Figuras literarias
Se denomina figuras literarias a ciertas formas de utilizar las palabras en el sentido que, aunque son empleadas con sus acepciones habituales (aspecto que las diferencia de los tropos), son acompañadas de algunas particularidades fónicas, gramaticales o semánticas, que las alejan de su uso normal, por lo que terminan por resultar especialmente expresivas. Debido a esto, su uso es característico, aunque en modo alguno exclusivo, de las obras literarias.
De forma coloquial, reciben también el nombre de recursos literarios, recursos estilísticos, recursos retóricos, figuras retóricas, figuras del discurso, etc.
Las figuras, junto con los tropos, constituyen dentro del ámbito de la Retórica, uno de los formantes básicos del ornatus retórico, el constituyente principal de la elocutio.
Las figuras literarias se dividen en dos grandes grupos: las figuras de dicción y las figuras de pensamiento.
Contenido
• 1 Figuras de dicción
o 1.1 Figuras de transformación
o 1.2 Figuras de repetición
o 1.3 Figuras de omisión
o 1.4 Figuras de posición
• 2 Figuras de pensamiento
o 2.1 Figuras de amplificación
o 2.2 Figuras de acumulación
o 2.3 Figuras lógicas
o 2.4 Figuras de definición
o 2.5 Figuras oblicuas
o 2.6 Figuras de diálogo o figuras patéticas
o 2.7 Figuras dialécticas
o 2.8 Figuras de ficción
• 3 Catálogo alfabético de figuras literarias
Figuras de dicción
Las figuras de dicción afectan primordialmente a la forma de las palabras, aunque en ocasiones inciden también sobre el significado. Se distinguen cuatro categorías: figuras de transformación, figuras de repetición, figuras de omisión y figuras de posición.
Figuras de transformación
Las figuras de transformación (o metaplasmos ) consisten en la utilización de formas léxicas que serían, en teoría, incorrectas en la lengua ordinaria. Las más conocidas de estas figuras son las licencias métricas.
Las figuras de transformación son las siguientes: prótesis, epéntesis, parágoge, aféresis, síncopa, apócope, diástole o éctasis, sístole, diéresis, sinéresis, sinalefa, ecthlipsis y metátesis.
Figuras de repetición
Las figuras de repetición consisten en el uso de elementos lingüísticos (fonemas, sílabas, morfemas, frases, oraciones...) que ya habían sido usados en el mismo texto. La repetición no tiene por qué ser necesariamente exacta, por lo que en muchas ocasiones se dan casos de semejanza.
Las figuras de repetición son las siguientes: aliteración, onomatopeya, homeotéleuton, anáfora, epífora, complexio, geminación, anadiplosis, gradación, epanadiplosis, polisíndeton, annominatio (paronomasia, derivatio, figura etimológica, diáfora, políptoton), traductio, equívoco/antanaclasis, paralelismo (isocolon, parison, correlación), quiasmo y commutatio/retruécano.
Figuras de omisión
Las figuras de omisión consisten en la supresión de un elemento lingüístico necesario, en teoría, para la construcción del texto. Su uso tiende a aligerar la expresión.
Las figuras de omisión son las siguientes: asíndeton, elipsis, zeugma, silepsis y reticencia / aposiopesis.
Figuras de posición
Las figuras de posición son aquellos procedimientos que se basan en la alteración del orden normal de las partes de la oración.
Las figuras de posición son las siguientes: hipérbaton, anástrofe, tmesis y synchysis/mixtura verborum.
Figuras de pensamiento
Las figuras de pensamiento afectan principalmente al significado de las palabras.
Se distinguen las siguientes categorías: figuras de amplificación, figuras de acumulación, figuras lógicas, figuras de definición, figuras oblicuas, figuras de diálogo, figuras dialécticas (o de argumentación) y figuras de ficción.
Figuras de amplificación
Aunque la, en latín, amplificatio, no es tanto un desarrollo más por extenso de una idea sino más bien su realce (por un uso especial de la entonación, por ejemplo), en la práctica las figuras de amplificación incluyen técnicas de alargamiento de los contenidos de un texto.
Las figuras de amplificación son las siguientes: expolitio, interpretatio, paráfrasis, isodinamia, digresión y epifonema.
Figuras de acumulación
Las figuras de acumulación son procedimientos que buscan la adición de elementos complementarios a las ideas expuestas.
Las figuras de acumulación son las siguientes: enumeración, distributio, epífrasis y epíteto.
Figuras lógicas
Las figuras lógicas son procedimientos que tienen que ver con las relaciones lógicas entre las ideas dentro de un texto; de forma especial, se considera la relación de contradicción o antinomia, por lo que la figura lógica por antonomasia es la antítesis. Como variantes de esta, se encuentran la cohabitación, la paradoja y el oxímoron.
Figuras de definición
Las figuras de definición (y descripción) se utilizan para reflejar lingüísticamente la esencia o apariencia de los temas tratados (personas, objetos, conceptos...).
Las figuras de definición y descripción son las siguientes: definitio, prosopografía, etopeya, pragmatografía, topografía, cronografía y evidentia / demonstratio.
Figuras oblicuas
Las figuras oblicuas designan de forma indirecta una realidad utilizando las palabras en sentido apropiado. Constituyen la frontera con los tropos.
Las figuras oblicuas son las siguientes: perífrasis / circunloquio, lítotes y preterición.
Figuras de diálogo o figuras patéticas
Las figuras de diálogo son las propias del estilo directo, pues subrayan el carácter comunicativo del discurso. Se denominan también figuras patéticas pues pretenden incidir afectivamente en el destinatario.
Las figuras de diálogo son las siguientes: apóstrofe / invocación, exclamación, interrogación retórica, optación y deprecación.
Figuras dialécticas
Las figuras dialécticas o de argumentación son las propias de los debates dialécticos (la disputatio, en latín); se trata de técnicas argumentativas.
Las figuras dialécticas son las siguientes: concessio, correctio, dubitatio, communicatio, conciliatio y distinctio / paradiástole; pueden, además, incluirse aquí las llamadas probationes argumentativas, o pruebas expuestas por el orador para defender su argumentación: simile, argumentum y sententia.
Figuras de ficción
Las figuras de ficción permiten presentar como reales situaciones imaginarias.
Las figuras de ficción son las siguientes: personificación / prosopopeya, sermocinatio / idolopeya y subiectio / percontatio.
Catálogo alfabético de figuras literarias
Con el objeto de disponer de una visión de conjunto de las figuras literarias, se ofrece a continuación un listado por orden alfabético. Aunque propiamente no sean figuras, se incluyen también en el listado los tropos, pues popularmente se incluyen, junto con aquellas, bajo el marbete genérico de "recursos literarios o estilísticos".
A
• Aféresis, Alegoría, Aliteración, Anacoluto, Anadiplosis, Anáfora, Anástrofe, Animalización, Annominatio, Antanaclasis, Antífrasis, Antítesis, Antonomasia, Apócope, Aposiopesis, Apóstrofe, Argumentum, Asíndeton, Asonancia.
B
• Batología.
C
• Cacofonía, Calambur, Captatio Benevolentiae, Catacresis, Circunloquio, Clímax, Cohabitación, Communicatio, Commutatio, Comparación, Complexio, Concatenación, Concessio, Conciliatio, Correctio, Correlación, Cosificación, Cronografía.
D
• Datismo, Definitio, Demonstratio, Deprecación, Derivación, Derivatio, Diástole, Diéresis, Digresión, Distinctio, Distributio, Dubitatio.
E
• Ecthlipsis, Enálage, Encabalgamiento, Endíadis, Elipsis, Énfasis, Enumeración, Epanadiplosis, Epéntesis, Epífora, Epífrasis, Epíteto, Epifonema, Equívoco, Etopeya, Eufemismo, Evidentia, Exclamación, Expolitio.
F
• Falacia patética, Figura etimológica.
G
• Geminación, Gradación.
H
• Hipálage o Epíteto transferido, Hipérbaton, Hipérbole, Hipotiposis, Homeotéleuton.
I
• Idolopeya, Interpretatio, Interrogación retórica, Invocación, Ironía, Isocolon, Isodinamia.
L
• Lítotes.
M
• Metáfora, Metalepsis, Metátesis, Metonimia, Mixtura verborum.
O
• Onomatopeya, Optación, Oxímoron.
P
• Palindromía, Parábola, Paradiástole, Paradoja, Paráfrasis, Parágoge, Paralelismo, Parison, Paronomasia, Percontatio, Perífrasis, Personificación, Pleonasmo, Polisíndeton, Políptoton, Pragmatografía, Preterición, Prosopografía, Prosopopeya, Prótesis.
Q
• Quiasmo.
R
• Repetición, Reticencia, Retruécano.
S
• Sarcasmo, Sententia, Sermocinatio, Silepsis, Símil, Simile, Sinalefa, Síncopa, Sinécdoque, Sinéresis, Sinestesia, Sístole, Subiectio, Synchysis.
T
• Tautología, Tmesis, Topografía, Traductio.
Z
• Zeugma.
Notas
1. La palabra metaplasmo es un cultismo del griego que significa literalmente "transformación".
Tropo (retórica)
Tropo (del latín tropus, y este del griego trópos, que significa «traslado») es, en retórica, una licencia que consiste en el uso de una palabra inapropiada para designar un concepto. El uso de los tropos es un constituyente principal del ornatus retórico, una de las cualidades de la elocutio.
Dependiendo del distinto tipo de relación establecida entre los conceptos que posibilitan el intercambio léxico, se distinguen los distintos tipos de tropos: la metáfora, la alegoría, la hipérbole, la metonimia, la sinécdoque, la antonomasia, el énfasis, la antistasis y la ironía.
La retórica clásica constaba de un tratado llamado De tropis donde se estudiaba el uso de las palabras en un sentido distinto del habitual. Los tropos ocupan un lugar importante en el lenguaje literario, especialmente en la poesía lírica, aunque no exclusivamente: pueden encontrarse también en el lenguaje coloquial.
La prótesis es un recurso literario que consiste en agregar un fonema al principio de una palabra sin alterar su significado.
La prótesis corresponde al grupo de figuras de transformación dentro de las figuras retóricas
Epéntesis es, en fonología, un tipo de intrusión. Se denomina de esta forma a la adición de un fonema o más en el interior de una palabra, esto es, la intercalación o adición de un segmento, en general vocálico, en una secuencia fonológica. Sucede naturalmente en la evolución de los lenguajes . Se ve en el siguiente ejemplo de la lengua española en el cual tras la caída de la "e", aparece una "b" que ayuda a marcar el límite entre las dos sílabas: (humerum > hom'ro > hombro). El elemento epentético sería la "b".
También puede ser usado deliberadamente como metaplasmo, creando una nueva palabra o neologismo; los motivos son sumamente variables, puede ser, por ejemplo, para adaptar una palabra de origen extranjero a la forma canónica de la lengua o para facilitar la articulación según la estructura fonológica de la lengua o por otros motivos; en literatura técnica la epéntesis se llama también anaptixis (gr. ‘desarrollo’).
Ejemplo: Calvarium >> Calavera,
Se denomina paragoge al metaplasmo que consiste en agregar un fonema o más, etimológico o no y por lo general una vocal, al final de un vocablo, como por ejemplo en felice por "feliz", en huéspede por "huésped". Se denomina también epítesis y se utilizaba en el romancero y en la versificación o métrica para aumentar artificialmente el cómputo silábico del verso.
La paragoge épica de los cantares de gesta y de los romances poseía la función, según Ramón Menéndez Pidal, de dar un carácter arcaico a la lengua y con tal propósito los juglares mantenían en palabras finales de verso la –e final etimológica, ya perdida entonces, pero viva hasta el siglo XI (así, en el Cantar de Mio Çid, trinidade, alaudare), y añadían una –e paragógica a palabras que etimológicamente no la poseían (mase "más", sone "son", alfoce, "alfoz"), bien por ultracorrección arcaizante, bien por licencia poética.
Ejemplo:
¿Qué morada te aguarda? ¿qué alta cumbre,
qué prado ameno, qué repuesto bosque
harás tu domicilio? ¿en qué felice
playa estampada tu sandalia de oro...
Este uso de la parágoge corresponde al verso 64 de Alocución a la poesía de Andrés Bello. El poeta recurrió a esta figura para obtener el endecasílabo que requería la forma métrica que utiliza en el poema.
Aféresis (fonética)
Aféresis es la pérdida de un sonido o grupo de sonidos al comienzo de una palabra. Esta puede darse en la evolución patrimonial de una palabra, por ejemplo, del latín al español:
:lectorile > letril > latril > atril.
La aféresis puede ser de una letra inicial. Por ejemplo. la pérdida de la p en palabras como psicología a sicología.
Más concretamente, la aféresis es un metaplasmo donde se produce la pérdida o desaparición de uno o varios fonemas o sílabas al principio de algunas palabras (cuando la pérdida se produce al final de la palabra se denomina apócope, y si la pérdida tiene lugar en medio de la palabra se llama síncopa).
Aféresis en poesía
La aféresis es un recurso poético consistente en la supresión de una sílaba al principio de una palabra. Este recurso poético era habitual en la poesía en español hasta el Romanticismo, siendo muy usado en el siglo de oro ya que la exigencia métrica en las distintas estrofas conllevaba este tipo de licencias y libertades; sin embargo, luego cayó en desuso, siendo hoy en día muy raro encontrarla y constituye cuando se da un rasgo de extrañamiento más que un recurso métrico.
Síncopa (figura literaria)
La síncopa (del griego, syn- + kopein, “cortar, reducir”) es una figura literaria de dicción que consiste en la supresión de algún sonido dentro de una palabra. Se basa en el fenómeno lingüistico de la síncopa.
Apócope
En gramática, una apócope (del griego apokopé < apokopto, "cortar") es un metaplasmo donde se produce la pérdida o desaparición de uno o varios fonemas o sílabas al final de algunas palabras (cuando la pérdida se produce al principio de la palabra se denomina aféresis, y si la pérdida tiene lugar en medio de la palabra se llama síncopa). Era figura de dicción según la preceptiva tradicional.
El género de esta palabra es femenino.
En español se apocopan algunos adjetivos, adverbios, sustantivos, verbos y determinativos.
Diástole (figura literaria)
En retórica, la diástole (o éctasis) es una figura literaria de dicción que en latín permitía que una sílaba breve se pronunciara como larga. En lenguas donde no existe la cantidad vocálica, así el español, la figura se aplica a la acentuación: adelantar la posición del acento de una sílaba a la siguiente (en ocasiones, con el objeto de facilitar ciertas rimas).
