Te fuiste. Desde ese preciso instante supe que nada volvería a ser igual... nada volvería a ser... parece que estaba en lo correcto.
Te encargaste de que así fuera. Quizás no lo quisiste. Me gustaría pensarlo así. Duele menos. Extiende un poco la esperanza. Pero, ya ni esperanza queda; queda dolor, amargura, pero también recuerdos, satisfacción de saber que aprovechamos cada instante posible mientras duró. Me gustaría mentirme y decir: "Tranquilo, volverá algún día".
Pero yo mismo sé que no es así. Sería engañarme. No me gusta engañar y mucho menos ser engañado. Cuando estabas a mi lado, pude soñar, vivir, reir... llorar, sentir, jugar... sé que todo esto es aún posible, pero ya no sabe igual. No se disfruta... no de la misma manera... no puedo. Tengo una barrera que no me deja hacerlo... quiero saber por qué es ésto... bueno, creo que lo llaman "amor". Puede que así sea. Otros lo llaman estupidez. Puede ser que sea lo segundo. No me extrañaría: así soy. Un estúpido que se enamoró de alguien que no supo, o no pudo, corresponder como debería haber sido. Me dejaste muchas cosas... claro que también me dejaste a mí. No sé si agradecer lo que pasó o maldecir porque se acabó tan rápido. Lo único que yo sé es que te amé... aún lo hago.
Si no puedo sacarte de mi cabeza debe ser por eso, ¿no es así?