin Shishi- Pero estamos copados ahora, además no veo que viviendo bajo el mismo techo, tenga algún sentido tu traslado.
Hasta ahí habían llegado los planes de Kaoru de cambiarse de escuadrón.
- Pero vamos, amiga- decía Misao- no es tan malo… Además ya lo hablaste con Kenshin y para él todo sigue como siempre ha sido.
- Tienes razón, pero para mí las cosas ya no pueden ser como antes.
- Yo no veo que sean distintas.
- Pero lo son… Por Dios, Misao, me acosté con él.
- Y?- por lo visto, su amiga no veía ningún problema en ello- Te acostaste con él y qué, no es que estés embarazada o sí?
- No, pero eso cambia las cosas.
- Las cambia si tú quieres que cambien…
Efectivamente, para Kenshin no había demasiados cambios, o sea, él seguía tratando a Kaoru como su hermana menor y como la esposa de su mejor amigo… Lo que había pasado esa noche…
- Una curadera fue- le dijo a Aoshi- Eso fue todo una simple y vulgar curadera… Y hay que tomarla como tal...
- Me parece bien. Pero, supe algo…
- Saito te dijo- dijo Kenshin serio.
- Me insinuó algo… Me dijo que llegaría a ser capitán pronto.
- Sí, puede que sea verdad, pero todavía no es seguro, pero si lo es, te aseguro que te recomendaré.
- Gracias.
No volvieron a tocar el tema, sin embargo parecía ser importante, al menos así lo vio Tsubame que en ese momento pasaba por el parque donde conversaban los dos jóvenes.
Monte Hiei, medianoche.
Shishio observaba la construcción de un nuevo mecha. Todo parecía ir viento en popa.
- No me rendiré, este será el máximo oponente para esos bastardos, recuperaré a Yumi y por fin podremos conquistar Japón… Este es mi máximo logro. Ya lo verán. Volveré a Ciudad Edo a destruirlos a todos… Nadie podrá oponerse Ni siquiera el Golem.
- Señor Shishio- le habló una voz- está todo listo para transportar el mecha.
- Perfecto, Souji- dijo Shishio- Pronto esos bastardos sabrán lo que es mi poder.
- Su barco está listo, señor Shishio. El transporte lo espera para llevarlo a él.
- Eres mejor que tu antigua versión, Souji… Mucho más eficiente.
- Gracias, señor Shishio. Se hace tarde.
Dos días después, Ciudad Edo.
La vida transcurría pacífica… Los días de primavera se hacían cada vez más evidentes y eso llamaba a pasar muchas horas en parque. Megumi era la única que no tenía tiempo para eso, tenía que reparar a todos los robots, por lo que pasaba muchas horas en el hangar. Afortunadamente para ella, esos días Sano había estado cada vez más presente para apoyarla y ayudarla.
- Me puedes pasar esa llave?- dijo ella apuntando a la caja de herramientas.
- Ésta?
- Sí.
- Cuando termina tu turno?- le dijo Sano a la chica.
- Bien- dijo ella pensativa sin apartar la vista de sus robots- En una hora más voy a almorzar.
- Entonces te invito a almorzar… Te prometo de devolveré al hangar a la hora que tu desees.
- Gracias- dijo Megumi enrojeciendo.
En otro lugar del cuartel, tres chicas conversaban aprovechando que los hombres estaban entrenando artes marciales.
- No les había querido decir antes- dijo Tsubame de pronto, pero hace unos días escuché que Aoshi será nombrado capitán.
- Dónde escuchaste eso?- dijo Misao.
- El propio Kenshin lo dijo… Creo que algo planea, pero no estoy segura.
Kaoru sólo se quedó pensando… Y si Kenshin decidía irse? Y sin la verdad nada era tan normal como él quería hacerle ver?
- Voy a hablar con él- dijo de pronto la joven Yukishiro.
- Pero…
- Será mejor que lo sepa si es algo importante y debe serlo del punto que Aoshi puede ser promovido.
- Sí, pero no hables con él todavía- dijo Misao- Acuérdate que hemos recibido informes de que puede haber un posible ataque de ese bastardo de Shishio y cualquier tema ajeno a eso puede traer problemas a la cohesión del grupo.
- No sé… No me parece que sea para tanto, además no es nada seguro… Hemos destruido la gran parte de la tropa de Shishio y tenemos a su número uno, Yumi, no me parece que vaya a atacar pronto.
- Según supe, en el interrogatorio, Yumi dijo que ahora, en este momento, cuando Shishio está más desesperado, es cuando más peligroso se pone.
- Esta bien, está bien- dijo Kaoru con fastidio- Al fin y al cabo, si algo ocurre, o si Aoshi es promovido, será después de que haya pasado todo peligro.
La joven se paró y comenzó a caminar en dirección a la casona- cuartel.
- A dónde vas- dijo Misao.
- A recostarme a mi pieza… Mucha información para el día de hoy.
Sin embargo, al llegar a la puerta de su recámara, la joven escuchó la voz de Kenshin y Aoshi y se quedó ahí esperando encontrarlos y enfrentarlos.
- Así es que está todo listo?- preguntó Aoshi.
- Sí… Saito ya me dio el permiso, además es algo que necesitamos, Inglaterra es el mejor país constructor de robots a vapor… Tenemos que aprovechar el intercambio y las buenas relaciones… Partiré en un mes más.
- ¿Por cuánto?- dijo el joven Shinomori.
- Si es posible me quedaré allá y comenzaré de nuevo… Hace mucho tiempo que lo deseaba, desde que murió Tomoe, pero no me había querido ir porque no podíamos encontrar a Enishi.
- Entonces todo lo dejarás atrás.
- Prometo escribir eso sí, además, si conseguimos establecer comercio de robots con Inglaterra sabrán de mí.
- Siento mucho que te vayas, pero es algo que tal vez debas hacer.
- Tengo que hacerlo.
Kaoru casi no respiraba al escuchar esto. Kenshin se iba a Inglaterra… Era algo que tenía prometido, pero nunca pensó que lo cumpliría finalmente… “Lo deseaba desde que murió Tomoe”. Antes de que los hombres doblaran la esquina del pasillo, Kaoru entró rápidamente a su habitación, ya no era necesario enfrentarlo.
|