Ejemplo:
El conde mi Señor se va a Napoles
Y el Duque mi Señor se va a Francía
Majestades, merced, porque este día
Pesadumbre daré a unos caracoles.
Luis de Góngora.
Sístole (figura literaria)
En retórica, la sístole es una figura literaria de dicción que en latín consistía en convertir una sílaba larga en una breve; en español, implica atrasar la posición del acento de una sílaba a la anterior. Es la figura opuesta a la diástole (figura literaria).
Ejemplo:
E ya, pues, desrama de tus nuevas fuentes
en mí tu subsidio, inmórtal Apolo.
Juan de Mena, Laberinto de Fortuna.
Diéresis
Diéresis se puede referir a:
• La disolución de un diptongo (dialefa);
• El signo usado para indicar la separación de un diptongo, llamado también crema o cremilla. Véase diéresis (signo).
• signo de entonación
Sinéresis
La sinéresis o sinieresis es, en métrica, el recurso que permite ligar las vocales de un hiato deshaciéndolo, para lo cual se debilita el timbre de la vocal más débil a fin de crear un diptongo artificial con el propósito de disminuir en uno el cómputo total de sílabas del verso. Es lo contrario de la diéresis, pero, de forma distinta a esta, no se señala con ningún signo gráfico especial.
En lingüística, la sinéresis se produce con frecuencia en algunas lenguas en las que existe una tendencia antihiática pronunciada, como por ejemplo el español. Así, por ejemplo, es bastante frecuente, en una pronunciación relajada, oír /é-roe/ o /é-rue/ en vez de /é-ro-e/ "héroe", /real-mén-te/ o /real-mén-te/ en vez de /re-al-mén-te/ "realmente", etc. El proceso no se detiene ahí, sino que continúa debilitando la vocal más débil del antiguo diptongo hasta su desaparición total o la modificación de su timbre: ara en vez de "ahora", Uropa en vez de "Europa"; induropeo en vez de indouropeo, antes "indoeuropeo", etc.
Un ejemplo de A. Machado:
Es una noche de invierno.
Cae la nieve en remolino. (La palabra cae se considera monosílaba)
Los Alvargonzález velan
un fuego casi extinguido.
entregar). Los sonidos que metatizan pueden estar contiguos, hablándose
entonces de metátesis en contacto como en vidua > viuda; o bien, pueden estar separados, originando una metátesis a distancia como en los ejemplos aducidos en la metátesis recíproca.
Existen otros tipos de metaplasmo (la sustitución de un fonema por otro, por ejemplo agüela por abuela). No debe confundirse con la haplología (la supresión de una sílaba semejante a otra cercana dentro de la misma palabra, como por ej. "alredor" por alrededor o "competividad" por competitividad).
Las figuras de repetición son las siguientes:
aliteración, onomatopeya, homeotéleuton, anáfora, epífora, complexio, geminación, anadiplosis, gradación, epanadiplosis, polisíndeton, annominatio (paronomasia, derivatio, figura etimológica, diáfora, políptoton), traductio, equívoco/antanaclasis, paralelismo (isocolon, parison, correlación), quiasmo y commutatio/retruécano.
Aliteración,
Es un dispositivo de estructura caracterizado por la reiteración de la consonante inicial en el principio de dos palabras consecutivas o ligeramente separadas. Dicho de otra manera, es la repetición de sonidos consonantes (fonemas) al principio de palabras o de sílabas acentuadas, como por ejemplo el verso de Zorrilla "el ruido con que rueda la ronca tempestad".
A veces la repetición de sonidos vocálicos también es conocida como aliteración.
En lingüística una onomatopeya es el uso de una palabra, o en ocasiones un grupo de palabras, cuya pronunciación imita el sonido de aquello que describe. Ejemplos típicos de onomatopeyas son "bum", "pam", "clic", "clá" o "crac". Algunas onomatopeyas son utilizadas para describir figuras visuales en vez de sonidos, como "zigzag".
Las onomatopeyas son empleadas también para describir el sonido emitido por animales. Existen onomatopeyas en todos los idiomas aunque generalmente difieren de uno a otro, a veces radicalmente, ya que la mayoría de los sonidos no se pueden articular fonéticamente. Algunos ejemplos de esto son:
• Abeja - Bzzz Bzzz
• Ave - pío (español)- tweet (inglés) - cui cui (francés) - Piep Piep (alemán)
• Cerdo - huik-huik (español) - oink oink -buu buu (japonés)
• Delfín - iiii iiii
• Gallo - kikiriki (español) - cock-a-doodle-doo (inglés) - kokekokkoo (japonés) - Cocorico (francés) - Kikeriki (alemán) - kúkuriguu (búlgaro)
• Gato - miau (español) - meu (catalán) - meow nyaa (japonés)- Miaou (francés) - Miau (alemán)
• Grillo - cri-cri (español)
• Mariposa - rsss rsss
• Oveja - bee (español)(y no se pronuncia de corrido, sino con una especie de tartamudeo) - baa (inglés)- mee (japonés) - Bê (francés) - Mäh (alemán)
• Pato - cuac (español) - quack (inglés)
• Perro - guau (sorprendido) (español) - woof (inglés) - wan (japonés) - ouah ouah (francés) - Wau Wau (alemán) - bub-bub (catalán) - ão-ão (portugués)
• Pez - glup glup
• Ratón - ii - chuu (japonés)
• Vaca - muu (español)- Moo' (inglés) - Meuh (francés) - Muh (alemán) moo (japonés)
•
El idioma japonés es posiblemente la lengua más rica en onomatopeyas, ya que éstas se encuentran incorporadas en el habla cotidiana y son utilizadas tanto para describir sonidos como figuras o para enriquecer acciones. Existen así, por ejemplo, alrededor de diecisiete onomatopeyas para describir el acto de caminar, permitiendo discernir entre pequeños pasos de bebé, un paso acelerado o un caminar arrastrando los pies.
Las onomatopeyas son comúnmente utilizadas en historietas como efectos de sonido.
Nombre de las voces de rueda
• Abeja, avispa, mosca, mosquito: zumba
• Águila: chilla.
• Asno, Burro: rebuzna, ornea, rozna.
• Becerro: berrea.
• Ballena: canta.
• Buey: muge.
• Búho: búha.
• Lechuza, Autillo, Mochuelo: ulula.
• Caballo: relincha, bufa
• Cabra: bala.
• Cabrito: chozpa.
• Cerdo: gruñe, guarrea, chilla.
• Ciervo: bala, berrea, ronca, brama.
• Cigarra, Chicharra: chirría.
• Cigüeña: crotora.
• Cisne: grazna.
• Cocodrilo: llora.
• Conejo, Liebre: chilla, zapatea.
• Conejillo de Indias: chilla.
• Cordero: bala, chozpa.
• Coyote, Chacal: aúlla.
• Cuervo, Grajo, Urraca: grazna, grajea, urajea, vozna, croaja, crocita, crascita.
• Delfín: chasquea.
• Elefante: barrita.
• Gallina: cacarea, cloquea, cloca.
• Gallo: canta, cacarea.
• Gamo: bala, gamita, ronca.
• Ganso: grazna.
• Gato: maúlla, bufa, ronronea, maya, marramiza.
• Gorila: gruñe.
• Gorrión: gorjea.
• Gaviota: grazna.
• Golondrina: trisa.
• Grillo: grilla, chirría.
• Grulla: gruye.
• Jirafa: bala.
• Halcón: gañe.
• Hiena: aúlla, ríe.
• Jabalí: arrúa, rebudia, gruñe, guarrea.
• León, Tigre: ruge.
• Leopardo, Pantera, Onza, Puma: himpla.
• Lobo: aúlla, ulula, otila, guarrea.
• Loro, Cotorra: garre, carretea, parla.
• Mono: chilla.
• Oso: gruñe.
• Oveja: bala, balita, balitea.
• Pájaro: trina, trisa, gorjea, gorgorita, pía, piola, canta.
• Paloma, Tórtola: gorjea, arrulla, zurea, cantalea.
• Pato: grazna, parpa, tita.
• Panda: gruñe.
• Pavo: gluglutea, tita.
• Perdiz: cuchichia, titea, ajea, serra.
• Perro: ladra, gañe, late, gruñe.
• Pollito: pía.
• Pollo: pía, piola, piula, pipía.
• Rana: croa, groa, charlea.
• Ratón, Rata: chilla.
• Rinoceronte: barrita.
• Serpiente: silba, sisea.
• Toro: brama, muge, bufa, aturnea.
• Vaca: muge, remudia, brama.
• Zorro: grita, aúlla.
Homoioteleuton
En retórica, el homoioteleuton o homeotéleuton (también llamado similidesinencia, es una de las figuras de repetición que consiste en la igualdad o semejanza de los sonidos finales de palabras que cierran enunciados consecutivos. Se trata, por decirlo de alguna manera, de la rima en la prosa.
Ejemplo:
"no es crimen fallado más grave que la fornicación, digna de traer al hombre a perdición." (Arcipreste de Talavera, Corbacho).
Anáfora (retórica)
ésta del griego ascenso, referencia a lo anterior") es un caso particular de figura retórica del tipo de la aliteración y que consiste en la repetición de las primeras palabras de un verso.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
Miguel Hernández,
"Elegía por la muerte de Ramón Sijé", siglo XX
La anáfora es también considerada como la repetición simple de una palabra cuando esta va al principio de la frase, o también recurrir al texto con menciones implícitas mediante pronombres demostrativos.
Por ejemplo:
Juan y Pepe fueron a pescar; éste pescó una trucha de tres kilos y aquél otra de cinco.
También se considera una deixis que desempeñan ciertas palabras para asumir una parte del discurso ya emitida.
Por ej:
Dijo que había estado, pero no me lo creí.
En prosa, puede consistir en la repetición de distintas frases o grupos sintácticos.
La anáfora se halla relacionada con la pragmática.
Epífora
En retórica, la epífora, dentro de las figuras literarias, es una de las figuras de repetición; consiste en la repetición de una o varias palabras al final de enunciados consecutivos (versos, frases...).
Ejemplo:
"del que te alaba más de cuanto es verdad, non te asegures de te denostar más de cuanto es verdad." (El conde Lucanor)
En medicina y veterinaria, la epífora es el exceso de lágrima en el ojo, exceso que puede ser por demasiada secreción, o por obstrucción del conducto nasolagrimal.
En retórica, la complexio (palabra latina) es una de las figuras literarias de repetición. Consiste en un uso combinado de otras dos figuras de repetición, la anáfora y la epífora, por lo que la repetición de palabras se repite tanto al principio como al final de enunciados (versos, frases...) consecutivos.
Ejemplo:
"no vos supe servir, no,
y, agora que os serviría,
no vos puedo haber, no"
("Romance de Rosa fresca")
Geminación (literatura)
La geminación es un recurso expresivo que consiste en la repetición de un fonema, una sílaba o una palabra tanto en la escritura como en la lengua oral.
¡Orden! ¡Orden! Qué altiva
imposición del orden una mano
un color, un sonido!
Miguel Hernández (El silbo de afirmación en la aldea, de El rayo que no cesa)
Anadiplosis
La anadiplosis es un recurso literario que consiste en la repetición de la misma palabra o grupo de palabras al final de un verso y al comienzo del siguiente,
por ejemplo:
Oye, no temas, y a mi ninfa dile,
dile que muero.
(Esteban Manuel de Villegas, siglo XVII)
Mi sien, florido balcón
de mis edades tempranas,
negra está, y mi corazón,
y mi corazón con canas.
(Miguel Hernández, siglo XX)
Nadie ama solamente un corazón:
un corazón no sirve sin un cuerpo.
(J. M.ª Fonollosa, siglo XX)
A veces pienso en ti incluso vestida,
vestida de mujer para la noche,
la noche que cambió tanto en mi vida;
mi vida, deja que te desabroche...'.
(Javier Krahe, siglo XX).
Cerverí de Girona utiliza en alguno de sus poemas ( Nol prenat lo fals Marit) este recurso
Gradación
En retórica, la gradación (o clímax) es una figura literaria de repetición que, en origen, consistía en un encadenamiento exclusivamente formal de las palabras (por ejemplo, palabras en versos o frases sucesivas terminadas en las mismas sílabas). No obstante, terminó derivando en una colocación de elementos en un orden ascendente o descendente desde el punto de vista semántico, de manera que las ideas aparezcan encadenadas firmemente.
Ejemplo: “Santa Marta antes que llegase Morillo, habría sido sometida a la razón, y sin este punto de apoyo, Morillo no habría tomado a Cartagena y esta capital habría escapado a su guadaña destructora.”
Epanadiplosis
La epanadiplosis, palabra griega que significa repetición, es una figura retórica que consiste en repetir, al principio y final de una frase, o de dos frases consecutivas, la misma palabra:
Verde que te quiero verde.
Mono vestido de seda
nunca deja de ser mono.
Polisíndeton
El polisíndeton (del griego ; "mucho", "con" y "atar") es una figura retórica que consiste en la utilización de más conjunciones de las necesarias en el uso habitual del lenguaje, uniendo palabras, sintagmas o proposiciones. Cuya función consiste en acelerar o agilizar la lectura de, por ejemplo, una enumeración.
ni nardos ni caracolas
Polisíndeton Ejemplos:
Ni nardos ni caracolas tienen el cutis tan fino, ni los cristales con luna relumbran con ese brillo.
Federico García Lorca (1898-1936)
El prado y valle y gruta y río y fuente responden a su canto entristecido.
Fernando de Herrera (1534-1594)
Quiero besar la tierra hasta encontrarte y besártela noble calavera y desamordazarte y besarte.
(Miguel Hernández).
...después no puedes hacer nada ni dar cuerda al reloj, ni despeinarte, ni ordenar los papeles
G. Fuertes
Hay un palacio y un río y un lago y un puente viejo, y fuentes con musgo y hierba alta y silencio... un silencio. (Juan Ramón Jiménez)
Porque es pura y es blanca y es graciosa y es leve como un rayo de luna
(Fernando Herrera)
“Oigo son de armas y de carros y de voces y timbales. ¿ No divisas un fulgor de infantes y caballos y polvo y humo y fulgurar de acero?.
Cuanto más alto llegaba de este viaje tan subido, tanto más bajo y rendido y abatido me hallaba…
San Juan de la Cruz.
Y el santo de Israel abrió su mano, y los dejó y cayó en despeñadero el carro y el caballo y caballero…
(F. de Herrera).
Soy un fue y un será y un es cansado. En el hoy y mañana y ayer junto pañales y mortaja y he quedado presentes sucesiones de difunto…
Francisco de Quevedo.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte y besarte la noble calavera y desamordazarte y regresarte…
(Miguel Hernández)
Y luego borra muros y ventanas, mañanas y mañanas y mañanas: me borra todo con su voz borrosa,...
