Los nómades del desierto reunidos en la tienda soportaban la ventisca de arena y el sol abrasador. Carcajearon animados en el momento en que uno de ellos en tono burlón expresó.
-si sobre esta perpetua aridez, llegare a caer del cielo; cubos de hielo, sodas y cerveza, juro por Alá que he de cercenarme una mano.
Texto agregado el 30-10-2009, y leído por 157
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