Miguel Arteche
Y sueña. Y ama. Y vibra. Y es hija del sol.
Rubén Darío (1867-1916)
Annominatio
En retórica, la annominatio es, dentro de las figuras literarias, el nombre genérico que reciben una serie de figuras de repetición (la paronomasia, la derivatio, la figura etimológica y el políptoton) en tanto que comparten el rasgo de ser repeticiones de palabras que coinciden en determinadas secuencias fónicas, formen esas palabras familia léxica o no.
Paronomasia
La paronomasia (también paranomasia) es un recurso fónico que consiste en emplear parónimos (palabras que tienen sonidos semejantes pero significados diferentes). Fue muy utilizado por los conceptistas en sus burlas o sátiras. Ejemplo:
Mimarse no es mirarse, ni minarse.
Entre casado y cansado solo hay una letra de diferencia.
Una pica lleva al hombro/ porque su suegra le dijo/ que ha de ganar por la pica/ lo que perdió por el pico.
Vendado que me has vendido
(Luis de Góngora, en referencia al dios Amor).
Derivatio
En retórica, la derivatio es, dentro de las figuras literarias, una de las figuras de repetición. Consiste en el uso de palabras que pertenecen a la misma familia léxica, esto es, que comparten el mismo lexema.
Ejemplo:
"ahorcóse por ser desagradecido a su mismo desagradecimiento."
Francisco de Quevedo.
Figura etimológica
En retórica, la figura etimológica, dentro de las figuras literarias, es una de las figuras de repetición. Es una de las manifestaciones de la annominatio y consiste en utilizar dentro de una misma frase, y en posiciones sintácticas diferentes, formas derivadas de un mismo lexema.
Ejemplo:
"dos caballeros que vivían con el infante don Enrique eran entramos muy amigos e posaban siempre en una posada".
(Don Juan Manuel, El conde Lucanor).
Políptoton
En retórica, el políptoton es, dentro de las figuras literarias, una de las figuras de repetición (forma parte de la subcategoría de la annominatio).
La repetición de los elementos léxicos se hace con la única variación de sus morfemas flexivos; se distingue así el políptoton nominal
("amigo de sus amigos")
y el políptoton verbal (así en el verso de Garcilaso de la Vega:
"en esto estoy y estaré siempre puesto",
o en éstos de Pedro Salinas:
"lo que queremos nos quiere, / aunque no quiera querernos").
Traductio
En retórica, la traductio, dentro de las figuras literarias, es una de las figuras de repetición.
Consiste en repetir de forma significativa una palabra, bien de forma literal, bien con alguna alteración gramatical (en este caso, resultaría más apropiado hablar de annominatio). Si, además, la palabra repetida aparece con sus distintas acepciones, entonces coincidiría con la antanaclasis.
Ejemplo:
"si el fecho faz gran fecho e buen fecho e bien fecho, non es gran fecho..."
(Don Juan Manuel, El conde Lucanor).
Equívoco
Expresión o situación que puede entenderse según varias significaciones o sentidos. Por lo que es el oyente o el intérprete quien otorga la forma de interpretación del contenido.
Un equívoco que se usa frecuentemente es el "doble sentido", originado en la consideración de un término que tiene más de un significado. No debe confundirse con anfibología, que es aquella falacia no formal originada en la sintaxis de un texto, y no en el significado equívoco de una palabra. En tanto el equívoco atiende a una sola palabra, la anfibología atiende a un enunciado.
En retórica, el equívoco (o antanaclasis), dentro de las figuras literarias, es una de las figuras de repetición. Consiste en hacer uso del valor polisémico de algunas palabras: se repite el significante (o cuerpo fónico de la palabra) pero en cada aparición el significado es distinto.
Ejemplos:
"Es necesario que traigas las velas para salir a navegar" (En este equívoco se puede entender "vela" como el bastón de cera, con un núcleo de pabilo, usado para iluminar; o bien, aquella porción de tela útil para acaparar el viento e impulsar una embarcación).
"¿Cómo quieres que vaya de noche a verte si el perro de tu padre sale a morderme?" (En esta anfibología, se sugiere más de una interpretación y no en razón de la entidad que indica una palabra, sino en razón de la sintaxis del texto, ya que, revisado sintácticamente de forma diferente, su significado sería unívoco. Por ejemplo, "¿Cómo quieres que vaya de noche a verte si sale a morderme el perro que es de tu padre?").
"Tu cara de los ángeles tan cara"
(Gregorio Silvestre). Retórica
Paralelismo (retórica)
En retórica, el paralelismo es, dentro de los recursos estilísticos, una de las figuras de repetición. Se trata de la semejanza formal entre distintas secuencias de un texto.
Dependiendo del aspecto formal en el que se establezca la relación entre las secuencias, se distinguen tres tipos principales de paralelismo:
• Isocolon: igualdad o semejanza en la longitud silábica de varias secuencias en prosa (sería el equivalente al isosilabismo de la poesía).
Parison o paralelismo sintáctico:
es la semejanza estructural de dos o más secuencias de forma que se produce una correspondencia casi exacta entre sus constituyentes sintácticos.
Es, por ejemplo, un recurso característico de las Cantigas de amigo o de los romances.
Por ejemplo, los versos impares del Romance del Conde Olinos:
A ella, como hija de reyes
la entierran en el altar;
a él, como hijo de condes,
unos pasos más atrás.
Anónimo
O en el Romance de la jura de Santa Gadea, donde incluso acompaña el ritmo acentual dactílico:
Tú me destierras por uno;
yo me destierro por cuatro
Correlación:
semejanza estructural provocada por la colocación simétrica de palabras en el interior de las secuencias.
Ejemplo:
Tus bellos ojos y tu dulce boca
de luz divina y de oloroso aliento
envidia el claro sol y adora el viento
por lo que el uno ve y el otro toca.
Correlación
En probabilidad y estadística, la correlación indica la fuerza y la dirección de una relación lineal entre dos variables aleatorias. Se considera que dos variables cuantitativas están correlacionadas cuando los valores de una de ellas varían sistemáticamente con respecto a los valores homónimos de la otra: si tenemos dos variables (A y B) existe correlación si al aumentar los valores de A lo hacen también los de B y viceversa. La correlación entre dos variables no implica, por sí misma, ninguna relación de causalidad (Véase Cum hoc ergo propter hoc).
Fuerza, sentido y forma de la correlación
La relación entre dos super variables cuantitativas queda representada mediante la línea de mejor ajuste, trazada a partir de la nube de puntos. Los principales componentes elementales de una línea de ajuste y, por lo tanto, de una correlación, son la fuerza, el sentido y la forma:
• La fuerza extrema segun el caso, mide el grado en que la línea representa a la nube de puntos: si la nube es estrecha y alargada, se representa por una línea recta, lo que indica que la relación es fuerte; si la nube de puntos tiene una tendencia elíptica o circular, la relación es débil.
• El sentido mide la variación de los valores de B con respecto a A: si al crecer los valores de A lo hacen los de B, la relación es positiva; si al crecer los valores de A disminuyen los de B, la relación es negativa.
• La forma establece el tipo de línea que define el mejor ajuste: la línea rectal, la curva monotónica o la curva no monotónica.
Coeficientes de correlación
Existen diversos coeficientes que miden el grado de correlación, adaptados a la naturaleza de los datos. El más conocido es el coeficiente de correlación de Pearson (introducido en realidad por Francis Galton), que se obtiene dividiendo la covarianza de dos variables por el producto de sus desviaciones estándar. Otros coeficientes son:
• Coeficiente de correlación de Spearman
• Correlación canónica
Quiasmo
Propio de la retórica, el quiasmo es clasificado como una de las figuras literarias de repetición. Consiste en repetir palabras o expresiones iguales de forma cruzada y manteniendo una simetría, a fin de que la disparidad de sentidos resulte a su vez significativa. Ejemplo: «Ni son todos los que están, ni están todos los que son». El quiasmo busca dar valor a una idea central en base a la repetición de las frases, contrastar o generar un efecto sorprendente que induzca meditación. En consecuencia, el quiasmo es llamado «paralelismo inverso», por cuanto la primera parte de una construcción gramatical es balanceada o equilibrada por la segunda parte, solamente que reflejándola en orden inverso.
Quiasmo: origen de la palabra
El vocablo quiasmo proviene del griego... que corresponde a una disposición cruzada de diagonales, como la de la letra griega; (ji) —cuya grafía es similar a nuestra castellana equis, o X— que asimismo corresponde a la ‘ch’ del alfabeto latino, y a ese mismo dígrafo, o a ‘c’ o a ‘qu’, en las lenguas romances o neolatinas. La citada letra ji aparece por ejemplo en la raíz de los vocablos caos o [[Aquiles (los cuales en inglés, se escriben, por derivación del latín como ‘chaos’ y ‘Achilles’ respectivamente). El quiasmo se usaba en la lengua griega koiné, propia del Nuevo Testamento.
El quiasmo como estructura narrativa
Para comprender la estructura literaria del quiasmo (que es característico de la escritura semítica), podemos pensar en ella como una enumeración, y observar que la estrategia consiste en hacer una lista de ítems o ideas en un orden en particular y luego repetirla en el otro sentido. Ejemplo: A-B-C-C-B-A. En ocasiones y deliberadamente alguno de los ítems puede ser enfatizado. Por ejemplo, en la secuencia A-B-C---D---C-B-A. En ella, para que el lector u oyente note el énfasis en el ítem D efectuamos el siguiente ejercicio:
A. Salí de mi casa,
B. Me subí al coche,
C. Fui a la tienda,
D. Y agarré un jugo,
D. Cuando bebí el jugo,
C. Salí de la tienda,
B. Me subí al coche y
A. Entré a mi casa.
Si añadimos un ítem extra a la lista tenemos:
A. Salí de mi casa,
B. Me subí al coche,
C. Fui a la tienda,
D. Y agarré un jugo,
E. Luego pague mi jugo en el contador,
D. Una vez bebí el jugo,
C. Salí de la tienda
B. Me subí al coche y
A. Entré a mi casa.
Podemos ver que la idea central del quiasmo así empleado es destacar que se pagó por el jugo y que éste no fue robado.
Características del quiasmo
La principal peculiaridad del quiasmo consiste en presentar en órdenes inversos los miembros de dos secuencias; así, hay un quiasmo sencillo en la sentencia «cuando intento odiar no odio, y a veces odio sin intentar». Podemos observarlo con más detalle, así: en la frase «Él trabaja (A) sin quejarse (B) y descansa (A) sin impacientarse (B)», no hay quiasmo, en tanto sí lo hay en la frase «Él trabaja (A) sin quejarse (B) y sin impacientarse (B) descansa (A)».
En lugar del orden lineal donde a una frase tipo A, B (por ejemplo «enseñado artificialmente») la equilibrada otra frase tipo A, B (por ejemplo, «aprendido maquinalmente»), la estructura A, B será seguida por otra estructura B, A («maquinalmente aprendido»). De tal manera, en lugar de escribir, «Lo que es enseñado artificialmente es aprendido maquinalmente», puede escribirse: «Lo que es enseñado artificialmente es maquinalmente aprendido». Asimismo, una frase como «Lo que ahora es viejo fue al principio joven», puede escribirse quiásticamente como «lo que ahora es viejo fue joven al principio».
Utilidades del quiasmo
El empleo del quiasmo permite una notable actividad reflexiva, como método pedagógico de pensamiento abstracto y como elemento didáctico. El quiasmo facilita contemplar una misma situación desde una perspectiva dual completamente diferente. Por ejemplo, una cosa es hablar del «método del aprendizaje» y otra muy diferente, hacerlo del «aprendizaje del método». Igualmente media gran distancia entre «querer lo que se cree» y «creer lo que se quiere». Acaso por eso el quiasmo es una figura retórica preferida de infinidad de políticos, filósofos y novelistas. Asimismo, abunda el quiasmo en los chistes y el humor popular, así como en el refranero.
Los procesos filosóficos opuestos y complementarios, de la deducción (que cursa con un orden lógico en el cual el entendimiento desciende de lo universal a lo particular), y de la inducción (en la cual, por el contrario, acontece que la comprensión se eleva desde el conocimiento de los asuntos particulares, hasta las nociones universales que los incluyen), constituyen en sí el quiasmo sobre el cual se construye el ir y venir del pensamiento por excelencia: «de lo universal a lo particular o de lo particular a lo universal».
Cultores del quiasmo
El doctor Mardy Grothe, psicólogo estadounidense que se ha dedicado a recontextualizar el quiasmo, principalmente a través de su libro Never Let a Fool Kiss You or a Kiss Fool You (cuyo título es en sí mismo un quiasmo que en regular castellano se traduciría ‘Nunca dejes que un engañador te bese, ni que un beso te engañe’) incluye como notables maestros en el uso del quiasmo a ilustres pensadores entre quienes resaltan:
Confucio, Sir Winston Churchill, Ralph Waldo Emerson, Benjamin Franklin, John F. Kennedy, William Shakespeare, George Bernard Shaw y Oscar Wilde.
En el mundo de habla hispana uno de los grandes exponentes contemporáneos del quiasmo es José Luis Ramírez González —filósofo español radicado en Suecia— quien lo usa con profusión en los títulos de sus escritos 1 ver su ensayo El espacio del género y el género del espacio.
Quiasmo como sinónimo de antimetábola
Infinidad de ejemplos, como los que se reseñan a continuación, son a menudo citados por críticos modernos como muestras de quiasmo; sin embargo, un análisis retórico estricto, en el sentido clásico de la palabra, podría indicar que muchos de ellos pertenecen a la figura retórica denominada antimetábola (la cual, en tanto repetición de palabras, en cláusulas sucesiva, y en orden gramatical inverso, bien puede considerarse un tipo específico de quiasmo).
Los quiasmos en cuestión son los siguientes:
• «...no preguntes lo que tu país puede hacer por ti, pregúntate lo que tú puedes hacer por tu país» John F. Kennedy, «Discurso de posesión», como 35º presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, 20 de enero de 1961.
• «...Que nunca negociemos porque temamos. Pero que nunca temamos para negociar» John F. Kennedy, como 35º presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, 20 de enero de 1961.
• «La humanidad debe poner un fin a la guerra o la guerra pondrá fin a la humanidad». John F. Kennedy
• «Asegurémonos de que la Suprema Corte de los Estados Unidos no escoja el siguiente presidente, y de que este presidente no escoja la siguiente Suprema Corte de los Estados Unidos». Albert Gore Jr. en la Convención Nacional del Partido Demócrata de 2004.
• «EE. UU. no inventó los Derechos Humanos. En sentido real, es al contrario. Los Derechos Humanos inventaron EE. UU.». 3 Jimmy Carter Discurso de despedida
• «Hemos visto como una hombre puede ser hecho esclavo; ahora veremos como un esclavo puede ser hecho hombre». Frederick Douglass, Narración de la vida de Frederick Douglass, un esclavo estadounidense, escrita por él mismo.
• «Ser besado por un engañador es estúpido; Ser engañado por un beso es peor» Ambrose Redmoon
• «Lo que cuenta no es necesariamente el tamaño del perro en la pelea, sino el tamaño de la pelea en el perro». Dwight D. Eisenhower 1958 discurso al Comité Nacional Republicano
• «Bien, no es el hombre en tu vida lo que cuenta, es la vida en tu hombre». Línea enunciada por Mae West en Yo no soy un ángel película de 1933
Retruécano
En retórica, un retruécano (o commutatio), dentro de las figuras literarias, es una de las figuras de repetición. Consiste en un quiasmo al que se le ha añadido también el cruce de las funciones sintácticas de los términos implicados. En otras palabras es la reorganización diferente de los elementos de una oracion, con evidente cambio de sentido. Consiste en invertir de posición los términos que se repiten.
Por ejemplo:
"hay muchos que siendo pobres merecen ser ricos, y en siendo ricos merecen ser pobres." (Quevedo). En este ejemplo tenemos, en primer lugar, el quiasmo que consiste en el intercambio de posición en el texto de los términos pobres y ricos; pero, en este caso, se habla de retruécano porque, además, las funciones sintácticas también han sido cruzadas: en su primera aparición, ricos es el atributo de ser; pero en la siguiente frase, el atributo pasa a ser pobres.
Otro ejemplo puede ser:
"Muchos de los que viven merecen la muerte. Muchos de los que mueren merecen vivir. ¿Puedes devolver la vida?" (Tolkien)
Otro ejemplo:
"Hay grandes libros en el mundo, y grandes mundos en los libros". "Voy a prenderme fuego sin llamas, ahora que no me llamas ni para pedirme fuego". "pensar tanto en ti en la vida, es como la vida soñando solo contigo". "muchas vueltas da la vida, la vida da muchas vueltas".
Figuras de omisión
Las figuras de omisión consisten en la supresión de un elemento lingüístico necesario, en teoría, para la construcción del texto. Su uso tiende a aligerar la expresión.
Las figuras de omisión son las siguientes: asíndeton, elipsis, zeugma, silepsis y reticencia / aposiopesis.
Asíndeton
Recurso literario que consiste en omitir la conjunción. Suele utilizarse para dar agilidad al texto. Designa la supresión de las marcas de la coordinación y, por lo tanto, unión entre términos que normalmente las llevarían.
Acude, corre, vuela,
traspasa la alta sierra, ocupa el llano.
No perdones la espuela
no des paz a la mano;
menea fulminando el hierro insano.
Fray Luis de León (siglo XVI)
Es una figura que afecta a la construcción sintáctica del enunciado y que consiste en la omisión de nexos o conjunciones entre palabras, proposiciones u oraciones. Esta ausencia de nexos confiere al texto una mayor fluidez verbal, al tiempo que transmite una sensación de movimiento y dinamismo o de apasionamiento, y contribuye a intensificar la fuerza expresiva y el tono del mensaje. Como por ejemplo: Llegué, vi, vencí. (Vini, vidi,vici).
Elipsis (figura retórica)
La elipsis es una figura retórica que consiste en la supresión de algún término de la oración, que aunque sea necesario para la correcta construcción gramatical, se sobreentiende por el contexto.
Ejemplos:
Yo llevaba las flores y ellos, el incienso.
En este verso, se omite el verbo 'llevar', anterior a 'incienso'.
Félix cantaba una canción romántica y sus amigos, unos boleros.
En este verso, se omite el verbo 'cantar', anterior a 'boleros'.
Con estas y con otras leyes y estatutos
nos conservamos y vivimos alegres;
somos señores de los campos, de los sembrados,
de la selvas, de los montes, de las fuentes, de los ríos;
los montes nos ofrecen leña de balde; los árboles, frutos;
las viñas, uvas.
(Miguel de Cervantes)
Zeugma
], es una de las figuras de omisión. Es una figura de construcción sintáctica que consiste en utilizar una sola vez una palabra común para varias unidades análogas de la oración (un verbo para varios sujetos, un adjetivo para varios sustantivos, etc.), aunque ésta se refiera a otras más del periodo, sólo se expresa en uno de ellos y ha de sobrentenderse en los demás. Consiste en la elipsis en una oración de un término enunciado en otra contigua.
Ej.:
Miguel de Cervantes: "Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años; era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza."
Según la morfología del término, se distinguen:
- ZEUGMA SIMPLE: Cuando la forma sobreentendida se puede recuperar en igual forma al término original
Ej.:
Alonso Carrión
la vi marchar, pero no (la vi) volver.
Otro ejemplo: mantuvo su actitud y su promesa.
- ZEUGMA COMPLEJO: Cuando al final de una serie de elementos del mismo nivel sintáctico se introduce una función gramatical diferente, que actúa como factor sorpresivo y de ruptura.
Ej.:
Julio Cortázar
...un aire fragoroso que te envuelva y te acaricie y doce pisos.
Según la posición del término en la frase, se distinguen:
- HIPOZEUGMA o HIPOCEUGMA: Zeugma en el que el término expreso se encuentra en el último enunciado.
Ej:
Alonso Carrión
Un topo, un murciélago, / Tal era ciego como, ceguera.
- MESOZEUGMA, MESOCEUGMA, SINCEUGMA, SINZEUGMA o CONJUNCIÓN: Zeugma en el que el término expreso se encuentra en un enunciado intermedio.
Ej.:
Miguel Hernández
La rotación del fruto, la alegría / del pájaro fomentas / y el bienestar y la salud de paso.
- PROZEUGMA, PROCEUGMA, PROTOCEUGMA o PROTOZEUGMA: Zeugma en el que el término expreso se encuentra en el primer enunciado.
Ej.:
Alonso Carrión
Meditaba pinos en los barcos, / ataúdes, guerras, marcos, / mesas, corazones de navaja, / en invierno como hoguera.
Silepsis
En retórica, la silepsis, dentro de las figuras literarias, es una de las figuras de omisión. La silepsis es un caso extremo de zeugma: consiste en utilizar en el mismo contexto dos significados de una misma palabra (la cual puede aparecer una sola vez o dos).
Ejemplo:
"dicen que era de muy buena cepa, y, según él bebía, es cosa para creer" (Francisco de Quevedo); la palabra cepa presenta en este ejemplo sus dos significados: "abolengo" y "vid".
1.RET. Tropo que consiste en usar a la vez una misma palabra en sentido recto y figurado. No varía en pl. Ejemplos:"Se puso más rojo que una manzana"."
Reticencia
En retórica, la reticencia o aposiopesis 'silenciamiento' es, dentro de las figuras literarias, una de las figuras de omisión. Consiste en dejar incompleta una frase, destacándose más lo que se calla que lo que se dice.
Ejemplo: "Si yo hablase...".
Figuras de posición
Las figuras de posición son aquellos procedimientos que se basan en la alteración del orden normal de las partes de la oración.
Las figuras de posición son las siguientes: hipérbaton, anástrofe, tmesis y synchysis/mixtura verborum.
Hipérbaton
El hipérbaton (plural, hipérbatos) es la figura literaria que consiste en trastocar o desordenar el orden natural sintáctico de la oración, que en la lengua española es Sujeto + Verbo + Complementos y, dentro del sintagma, Elemento rector + Elemento regido.
Según Planeta y Agostini, se distinguen cuatro tipos de hipérbatos: la tmesis, que consiste en intercalar una palabra entre dos elementos de otra compuesta, el paréntesis, que consiste en introducir en una frase una interjección u oración con entonación distinta, la anástrofe, que consiste en posponer la preposición al sustantivo cuyo caso rige, y la histerología, que consiste en alterar el orden de las palabras y decir primero lo que debería ir después
Casi siempre obedece a cualquiera de estos dos motivos: el deseo de imitar la sintaxis del latín, lengua en la cual el verbo se sitúa al final de la oración, o bien destacar o subrayar el significado del elemento desplazado de su posición normal, casi siempre para llevarlo al primer lugar de la frase. Menos artísticamente, se usa también por las razones métricas de situar un acento necesario, facilitar una sinalefa o hacer posible una rima.
Fue un recurso especialmente utilizado en los periodos cortesanos de la historia de la literatura cuyo objetivo era hacer más noble el lenguaje, especialmente en la prosa latinizante del siglo XV y en la estética del Barroco conocida como Culteranismo.
Pasos de un peregrino son, errante,
Cuantos me dictó versos dulce Musa
En soledad confusa,
Perdidos unos, otros inspirados.
Luis de Góngora, Soledades (al Duque de Béjar)
Del monte en la ladera
por mi mano plantado tengo un huerto.
Fray Luis de León, Vida retirada
A Dafne ya los brazos le crecían.
Garcilaso de la Vega, Sonetos (Soneto XIII)
Mi casa, a unos pasos queda.
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo,
veíase el arpa.
Gustavo Adolfo Bécquer, Rimas (Rima VII)
Anástrofe
En retórica, la anástrofe, del griego anastrophé, "inversión", es, dentro de las figuras literarias, una de las figuras de posición; consiste en invertir el orden sintáctico habitual o normal de dos o más palabras sucesivas en una frase. No siempre se distingue con claridad del hiperbatón, que, a diferencia de la anástrofe, supone transposición de uno o más elementos de la oración.
Ejemplos:
1. En la fraseología: "A Dios rogando y con el mazo dando" (el orden normal -que no habitual- sería "rogando a Dios")
2. En la literatura: "ninguno no debe usar ni querer de mujeres amor" (Arcipreste de Talavera, Corbacho).
3. En la retórica publicitaria: "no sabe a plástico, /no sabe a lata,/ no sabe a cartón,/ y no sabe ni siquiera a vidrio,/ el vidrio" (Campaña de la asociación nacional de fabricantes de vidrio).
Tmesis
La tmesis o encabalgamiento léxico es un fenómeno lingüístico que consiste en la fragmentación de una palabra compuesta al intercalarse otra palabra entre sus elementos constituyentes o al mediar una pausa métrica que la separa en dos versos. En el caso de que se trate de esta última posibilidad, es un encabalgamiento extremo.
Es un término griego propio de la retórica grecolatina, que significa literalmente corte, separación, parte.
Ejemplos
combidar le íen de grado
mas ninguno non osaba
Versos del Poema de mio Cid
la jeri aprenderá gonza siguiente
Verso de Francisco de Quevedo
Synchysis
En retórica, la synchysis (o mixtura verborum), dentro de las figuras literarias, es una de las figuras de posición. Se trata del recurso literario que provoca un mayor grado de confusión sintáctica pues, a través de hipérbatos y anástrofes, altera completamente el orden de los elementos de un enunciado.
Su uso en latín estaba respaldado por la posibilidad de una reconstrucción de ese orden a través de los casos; en español, al carecer de esta categoría gramatical, los casos de synchysis dificultan enormemente la comprensión del fragmento alterado.
Ejemplo:
"de mengua seso es muy grande por los ajenos grandes tener los yerros pequeños por los suyos" (= muy grande mengua de seso es tener los yerros ajenos por grandes, los suyos por pequeños). Don Juan Manuel, El conde Lucanor.
Las figuras de amplificación son las siguientes: expolitio, interpretatio, paráfrasis, isodinamia, digresión y epifonema.
Expolitio
En retórica, la expolitio (palabra latina) es una de las figuras de amplificación; consiste en ampliar una idea desarrollando su exposición extensamente. Esto se puede hacer a través de la repetición (que, si es a través del uso de sinónimos, se denomina interpretatio), de la argumentación minuciosa y de la enumeración detallada de los aspectos parciales en que se divide.
Paráfrasis
Paráfrasis o versión parafrástica de un texto es aquella traducción que da una visión clara y didáctica del mismo. Por traducción no ha de entenderse aquí el cambio de un idioma a otro necesariamente, sino la reescritura del texto original. La paráfrasis lo imita sin reproducirlo y muestra de manera objetiva que se ha comprendido la información proporcionada. Parafrasear, se puede decir, es traducir algo de un idioma al mismo. Es también un recurso que se basa en el uso de sinónimos para evitar la repetición de términos. En el caso de palabras sin un equivalente se pueden reemplazar por una frase.
En sentido estricto, paráfrasis es la explicación del contenido de un texto para aclararlo en todos sus aspectos y facilitar su comprensión. La etimología griega del término lo sugiere:
La paráfrasis se ha utilizado desde la antigüedad en la exégesis de textos literarios que, sea por su belleza o su trascendencia, son parte del acervo cultural de la humanidad. Por ejemplo, Fray Luis de León hizo versiones parafrásticas de El Cantar de los Cantares y del Libro de Job, pertenecientes ambos al Antiguo Testamento.
Asimismo se recurre a la paráfrasis en las traducciones entre idiomas, y, en otro orden de cosas, incluso se consideran paráfrasis la prosificación del verso o la versificación de la prosa.
didáctico y una estrategia para adquirir conocimientos. Los estudiantes hacen uso inconsciente de la paráfrasis cuando frente a un tema lo asimilan primero y después lo expresan con palabras distintas, tratando de no omitir nada de lo esencial en lo estudiado.
Con ella se ejercita la redacción. Además es una estrategia para resumir textos considerables.
Parafrasear
Es traducir de forma exacta alguna cosa o algun otro texto.
Tipos de paráfrasis
• La Paráfrasis mecánica: Consiste en sustituir alguna palabra por sinónimos o frases alternas con cambios sintácticos muy mínimos.
• constructiva: Esta otra, en cambio reelabora el enunciado dando origen a otro con características muy distintas conservando el mismo significado.
Isodinamia
En retórica, la isodinamia (del griego «Ísos», igual, y «Dýnamis», fuerza) es una de las figuras de amplificación; se trata de una combinación de las figuras de interpretatio y lítotes: repetición de una idea mediante la negación de su contrario.
Ejemplo:
"por muertas las dejaron, sabed, que non por vivas." (Poema de mio Cid).
Digresión
Una digresión ( del latín nis, apartarse), también llamado "excurso", es el efecto de romper el hilo del discurso con un cambio de tema intencionado.
En literatura la digresión formó parte sustancial de los trabajos satíricos del siglo XVIII, como en El cuento del tonel de Jonathan Swift, La vida y opiniones del caballero Tristram Shandy de Laurence Sterne. En el siglo XX se ha asociado con la ficción posmoderna que ha usado la digresión para distanciar al lector de la ficción y para crear una sensación de juego.
Epifonema
En retórica, un epifonema (del griego epiphoneîn, «exclamar») es un breve enunciado con el que se cierra un texto, de forma que, de alguna manera, condense alguna idea principal que se derive del mismo o exprese una valoración al respecto. Se trataría de una figura literaria de ampliación que, en ocasiones, se puede identificar con el aforismo, la máxima o la sentencia, y que, frecuentemente, adopta la modalidad exclamativa.
Por extensión, recibe el nombre de epifonema cualquier texto que sintetice el contenido o tema de otros.
Ejemplo:
en la lengua oral, una exclamación del tipo "¡lo que hay que oír...!" al final de una conversación, sería un ejemplo de epifonema.
Figuras de acumulación
Las figuras de acumulación son procedimientos que buscan la adición de elementos complementarios a las ideas expuestas.
Las figuras de acumulación son las siguientes: enumeración, distributio, epífrasis y epíteto
Enumeración (retórica)
En retórica, la enumeración es una de las figuras de acumulación. Consiste en sumar o acumular elementos lingüísticos a través de la coordinación, bien a través de conjunciones bien por yuxtaposición. A diferencia de la interpretatio, los miembros coordinados designan realidades diferentes. Normalmente, se acompaña del uso de la anáfora o del paralelismo.
Ejemplo:
desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo..."
Lope de Vega.
Distributio
En retórica, la distributio, dentro de las figuras retóricas, una de las figuras de acumulación. Consiste en la puntualización de los distintos aspectos que forman parte de una idea expuesta al comienzo de un texto; a diferencia de la expolitio, no implica una explicación detallada de esos aspectos.
Epífrasis
La epífrasis es una figura literaria, clasificada en retórica dentro de las figuras de acumulación. Constituye una epífrasis cualquier adición de ideas complementarias a la principal, de forma que si éstas se eliminan queda aquella con un sentido completo.
Su etimología nos señala que viene del griego, señalando lo que está alrededor de la frase, o sea, del concepto principal.
Epíteto
Un epíteto (del griego agregado) es un adjetivo o participio, que resalta las características intrínsecas de un sustantivo (el frío en la nieve, el calor en el fuego, la humedad en el agua, etc). Son muy frecuentes compañando nombres de divinidades, reyes o personajes históricos, tales como Atenea «Partenos» (Atenea «Virgen»), Alejandro «Magno», o Alfonso X «el Sabio».
Los epítetos que expresan cualidades objetivas (en la terminología tradicional, “adjetivos calificativos propiamente dichos”) se limitan a describir al referente (me gustan las motos grandes) o a definirlo (me gusta la moto grande).
Por el contrario, los epítetos subjetivos expresan la propia consideración subjetiva del hablante, fruto de su valoración en lugar de la experiencia. Esta actitud puede dividirse en dos subclases principales, la de los epítetos apreciativos (un gol magnífico) y la de los peyorativos (una película horrible).
En castellano, un tipo muy frecuente es el epithetum constans, que conviene intrínsecamente al sustantivo (la blanca nieve), pero cuya definición no debe extenderse a todo el término “epíteto”.
Ciertos adjetivos pueden expresar, dependiendo del contexto o su posición respecto al nombre al que acompañan, tanto la actitud del hablante como un intento de expresión objetiva de éste (una mujer pobre / una pobre mujer).
En contraste con los epítetos se encuentran los adjetivos llamados por la gramática funcional “clasificadores” (en inglés, classifiers).
Como ejemplo:
“Los actuales representantes sindicalistas mexicanos”. Pueden distinguirse de los epítetos porque no admiten grados de comparación o de intensidad (*un castillo muy medieval) y tienden a estar semánticamente unidos al nombre (por ejemplo: “valor catastral”, en contraste con otros valores, como el sentimental, y que no admite, en su contexto, otra forma de clasificación).
En castellano, es frecuente que el epíteto se anteponga al nombre (frío hielo en lugar de hielo frío), aunque no suceda siempre:
blanco tu ardiente fuego y frío hielo...
Fernando de Herrera, Sonetos.
al acero valiente, al mármol frío...
Francisco de Quevedo.
Por ti la verde hierba, el fresco viento,
el blanco lirio y colorada rosa
y dulce primavera deseaba...
Garcilaso de la Vega.
En la literatura épica, se denomina epítetos a los apelativos que alternan con el nombre del personaje o lo acompañan. Por ejemplo, cuando en el Cantar de Mío Cid se designa a Ruy Díaz "el que en buena hora ciñó espada", o cuando en la Ilíada se habla de "el ingenioso Ulises".
Epítetos épicos de Mio Cid
Campeador
Noble barba tan crecida
El buen nacido
El que en buena hora ciñó espada
El que en buena hora nació.
Epítetos en la literatura homérica
b>Epítetos de la Ilíada
Epítetos homéricos
Odiseo, fecundo en ardides
Hector, domador de caballos
Jupiter altitonante
Atenea, la de los ojos claros
Hera, la diosa de los níveos brazos
Zeus, " dios del rayo"
Figuras lógicas
Las figuras lógicas son procedimientos que tienen que ver con las relaciones lógicas entre las ideas dentro de un texto; de forma especial, se considera la relación de contradicción o antinomia, por lo que la figura lógica por antonomasia es la antítesis. Como variantes de esta, se encuentran la cohabitación, la paradoja y el oxímoron.
Antonomasia
Mediante el uso del recurso de estilo conocido como antonomasia, se utiliza un atributo característico —aunque generalmente no privativo— de una entidad individual, para poder particularizarla. Ese atributo asume entonces la función de nombre propio y, de hecho, a veces sustituye el nombre original.
En retórica, antonomasia es la sustitución de un nombre propio por una expresión, tal como «la Ciudad Eterna» por Roma. El proceso inverso, también es a veces nombrado como antonomasia. La palabra deriva de la palabra griega antonomazein, que significa ‘nombrar diferente’. La antonomasia es una forma particular de la metonimia.
Un ejemplo muy frecuente de antonomasia ocupado durante la Edad Media y en los inicios del Renacimiento fue el uso del término «el Filósofo» para referirse a Aristóteles. Un ejemplo más reciente que el anterior del uso de arquetipos fue cómo los periodistas estadounidenses en los años treinta llamaban «solones» a los legisladores, en honor al legendario Solón, legislador de Atenas.
Otro ejemplo es el utilizado en los países bolivarianos (Venezuela, Colombia y Ecuador), donde la figura de Simón Bolívar es conocida con la expresión antonomástica de «El Libertador», mientras que en el Cono Sur se conoce como «El Libertador» a José de San Martín.
De igual manera, la antonomasia funciona en la dirección contraria, utilizando el nombre propio de personas o entidades individuales como generalización de atributos comunes por los cuales aquellas eran conocidas, y actuando así en funciones de nombre común. Por ejemplo, de un dictador sanguinario como Pol Pot, podría decirse que es «un Hitler».
A este subtipo de antonomasia se la conoce con el nombre de «antonomasia vossiana», por haber sido establecida modernamente por G. J. Vossius.1
Las antonomasias, a pesar de ser sustantivos comunes, se escriben con mayúsculas, debido a que fungen como nombres propios.
En el lenguaje periodístico actual es muy común acudir a un uso abundante de expresiones antonomásticas y clichés, siendo ésta una notable característica distintiva de ese registro del lenguaje. La generación mediática de antonomásticos es constante y difundida tanto por medios escritos como audiovisuales.
Siendo lugares comunes del habla, los antonomásticos vienen dados por la cultura nacional de los distintos países, su mundo periodístico, su tradición literaria, etc. Sin embargo existen antonomásticos que son ampliamente compartidos internacionalmente, especialmente en el lenguaje escrito. Por ejemplo, «Ciudad Luz» para referirse a París.
Lista de expresiones antonomásticas
A continuación se muestra una tabla de expresiones antonomásticas cultas que actúan como nombres propios.
Expresión antonomástica
Ámbito de uso,
Glosa,
Variantes
El Amauta
José Carlos Mariátegui
El Apóstol
San Pablo
El Azote de Dios
Atila
El Bardo
William Shakespeare
El Benemérito de México
Benito Juárez
El Canciller de Hierro
Otto von Bismarck
El Dictador
Augusto Pinochet
El Diez
Diego Armando Maradona
El Director Supremo
Bernardo O'Higgins
El Dúo Dinámico
Batman y Robin
El Duce
Benito Mussolini
El Duque de Hierro
el Duque de Wellington
El Filósofo
Aristóteles
El Foro
ciudad de Madrid
El Führer
Adolf Hitler
El Gran Corso
Napoleón Bonaparte
El Gorrión de París
Edith Piaf
El Hijo de Dios
Jesucristo
El Hombre de Hierro
Súperman
El Jardín de la República
ciudad de San Miguel de Tucumán
El Jueves Negro "24 de octubre de 1929"
Black Thursday
El Libertador
José de San Martín
El Libertador
Simón Bolívar
El Manco de Lepanto
Miguel de Cervantes
El Matador
Marcelo Salas
El Muro mundial
Muro de Berlín
El Pacificador
Pablo Morillo
El Padre de la Patria
Miguel Hidalgo y Costilla
El Peñón
ciudad y peñón de Gibraltar
El Pescador de Hombres
San Pedro
El Protector
José de San Martín
El Puerto Jarocho
Puerto de Veracruz
El Rey
Elvis Presley
El Rey de la Guitarra
Jimi Hendrix
El Rey del Pop
Michael Jackson
El Sabio
Francisco José de Caldas
El Salmista
El rey David
El Siervo de la Nación
José María Morelos y Pavón
El Tradicionista
Ricardo Palma
El Varón del Tango
Julio Sosa
El Verbo de la Revolución
Camilo Torres
El Zorzal Criollo
Carlos Gardel
La Ciudad Blanca
ciudad de Mérida
La Ciudad Blanca
ciudad de Arequipa
La Ciudad Condal
ciudad de Barcelona
Ciutat Comtal
La Ciudad de los Rascacielos
ciudad de Nueva York
La Ciudad de los Reyes
ciudad de Lima
La Ciudad Eterna
ciudad de Roma
La Ciudad Fecunda
ciudad de Popayán
La Ciudad Imperial
ciudad de Toledo
La Ciudad Imperial
ciudad de Cusco
La Ciudad Jardín
ciudad de Viña del Mar
La Ciudad Jardín
ciudad de Maracay
La Ciudad Luz
ciudad de París
Ville Lumière
La Ciudad Procera
ciudad de Popayán
La Ciudad que nunca Duerme ciudad de Nueva York
La Dama de Hierro
Margaret Thatcher
La Docta
ciudad de Córdoba
La Feliz
ciudad de Mar del Plata
La Gran Guerra
Primera Guerra Mundial
La Gran Manzana
ciudad de Nueva York
Big Apple
La Hoyada
ciudad de La Paz
La Joya del Pacífico
ciudad de Valparaíso
La Meca del Cine
l Hollywood
La Reina del Plata
ciudad de Buenos Aires
La Reina del Pop
Madonna
La Villa Imperial
ciudad de Potosí
La Voz
Frank Sinatra
La Voz de América Latina
Mercedes Sosa
Pelides (‘hijo de Peleo’)
l Aquiles
Villa y Corte
Villa de Madrid
Antítesis
Una antítesis (del griego – contraposición, oposición; de las raíces anti~ – contra~ y Tesis – afirmación, axioma) describe en general una contra-afirmación (negación) a una proposición (tesis).
Definición
Dos palabras, conceptos, ideas u oraciones mutuamente contradictorias son contrapuestas. De este modo la contraposición o la contradicción se realza. Con una antítesis se puede conseguir una refutación. Una antítesis es generalmente encabezada con la palabra "pero".
En la dialéctica de Hegel la antítesis forma junto con la tesis una síntesis. Consiste en contraponer dos sintagmas, frases o versos en cada uno de los cuales se expresan ideas de significación opuesta o contraria. Obsérvese como en este soneto Lope responde a los reproches que le hace Góngora por ser demasiado claro, utilizando sobre todo antítesis en la segunda estrofa y en el verso final:
Livio, yo siempre fui vuestro devoto, nunca a la fe de la amistad perjuro; vos en amor, como en los versos, duro, tenéis el lazo a consonantes roto.
Si vos imperceptible, si remoto, yo blando, fácil, elegante y puro; tan claro escribo como vos escuro: la vega es llana e intrincado el soto.
También soy yo del ornamento amigo; sólo en los tropos imposibles paro y deste error mis números desligo.
En la sentencia sólida reparo, porque dejen la pluma y el castigo escuro el borrador y el verso claro. Lope de Vega, Rimas humanas y divinas de Tomé Burguillos.
Uso en la literatura
La Antítesis es un recurso estilístico que consiste en contraponer dos sintagmas, frases o versos en cada uno de los cuales se expresan ideas de significación opuesta o contraria (antítesis propiamente dicha) o impresiones más subjetivas e indefinidas que se sienten como opuestas (contraste).
Ejemplos
Mis arreos son las armas
mi descanso, el pelear
mi cama, las duras peñas
mi dormir, siempre velar.
(Anónimo, Romance)1
Eres como la Rosa
de Alejandría,
colorada de noche,
blanca de día.
(tradicional)2
José Agustín Goytisolo escribió estos versos:
Los niños van por el sol
y las niñas, por la luna.3
Pablo Neruda escribió:
Es tan corto el amor, y tan largo el olvido...4
Rubén Darío:
Cuando quiero llorar no lloro,
y, a veces, lloro sin querer.5
Cohabitación (retórica)
En retórica, la cohabitación, dentro de
las figuras literarias, es una de las figuras lógicas. Consiste en adscribir a un mismo sujeto dos conceptos contrarios; su uso estilístico más frecuente tiene por objeto el reflejar las contradicciones de la persona en el plano amoroso o moral.
Ejemplo:
"lloro e río en un momento
e soy contento e quexoso,
ardid me fallo e medroso..."
Marqués de Santillana.
Paradoja
del griego (para) y (doxos), que significa “más allá de lo creíble”, es un concepto filosófico que emplea la lógica (Filosófico – Lógico) para darle nombre a situaciones, textos o circunstancias que resultan contradictorias pero con una serie de factores que se consideran válidos o reales.
Una Paradojaes una declaración en apariencia verdadera que conlleva a una autocontradicción lógica o a una situación que contradice el sentido común. En palabras simples, una paradoja es lo opuesto a lo que uno considera cierto: es un contrasentido con sentido. La identificación de paradojas basadas en conceptos en apariencia razonables y simples ha impulsado importantes avances en la ciencia, filosofía y las matemáticas.
Entre los temas recurrentes en las paradojas se encuentra la auto-referencia directa e indirecta, la infinitud, definiciones circulares y confusión de niveles de razonamiento.
Las primeras formas de la palabra aparecieron como la palabra del latín paradoxum, pero es encontrada también en textos griegos como paradoxa. Se encuentra compuesta por el prefijo para-, que significa "contrario a" o "alterado", en conjunción con el sufijo doxa, que significa "opinión". La paradoja del mentiroso y otras paradojas similares ya se estudiaron en la edad media bajo el título insolubilia.
En filosofía moral una paradoja juega un rol particularmente importante en debates sobre ética. Por ejemplo, una admonición ética a "amar a tu vecino" no solamente se encuentra en contraste, sino también en contradicción, con un vecino armado que intenta asesinarte: de ser exitoso, entonces, uno no es capaz de amarlo. Sin embargo, atacar o reprimir al vecino agresor no es generalmente considerado amar. Esto puede ser llamado un dilema ético. Otro ejemplo es el conflicto entre el mandato de no robar y la responsabilidad personal de alimentar a la familia, la cual, bajo determinadas circunstancias, no puede ser mantenida sin dinero robado.
No todas las paradojas son iguales. Por ejemplo, la paradoja del cumpleaños puede ser definida mejor como una sorpresa que como una paradoja, mientras que la resolución de la paradoja de Curry es aún un tema importante de debate.
Tipos de paradojas
No todas las paradojas encajan con exactitud en una única categoría.
Algunos ejemplos de paradojas son:
Según su veracidad y las condiciones que las forman
Algunas paradojas sólo parecen serlo, ya que lo que afirman es realmente cierto o falso, otras se autocontradicen, por lo que se consideran verdaderas paradojas, mientras que otras dependen de su interpretación para ser o no paradójica.
como:
Paradojas verídicas
Son resultados que aparentan tal vez ser absurdos a pesar de ser demostrable su veracidad. A esta categoría pertenecen la mayor parte de las paradojas matemáticas.
• Paradoja del cumpleaños: ¿cuál es la probabilidad de que dos personas en una reunión cumplan años el mismo día?
• Paradoja de Galileo: a pesar de que no todos los números son cuadrados perfectos, no hay más números que cuadrados perfectos.
• Paradoja del hotel infinito: un hotel de infinitas habitaciones puede aceptar más huéspedes, incluso si está lleno.
• Paradoja de la banda esférica: no es una paradoja en sentido estricto, pero choca con nuestro sentido común debido a que tiene una solución que parece imposible.
Antinomias
Son paradojas que alcanzan un resultado que se autocontradice, aplicando correctamente modos aceptados de razonamiento. Muestran fallos en un modo de razón, axioma o definición previamente aceptados. Por ejemplo, la Paradoja de Grelling-Nelson señala problemas genuinos en nuestro modo de entender las ideas de verdad y descripción. Muchos de ellos son casos específicos, o adaptaciones, de la Paradoja de Russell.
• Paradoja de Russell ¿Existe un conjunto de todos los conjuntos que no se contienen a sí mismos?
• Paradoja de Curry "Si no me equivoco, el mundo se acabará en diez días".
• Paradoja del mentiroso "Esta oración es falsa".
• Paradoja de Grelling-Nelson ¿Es la palabra "heterológico", que significa "que no describe a sí mismo", heterológica?
• Paradoja de Berry "El menor entero positivo que no se puede definir con menos de quince palabras".
• Paradoja de la suerte Es de mala suerte ser supersticioso.
• Paradoja de los números interesantes, todo número entero presenta alguna propiedad interesante específica, y por tanto el conjunto de los números no-interesantes es vacío.
Antinomias de definición
Estas paradojas se basan en definiciones ambiguas, sin las cuales no alcanzan una contradicción. Este tipo de paradojas constituye un recurso literario, en cuyo empleo se ha destacado el escritor inglés G. K. Chesterton, a quién se llamó el "príncipe de las paradojas". Sirviendose de los múltiples sentidos de las palabras, buscaba marcar contrastes que llamaran la atención sobre alguna cuestión comúnmente poco considerada. Estas paradojas, como en su libro "Las paradojas de Mr. Pond" (1936), se resuelven en el trascurso de los relatos al clarificar un sentido o añadir alguna información clave.
• Paradoja sorites ¿En qué momento un montón deja de serlo cuando se quitan granos de arena?
• Paradoja de Teseo Cuando se han reemplazado todas las partes de un barco, ¿sigue siendo el mismo barco?
• Paradoja de Boixnet Pienso, luego existo, mas cuando no pienso, ¿no existo?
• Ejemplos de Paradoja en Chesterton "Era un extranjero muy deseable, y a pesar de eso no lo deportaron". "Una vez conocí a dos hombres que estaban tan completamente de acuerdo que, lógicamente, uno mató al otro".
Paradojas condicionales
Sólo son paradójicas si se hacen ciertas suposiciones. Algunas de ellas muestran que esas suposiciones son falsas o incompletas.
• Paradoja de Newcomb Cómo jugar contra un oponente omnisciente.
• Paradoja de San Petersburgo La gente solo arriesgará una pequeña cantidad para obtener una recompensa de valor infinito.
• Paradoja del viaje en el tiempo ¿Qué pasaría si viajas en el tiempo y matas a tu abuelo antes de que conozca a tu abuela?
Según el área del conocimiento al que pertenecen
Todas las paradojas se consideran relacionadas con la lógica, que antiguamente se consideraba parte de la filosofía, pero que ahora se ha formalizado y se ha incluido como una parte importante de la matemática. A pesar de ello, muchas paradojas han ayudado entender y avanzar algunas áreas concretas del conocimiento.
Paradojas en Matemática / Lógica
• Paradoja de Banach-Tarski
• Paradoja de Frege
Paradojas sobre la probabilidad y la estadística
• Paradoja del cumpleaños: ¿cuál es la probabilidad de que dos personas en una reunión cumplan años el mismo día?
• Paradoja de Simpson: al agregar datos, podemos encontrar relaciones engañosas.
• Paradoja de Arrow: no puedes tener todas las ventajas de un sistema de votación ideal al mismo tiempo.
• Problema de Monty Hall Y tras la puerta número dos... (Cómo la probabilidad no es intuitiva)
• Paradoja de San Petersburgo: cómo no merece la pena arriesgar mucho para ganar un premio infinito.
• Fenómeno Will Rogers sobre el concepto matemático de la media, trata sobre la media o mediana de dos conjuntos cuando uno de sus valores es intercambiado entre ellos, dando lugar a un resultado aparentemente paradójico -
Paradojas sobre lógica
A pesar de que todas las paradojas se consideran relacionadas con la lógica, hay algunas que afectan directamente a su bases y postulados tradicionales.
Las paradojas más importantes relacionadas directamente con el área de la lógica son las antinomias, como la paradoja de Russell, que muestran la inconsistencia de las matemáticas tradicionales. A pesar de ello, existen paradojas que no se autocontradicen y que han ayudado a avanzar en conceptos como demostración y verdad.
• Paradoja del actual rey de Francia: ¿es cierta una afirmación sobre algo que no existe?
• Paradoja del cuervo (o cuervos de Hempel): una manzana roja incrementa la probabilidad de que todos los cuervos sean negros.
• Regresión infinita del presupuesto: "todo nombre que designa un objeto puede convertirse a su vez en objeto de un nuevo nombre que designe su sentido".
Paradojas sobre el infinito
El concepto matemático de infinito, al ser contrario a la intuición, ha generado muchas paradojas desde que fue formulado.
• Paradoja de Galileo: a pesar de que no todos los números son números cuadrados, no hay más números que números cuadrados.
• Paradoja del hotel infinito: un hotel de infinitas habitaciones puede aceptar más huéspedes, incluso si está lleno.
• Conjunto de Cantor: cómo quitar elementos de un conjunto y que siga teniendo el mismo tamaño.
• Cuerno de Gabriel (o Trompeta de Torricelli): ¿cómo puede ser necesaria una superficie infinita para contener un volumen finito?
• Paradojas de Zenón: mediante el concepto de división al infinito, Zenón trató de demostrar que el movimiento no puede existir, confirmando así la filosofía de su maestro, Parménides. Las más conocidas son la «dicotomía» y la paradoja de «Aquiles y la tortuga».
Paradojas en Física
Nota: Richard Feynman en sus libros Lectures on Physics, aclara que en la Física realmente no existen las paradojas, sino que las paradojas físicas hay siempre una mala interpretación de alguno o ambos razonamientos que componen la paradoja. Esto no es necesariamente válido en otras disciplinas donde las paradojas reales pueden existir.
• Paradoja de Bell
• Paradoja de Martini Si la luz viaja más rápido que el tiempo, a dónde va?
• Paradoja de Olbers ¿Por qué, si hay infinitas estrellas, el cielo es negro? Olberts calculó que la luminosidad del cielo correspondería a una temperatura del orden de los 5.500 ºC, que, de hecho, no se observa. Actualmente se sabe que la luminosidad calculada por Olberts no llega a ser tal por el importante corrimiento al rojo de las fuentes de luz más alejadas, hecho que la teoría más aceptada atribuye al alejamiento de las galaxias o expansión del universo. Además se oponen la edad finita del universo, sus cambios notables durante su historia y que la cantidad de galaxias no es infinita. La paradoja proviene de un tiempo en el que no se conocían las galaxias y tendía a creerse que el universo era infinito y estático, por lo que también era plausible que hubiera infinitas estrellas.
• Paradoja de Maxwell o Demonio de Maxwell. Una aparente paradoja clásica de la termodinámica.
• Paradoja de los gemelos Cuando uno de los hermanos regresa de un viaje a velocidades cercanas a las de la luz descubre que es mucho más joven que su hermano.
• Paradoja de Einstein-Podolsky-Rosen. Una paradoja sobre la naturaleza de la mecánica cuántica propuesta por estos tres físicos.
• Paradoja de Fermi. Si el Universo estuviera poblado por civilizaciones avanzadas tecnológicamente, ¿dónde están?
• El experimento de Young en su versión electrón a electrón. Una paradoja cuántica. En el experimento de Young se pueden hacer pasar electrones por una doble rendija uno a uno de manera corpuscular, como si fueran partículas, obteniéndose sin embargo una figura de interferencias.
• Paradoja de Schrödinger.
• Paradoja de D'Alembert, relacionada con la resistencia de los cuerpos ante fluidos viscosos y no viscosos, en Mecánica de Fluidos.
• Paradoja del lingote de plata. Es imposible la duplicación exacta de la materia y todos sus estados cuánticos, por tanto son imposibles los viajes en el tiempo.
Paradojas en Economía
• Paradoja de Abilene: Un grupo de personas frecuentemente toman decisiones contra sus propios intereses.
• Paradoja del ahorro: Si todo el mundo trata de ahorrar durante una recesión, la demanda agregada caerá y los ahorros totales de la población serán más bajos.
• Paradoja de Allais en cierto tipo de apuestas, aún cuando la gente prefiere la certeza a la incertidumbre si se plantea de manera diferente el problema preferirán la incertidumbre que antes rechazaban.
• Paradoja de Bertrand: Dos jugadores que alcanzan el mismo equilibrio de Nash se encuentran cada uno sin ningún beneficio.
• Paradoja del pájaro en el arbusto: ¿Por qué las personas evitan el riesgo?
• Paradoja del valor (o paradoja del diamante y el agua), ¿Por qué es más barata el agua que los diamantes, siendo que los humanos necesitan agua, y no diamantes, para sobrevivir?
• Paradoja de Edgeworth: Con restricciones de capacidad, no puede haber ningún equilibrio.
• Paradoja de Ellsberg En cierto tipo de apuestas, aún cuando sean lógicamente equivalentes las personas apostar por algo que contra algo, es decir, obtienen mayor utilidad apostando a favor.
• Paradoja de Gibson: ¿Por qué están los tipos de interés y los precios positivamente correlacionados?
• Paradoja de Giffen: ¿Puede ser que los pobres coman más pan aunque suba su precio?
• Paradoja de Jevons Un incremento en la eficiencia conlleva un mayor incremento en la demanda.
• Paradoja de Leontief: Algunos países exportan bienes intensivos en trabajo e importan bienes intensivos en capital, en contradicción con la teoría de Heckscher-Ohlin.
• Paradoja de Parrondo: Es posible jugar en dos juegos que ocasionan pérdidas alternativamente para acabar ganando.
• Paradoja de San Petersburgo: Cómo no merece la pena arriesgar mucho para ganar un premio infinito
• Paradoja del votante: Cuantas más personas participen en una elección por votación, menor será el beneficio de ir a votar, al ser cada votante menos decisivo.
• Paradoja de J.LIP.:Cuanto menos dinero gastes, más dinero tendrás para gastar.
Otras paradojas
• Paradoja de las especialidades En la especialización intenta conocer más de una parte más pequeña del conocimiento.
• Sueño paradójico o paradoja del sueño MOR. Durante esta etapa del sueño (la tercera), el individuo tiene los sueños más intensos, y sin embargo es la etapa del sueño en la que el individuo es más receptor a los sonidos y otros estímulos externos.
• paradoja de los invertebrados primeros: cómo la mayoría de los invertebrados, que no tiene ningún tipo de esqueleto, tiene algún tipo de simetría, si para tener simetría se necesita forma, algo que sólo da el esqueleto? [cita requerida]
• Paradoja de la fuerza irresistible:Sabiendo que un cuerpo inamovible es un cuerpo al que ninguna fuerza, por fuerte que sea, es capaz de mover, y teniendo en cuenta que una fuerza irresistible es una fuerza a la que ningún cuerpo puede resistirse: ¿Qué sucede cuando un cuerpo inamovible se encuentra con una fuerza irresistible?. Esta paradoja fue propuesta por Isaac Asimov en su libro "100 preguntas básicas sobre la ciencia". La respuesta que el propio Asimov daba era que estos dos fenómenos no pueden darse a la vez en un mismo universo, a pesar de que el mismo cuestionaba la validez de su hipótesis, ya que este hecho no era demostrable, puesto que no se conoce ninguna fuerza irresistible o cuerpo inamovible, y por tanto no han podido observarse los efectos de estos hipotéticos fenómenos.
• Paradoja del futuro: Puedes modificar tu futuro, pero el futuro se anticipa a tu modificación.
• Paradoja del abogado: Un profesor hace un trato con su alumno de derecho: - Si usted gana su primer juicio, me paga las lecciones. Si lo pierde, no me debe nada. Resulta que el nuevo abogado no participó en ningún juicio con tal de no arriesgarse a pagar. Hasta que un día fue demandado por su profesor. En su juicio, él se defendió a sí mismo. Si el nuevo abogado ganara el juicio, por ley no debería pagar a su tutor, pero por contrato debería hacerlo. Si perdiera el juicio, le tocaría pagar por orden del juez, pero por contrato no debería hacerlo.
• Paradoja de la fe: ¿Cómo se puede tener confianza absoluta en algo que no se sabe si en verdad existe?
Oxímoron
En retórica, el oxímoron (del griego oxymoron), dentro de las figuras literarias, es una de las figuras lógicas. Se la conoce también con la expresión latina contradictio in terminis.
Consiste en armonizar dos conceptos opuestos en una sola expresión, formando así un tercer concepto. Dado que el sentido literal de un oxímoron es ‘absurdo’ (por ejemplo, «un instante eterno»), se fuerza al lector a buscar un sentido metafórico (en este caso: un instante que, por la intensidad de lo vivido durante el mismo, hace perder el sentido del tiempo).
El recurso a esta figura retórica es muy frecuente en la poesía mística y en la poesía amorosa, por considerarse que la experiencia de Dios o del amor trasciende todas las antinomias mundanas. El filósofo griego Heráclito recurre a ella con frecuencia.
Figuras de definición
Las figuras de definición (y descripción) se utilizan para reflejar lingüísticamente la esencia o apariencia de los temas tratados (personas, objetos, conceptos...).
Las figuras de definición y descripción son las siguientes: definitio, prosopografía, etopeya, pragmatografía, topografía, cronografía y evidentia / demonstratio.
Definitio
En retórica, la definitio, dentro de las figuras literarias, es una de las figuras de definición. Consiste en relacionar las características esenciales de un concepto partiendo de la especificación de este (en el caso en que se elude la expresión del concepto, se tiene un caso de perífrasis).
Ejemplo:
"la misericordia es virtud muchas veces coronada, es merced enternecida, es un amor materno; la más amartelada diligencia para el perdón..." (Francisco de Quevedo).
Prosopografía
Etimológicamente, prosopografía significa descripción de un personaje (prósopon en griego); pero se entienden cosas diferentes según se emplee este término en preceptiva literaria o en historia.
Para la Preceptiva literaria indica la descripción física de una sola persona: rasgos físicos, estatura, corpulencias, facciones, etcétera; como tal se opone a la etopeya o descripción psicológica, moral y de las costumbres de una persona. Ambas en conjunto constituyen el retrato o semblanza.
Para la Historia, la prosopografía fue desde la antigüedad una ciencia auxiliar cuyo objetivo era estudiar las biografías de una persona en tanto que miembro de un colectivo social, esto es, la vida pública de una persona. Se trata así de ver una categoría específica de la sociedad, estamento, oficio o rango social, por lo general las élites sociales o políticas.
El término prosopografía se emplea actualmente en todas las divisiones cronológicas de la historia, y designa al estudio masivo de biografías. Consta de varias etapas:
1. Determinar el grupo social que será objeto de estudio (por ejemplo una profesión, los miembros de un movimiento u organización, los ocupantes de un determinado cargo político o judicial, etc.).
2. Compilación de las biografías del conjunto de personas pertenecientes a ese grupo listando el mayor número de datos y características pertinentes.
3. Análisis cuantitativo de esas biografías, que permite detectar rupturas o continuidades de los modos de vida, de reclutamiento, de reproducción del grupo social considerado.
Más que una ciencia auxiliar se ha convertido en un método histórico, en la medida en que la prosopografía suscita problemáticas históricas específicas.
El uso de la informática, especialmente de las bases de datos, ha permitido un desarrollo importante de este método histórico.
Entre otros, puede citarse para la historiografía francesa el trabajo de Christophe Charle sobre los universitarios franceses de 1870 a 1940 o, en un estilo muy diferente, la obra de Herbert Lüthy sobre los banqueros protestantes, de la revocación del Edicto de Nantes a la Revolución Francesa. El Diccionario biográfico del movimiento obrero francés, iniciado por Jean Maitron, es un excelente ejemplo de prosopografía para el periodo contemporáneo. Puede citarse igualmente a Christian Topalov (sociólogo) y sus investigaciones sobre la nebulosa reformista de los años 1880-1914 (hipótesis de la existencia de un campo de la reforma).
La prosopografía es una de las especialidades del laboratorio de medievalística occidental de París (LAMOP), dirigido por el profesor Jean Philippe Gener.
En España se han realizado varios estudios prosopográficos de élites burocráticas y en particular de los diputados en las diferentes Cortes, desde las del Antiguo Régimen a las actuales, detectando la repetición sistemática de las mismas familias (en el periodo histórico contemporáneo y representando a partidos distintos), además de otros rasgos profesionales y formativos. Un ejemplo podría ser Miguel Angel Martínez (Los regentes de la cancillería en la Cataluña de los últimos Austrias).[1]. Hay más estudios para otras épocas y sujetos históricos, como el de Narciso Vicente Santos sobre los soldados astures en el ejército romano.
Etopeya
La etopeya es una figura literaria que consiste en la descripción de rasgos psicológicos o morales de una persona, como son el carácter, cualidades, virtudes o costumbres de uno o varios personajes comunes o célebres.
Ejemplo:
Su vivir se asemeja, en el andar sin descanso, a un evangelista del civismo, cuya inmensa caída de prosélitos él viera por seis lustros alimentando muchedumbres, libertando galeotes, avizorando lejanías, fascinando mieses de pasión, aromando la extraña como propia tienda con el precioso sándalo de la bondad y del ingenio
Guillermo León Valencia
Hay tantas maneras de describir a una persona, como puntos de vista e intenciones. Se puede describir a alguien desde el exterior como del interior; es decir, hablar de su físico o de su personalidad, es más nos atrevemos a describirlo desde el punto de vista psicológico, destacando sus virtudes o poner en énfasis sus defectos y tal vez sus vicios, cuándo el énfasis de una descripción está puesto en los rasgos, tales como los sentimientos, las creencias, las virtudes o los defectos y en fin todo aquello que conforma la personalidad de un individuo.
La palabra etopeya, viene de las raíces griegas Ethos que significa costumbre y que ha venido a ser la base de la palabra ética y Porco que significa describir, por lo tanto, en retórica antigua la finalidad de la etopeya era la descripción de los rasgos éticos y morales de una persona; actualmente, la etopeya puede estar compuesta por otros rásgos de la personalidad, tales como la manera de ser, la manera de ver la vida, las costumbres, las diferentes actividades, la actitudes, los sentimientos, y en fin todo lo que nos parezca o llame la atención de las personas.
Justificación del uso de la etopeya
La etopeya entra dentro del mundo de la imaginación. Nos metemos en un personaje, y damos rienda suelta a las palabras que pronunciara en una situación dada. Esa técnica de construcción literaria puede ser útil, al sacar la persona de su propia perspectiva y llevarle a ver el mundo desde un enfoque diferente. La etopeya es un paso más allá de la descripción. Si en aquella describimos una persona u objeto desde un punto de vista personal, en la personificación lo describimos desde "dentro", realizando, por decirlo con otras palabras, un gesto teatral .
Tipo de composición. Definición
Etopeya:
imitación del carácter de una persona. Descripción del carácter, acciones y costumbres de una persona a través de sus palabras. Para ello hemos de utilizar, obviamente, el diálogo o el monólogo, para dejar que el personaje del que queremos desarrollar el carácter "hable" por sí mismo.
Características principales
En la etopeya imaginamos las palabras de una persona y las reproducimos. Nos inventamos su carácter. Viene a ser como el moderno monólogo dramático. Por ejemplo, "¿qué palabras pronunciaría Isabel la Católica al conquistar Granada?
El carácter que le demos puede ser histórico, legendario o literario o enteramente ficticio; en este último caso se le llama prosopopeya. Si se hace imitando a algún fallecido se denomina idolopeya.
Tracemos unas líneas que nos sirvan para dibujar el carácter de una persona:
En primer lugar debemos conocer las circunstancias que rodean a la persona dibujada. Por ejemplo, si es Cristóbal Colón en el momento de descubrir América hay que saber de la penuria pasada, de su equivocación (creía que estaba en la India, de su afán por las riquezas, etc. ) Debemos recurrir a la dramatización, el discurso directo: el personaje habla al auditorio, sin narrador intermedio. Para ello le debemos dar el lenguaje apropiado, la emoción exacta, hablar a través del discurso de sus circunstancias. El lenguaje que utilices deber ser claro, breve, con los giros propios de la época o del personaje No debes hacerle hablar como si estuviera "escrito" su monólogo: ahórrate las metáforas y demás figuras retóricas. Además no tiene que tener un final; estamos pintando un carácter, no narrando una historia Por último, piensa en el momento en el que sitúas la acción. No adelantes acontecimientos del futuro (por ejemplo, que Colón no llame "América" a lo que descubre, sino "Indias". Procura diferenciar el tiempo pasado, el presente y el futuro; que no se mezclen en las palabras de tu protagonista.
Ejemplos de Etopeya
• Palabras de Níobe cuando sus hijos yacían muertos:
"¿Qué clase de fortuna cambio por qué otra, privada de hijos quien antes era considerada afortunada por su prole? La abundancia se convirtió en carencia, y no soy madre de un solo hijo yo que antes aparecía como madre de muchos. ¡cuán necesario hubiera sido en un principio no tenerlos antes que tenerlos para llorarlos! Quienes son privados de sus hijos son más desgraciados que quienes no los tuvieron, pues lo que llega a experimentarse aflige cuando es arrebatado.
Pero ¡ay de mí!, sufro un destino semejante al de mi padre. Soy hija de Tántalo, el cual convivía con las divinidades, pero, después del banquete, era expulsado de la compañíañ de los dioses, y, puesto que procedo de Tántalo, confirmo mi linaje con las desgracias. Me hice amiga de Leto y por culpa de ésta soy desgraciada, y he recibido su trato para verme privada de mis hijos, y la convivencia con la diosa desemboca para mí en desgracias. Antes de llegar a su conocimiento, yo era una madre más envidiada que Leto, pero, después de resultarle conocida, quedo privada de una prole que antes de nuestro encuentro tenía en abundancia. Y ahora yacen muertos mis hijos de uno y otro sexo, y es más difícil llorar lo que resultó ser más venerable.
¿A dónde he de dirigirme?, ¿a quiénes me dedicaré?, ¿qué clase de funeral me bastará ante la pérdida de todos mis hijos muertos?: faltan las honras ante tal número de desgracias. Pero, ¿por qué lamento estos hechos cuando me es posible pedir a los dioses que cambien en otra mi naturaleza? Conozco una única liberación de las desgracias, transformarme en aquello que nada siente. Sin embargo temo, más bien, que, aun presentando esa naturaleza, he de seguir llorando.
• Medea contemplando a sus hijos asesinados por su mano:
"Horribles flores rojas brotan debajo de sus pacíficos rostros. Son las flores cultivadas por mi mano, mano de una madre. He dado vida, ahora también la quito, y ninguna magia puede devolver el espíritu a estos inocentes. Nunca volverán a poner sus brazos minúsculos alrededor de mi cuello, nunca su risa llevará la música de las esferas a mis oídos. Que la venganza es dulce es una mentira. Puedo haber herido el corazón de Jasón con estos asesinatos, pero he maldecido completamente mi propia alma. Para siempre estaré maldita. Pasaré mis restantes días en el cuerpo de una mujer con el alma desgraciada y vacía de una gorgona."
(traducción libre de los Progymnasmata de Edward Pate)
Recursos que se pueden emplear en la etopeya
Puedes dar vida a través de las palabras a objetos o cosas inanimadas. A esto se le llama personificación. También lo contrario: representar a las personas como objetos inanimados. Es lo que se conoce como antiprosopopeya. Puedes aprovechar el estilo directo para describir el carácter de la persona.
Ejercicios
Haz hablar a tu perro (o gato). Recoge en sus palabras su carácter, sus juegos, la alegría al verte... todo en primera persona. Lee la historia del Cíclope Polifemo y Ulises. Pon unas palabras a Polifemo viendo partir a Ulises con sus ovejas. Vamos a escribir sobre el sentimiento amoroso. Imagina que eres un ratón y te has enamorado de la hermosa gatita. Escribe en primera persona. Zeus ve a Dánae y se convierte en lluvia de oro para unirse con ella. Escribe como si fuera Zeus, lo que cuesta conquistar a una mujer.
Descripción
Una descripción es la explicación, de forma detallada y ordenada, de cómo son ciertas personas, lugares, objetos,entre otros.
La descripción es otro de los prototipos textuales. Describir significa representarlo a través de la palabra, mediante la explicación de sus diversas partes, cualidades o circunstancias.
Una descripción equivale a un retrato escrito o hablado de una persona, animal o cosa. Leer o escuchar una descripción es lo mismo que ver una fotografía de lo que se describe.
Clases de descripciones
• Enumerativa: acumula adjetivos que indican como es el objeto descrito.
• Comparativa: compara los adjetivos con otra descripción de otro objeto de la misma especie.
• Metafórica: compara los adjetivos con otra descripción de otro objeto de otra especie de complemento
• Personal: es la que compara entre un ser u otro en forma de socializar o actuar etc.
Clasificación
De acuerdo al lenguaje
• Científico o informativo: se informa con un lenguaje preciso y objetivo de lo que se ve.
• Literaria: informa sobre lo que se ve, pero utiliza el lenguaje para producir impresión de belleza y placer estético.
• Coloquial: se usa el lenguaje común.
De acuerdo al objeto
• Topografía: paisajes.
• Obeictografía: objetos.
• Zoografía: animales.
Descripción de personas
• - Posopografía: rasgos físicos
• - Etopeya: rasgos morales y psicológicos.
• - Autorretrato: cuando la misma persona hace su retrato o biografía.
• - Caricatura: se exageran o ironizan los rasgos físicos o morales.
La cronografía
En retórica, la cronografía (del griego 'cronos', "tiempo", y grafía, "describir"), dentro de las figuras literarias, es una de las figuras de definición; consiste en una descripción de tiempos, entendidos estos por momentos temporales determinados.
Ejemplo:
Por el mes era de Mayo,
cuando faze la calor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor.
Romance del prisionero.
Evidentia
En retórica, la evidentia (o demonstratio), dentro de las figuras literarias, es una de las figuras de descripción. Se trata de un término que hace referencia genérica a una técnica descriptiva que consigue representar una realidad de una forma especialmente viva y detallada.
A tal efecto, la evidentia hace uso de varios recursos:
• la descripción pormenorizada;
• la enumeración;
• la translatio temporum o "cambio de perspectiva temporal", esto es, utilizar un presente histórico para hacer la acción más cercana al receptor;
• el apóstrofe;
• la sermocinatio;
• la similitudo;
• la subiectio.
Figuras oblicuas
Las figuras oblicuas designan de forma indirecta una realidad utilizando las palabras en sentido apropiado. Constituyen la frontera con los tropos.
Las figuras oblicuas son las siguientes: perífrasis / circunloquio, lítotes y preterición
Perífrasis (retórica)
En retórica, dentro de las figuras literarias, la perífrasis, o circunloquio, es una de las figuras oblicuas; consiste en designar de forma indirecta un concepto a través de un conjunto de sus características.
Fundamentalmente, se trata de dar un rodeo para evitar una expresión estereotipada o común más usual, utilizando para ello varias palabras que la evocan sin citarla de forma expresa.
Es un mecanismo frecuente en la lítotes o atenuación, en la ironía y en el eufemismo, y está vinculado a la definitio.
Ejemplos:
"el techo del mundo" = la cumbre del Everest; "el rey de los animales" = el león; "la materia que sirve para calcular los ángulos" = la trigonometría; "dio su último suspiro" = murió; "no pocos" = muchos; "padece de los nervios" = está loco; "el Supremo Hacedor" = Dios; "el abajo firmante" = nombre propio; "el que en buen hora nació" = El Cid.
Litotes
La litotes, lítotes o litote, también llamada atenuación, es una figura retórica, relacionada con la ironía y el eufemismo, en que, para afirmar algo, se disminuye o niega lo que se dice.
Ejemplos
¡Estás poco a gusto tú! (estás muy a gusto)
Perdona, pero te han informado mal. (no tienes ni idea)
Eso es poco inteligente por tu parte. (es una tontería)
Juan, tu novia... no es muy guapa ¿eh? (es fea)
Constituye en realidad una clase de perífrasis o circunloquio.
Preterición
En retórica, la preterición o pretermisión es, dentro de las figuras literarias, una de las figuras oblicuas. Consiste en declarar que se omite o pasa por alto algo, cuando de hecho se aprovecha la ocasión para llamar la atención sobre ello. Su uso es particularmente intenso en el debate político.
Ejemplo:
no entraré a valorar ahora la desastrosa gestión de su gabinete.
La figura se denomina también paralipsis.
En el lenguaje jurídico, se habla de preterición para referirse al olvido de herederos en una disposición testamentaria. La preterición de herederos tiene diferentes efectos, dependiendo si el "olvido" ha sido intencionado o no.
Figuras de diálogo o figuras patéticas
Las figuras de diálogo son las propias del estilo directo, pues subrayan el carácter comunicativo del discurso. Se denominan también figuras patéticas pues pretenden incidir afectivamente en el destinatario.
Las figuras de diálogo son las siguientes: apóstrofe / invocación, exclamación, interrogación retórica, optación y deprecación.
Apóstrofe
No confundir con Apóstrofo, signo ortográfico.
Apóstrofe, figura literaria de diálogo que consiste en la interrupción repentina en un discurso o narración, dirigirse a alguien presente, una persona fallecida o ausente, a abstracciones u objetos inanimados, o incluso a sí mismo. El empleo de este recurso es muy común en las plegarias u oraciones, en los soliloquios y en las invocaciones. También es frecuente la utilización de esta figura en política, ya que crea la impresión entre el público de que el orador se está dirigiendo directamente a sí mismo, lo que aumenta la receptividad.
Ejemplos
Olas gigantes que os rompéis bramando
en las playas desiertas y remotas
envuelto entre sábanas de espuma,
¡llevadme con vosotras!
Gustavo Adolfo Bécquer, Rima LII
¡O virtuosa, magnífica guerra!
En ti las querellas volverse debían,
en ti do los nuestros muriendo vivían
por gloria en los cielos y fama en la tierra,
en ti do la lanza cruel nunca yerra
nin teme la sangre verter de parientes;
revoca concordes a ti nuestras gentes
de tales quistiones y tanta desferra.
Juan de Mena, Laberinto de Fortuna
Exclamación
En retórica, la exclamación es, dentro de las figuras literarias, una de las figuras de diálogo. Consiste en expresar de forma intensa una emoción o un sentimiento; se acompaña de una determinada curva de entonación, diferente de la curva enunciativa. Es frecuente la aparición en su interior de vocativos y aparece signada con los signos de exclamación en la lengua escrita.
Ejemplo: -¡Oh sorpresa! ¡Ah, cuánta mentira hay en esos argumentos!.
Interrogación retórica
En retórica, la interrogación retórica o pregunta retórica es, dentro de las figuras literarias, una de las figuras de diálogo. Se trata de una pregunta que se formula sin esperar respuesta. Puede presentarse bajo dos modalidades: la interrogatio, si la respuesta solo admite un sí o un no, y el quaesitum, si la respuesta tiene que ser más precisa.
Ejemplos:
• ¿Cuántas veces tengo que decirte que te vayas?
• ¿Cuándo acabará este calvario?
• ¿Qué tal? (usado como saludo)
Optación
En retórica, y dentro de las figuras literarias, la optación es una de las figuras de diálogo (o figuras patéticas). Consiste en la manifestación, de forma muy explícita, de un deseo, dirigido siempre a un tú que está claramente presente en el discurso.
Ejemplo:
"¡Oh!, suene de continuo,
Salinas, vuestro son en mis oídos,
por quien al bien divino
despiertan los sentidos,
quedando a los demás amortecidos"
Fray Luis de León.
Deprecación
En retórica, la deprecación, dentro de las figuras literarias, es una de las figuras de diálogo. Consiste en emplear la súplica, el ruego o la plegaria para lograr un fin.
Ejemplo:
“Sácame de aquesta muerte,
mi Dios y dame la vida;
no me tengas impedida
en este lazo tan fuerte.
Mira que muero por verte,
y vivir sin ti no quiero
y tan alta vida espero
que muero por que no muero”.
Santa Teresa de Jesús
Figuras dialécticas
Las figuras dialécticas o de argumentación son las propias de los debates dialécticos (la disputatio, en latín); se trata de técnicas argumentativas.
Las figuras dialécticas son las siguientes:
concessio, correctio, dubitatio, communicatio, conciliatio y distinctio / paradiástole; pueden, además, incluirse aquí las llamadas probationes argumentativas, o pruebas expuestas por el orador para defender su argumentación: simile, argumentum y sententia.
Concessio
En retórica, y dentro de las figuras retóricas, la concessio es una de las figuras dialécticas. Consiste en conceder parte de la razón al adversario en el asunto sobre el que se está discutiendo; en tanto que recurso retórico, este reconocimiento parcial de falta de razón no es más que un mecanismo que tiene por objeto intensificar la importancia del resto de aspectos en los que no se concede la razón al otro.
Correctio
En retórica, dentro de las figuras literarias, la correctio es una de las figuras dialécticas. Se trata de introducir una corrección respecto de un elemento emitido en el discurso. Esta rectificación se resuelve en una relación de antonimia entre los términos implicados.
Ejemplo:
"-Trabajo tenías, madre, con tantas mozas, que es ganado muy trabajoso de guardar.
- ¿Trabajo, mi amor? Antes descanso y alivio."
La Celestina.
Dubitatio
En retórica, la dubitatio es, dentro de las figuras literarias, una de las figuras dialécticas. Consiste en expresar una duda entre distintas posibilidades para expresar un concepto.
Ejemplo:
“Nadie más incapaz que yo para dirigiros la palabra, pero, venciendo mi natural timidez, me atrevo a hacerlo, empujado por el entusiasmo que me posee”.
Communicatio
En retórica, la communicatio, dentro de las figuras literarias, es una de las figuras dialécticas. Consiste en presentar, con fines argumentativos, varias posibilidades como vías de actuación ante una situación determinada. Su expresión se suele hacer mediante una pregunta retórica, dirigida o no al interlocutor.
Ejemplo:
"muchas veces he dudado sobre cuál cosa haré antes: desterrar a ti de la tierra o a mí de mi fama en darte lugar que digas lo que quisieres". (Diego de San Pedro, Cárcel de Amor).
Conciliatio
En retórica, la conciliatio, dentro de las figuras literarias, es una de las figuras dialécticas. Es un recurso manipulador del lenguaje pues retoma un término usado previamente en el discurso, hipotéticamente por el interlocutor, y lo reutiliza pero con un significado completamente diferente al que en su anterior aparición tenía.
Ejemplo:
"no puedo negar a vuesa merced lo de ser mudable, pues no he tenido cosa en mi casa que vuesa merced no me la haya mudado en la suya con la facilidad que sabe" (Francisco de Quevedo); en su primera aparición en el ejemplo, mudar tiene un sentido intelectual, mientras que en la segunda lo tiene físico.
Distinctio
En retórica, la distinctio (o paradiástole) es, dentro de las figuras literarias, una de las figuras dialécticas. Relacionado directamente con la conciliatio, de la que sería una suerte de negación, el recurso de la distinctio manifiesta la inconveniencia de considerar como sinónimos dos términos determinados.
Ejemplo:
"No todo alabar es bien decir" (Baltasar Gracián).
Simile
En retórica, lo simile (en latín) es una de las probationes argumentativas o pruebas retóricas que se utilizan para fundamentar las tesis en una argumentación. Al ámbito de lo simile pertenecen los razonamientos que se apoyan en la analogía o relación de semejanza entre los asuntos tratados.
Se distinguen cuatro técnicas dentro de lo simile; las dos primeras, exemplum y similitudo, tienen un claro valor probatorio dentro del razonamiento; las otras dos (símil y comparación), sin embargo, tienen un valor puramente retórico, en el sentido de ornamental. Suele ser, por lo demás, analogía más breves que en los otros casos.
• Exemplum: el elemento con el que se establece la analogía es un hecho concreto (ficticio o real) protagonizado por unos personajes en un tiempo determinado.
• Similitudo: a diferencia del anterior, en este caso el hecho con el que se establece la analogía es un hecho cotidiano, no concreto, con protagonistas no especificados.
• Símil: analogía en la que los elementos relacionados son presentados como iguales en cuanto a una cualidad.
• Comparación: en este caso, la analogía presenta a uno de los elementos en cuestión como superior o inferior al otro, de acuerdo con alguna cualidad específica.
En Literatura un símil es una comparación de dos cosas semejantes, marcada típicamente por medio de “como”, “cual”, “que”, o “se asemeja a”. Los ejemplos pueden incluir “la nieve era tan gruesa como una manta” o “ella era tan elegante como un cuervo”, o el uso de los símiles de las emociones tales como “más rubia que la arena”, o “rápido como un guepardo”.
Uso del los símiles
Los Similes son ampliamente utilizados en la literatura, tanto en la moderna como en la antigua.
Aristóteles dijo que los buenos símiles dan un “efecto de brillantez”, pero él prefirió el uso de la metáfora, pues era más corto, y por lo tanto más atractivo en uso creativo.
Homero hizo famoso el uso del “símil épico”. Un símil épico verdadero implica la comparación de una acción compuesta con o en la relación con otra acción compuesta. Virgilio y Dante refinaron el símil épico para desarrollar con gran precisión una multiplicidad de comparaciones con una sola imagen o acción extensa.
John Keats demuestra que es un "hombre del arte" demostrando esa habilidad en Hyperion donde compara a dioses caídos con Stonehenge.
William Shakespeare utiliza los símiles, implicando con frecuencia referencias históricas, por ejemplo en la obra Julio César.
Los Símiles son también ampliamente utilizados en la Literatura moderna. Sin embargo tienden a ser más espontáneos y expresivos. Los símiles se puede también leer como una alegoría formulada. En la lengua cotidiana también se incorporan símiles, tales como “es tan astuto como un zorro”, “negro como boca de lobo” o “ella está tan bella como Aishani”.
Símiles vs. Metáfora
Los símiles está marcado por medio de las palabras como “como”. Sin embargo, “la nieve cubrió la tierra” es también una símil y no una metáfora porque el verbo “cubierto” es una forma acortada de la frase “cubierta como una manta”. Las metáforas se diferencian de los símiles en que los dos objetos no están comparados, pero están tratado como idénticos: La frase "La nieve es un manto sobre la tierra" es una metáfora. Algunos discutirían que un símil sea realmente un tipo específico de metáfora.Sin embargo, solamente algunos símiles se pueden contraer en las metáforas, y algunas metáforas se pueden ampliar en símiles. Se dice para mezclar con la metáfora “prosaica”
Metáfora
La metáfora (del griego metá o metastas 'más allá, después de'; y phorein, 'pasar, llevar') consiste en el uso de una expresión con un significado distinto o en un contexto diferente al habitual. Establece una relación de identidad total entre dos seres, ideas o conceptos, de tal forma que para referirse a uno de los elementos de la metáfora se emplea el nombre de otro.
El término es importante tanto en teoría literaria (donde se usa como recurso literario) como en lingüística (donde es una de las principales causas de cambio semántico). Se utiliza también en psicología para referirse al poder profundo de "las historias-metafóricas" y su acción en el cambio interno, la visión o el paso a un nivel de conciencia más profundo.
Metáfora como figura retórica
La metáfora es un recurso literario (un tropo) que consiste en identificar dos términos entre los cuales existe alguna semejanza. Uno de los términos es el literal y el otro se usa en sentido figurado.
La metáfora tiene tres niveles
• El tenor es aquello a lo que la metáfora se refiere, el término literal.
• El vehículo es lo que se dice, el término figurado.
• El fundamento es la relación existente entre el tenor y el vehículo (el discurso).
Así, en la predicación metafórica "Los ojos de Charizard Maé son el mar ", el sintagma Los ojos son el tenor, el mar el vehículo y el fundamento sería el color azul oscuro de los ojos.
A la metáfora en la que aparecen estos tres niveles se le denomina metáfora explícita. Sin embargo, cuando el tenor no aparece, se la denomina metáfora implícita (Los lagos de tu rostro). Por otro lado, la metonimia es un recurso literario similar a la metáfora, pero en el cual la relación entre los términos identificados no es de semejanza; puede ser causa-efecto, parte-todo, autor-obra, continente-contenido, etc.
La metáfora es utilizada por los escritores debido a buenas razones u objetivos:
1. Establece relaciones inéditas entre las palabras.
1. Descubre atributos insospechados de las palabras.
Así pues, la gran fuerza poética de la metáfora reside en su capacidad de multiplicar de forma ilimitada el significado "normal" de las palabras, de modo que puedan llegar a describir lo desconocido (muerte, felicidad, miedo, etc.), que, en definitiva, constituye la gran aspiración del arte.
Finalmente, la podríamos definir como "algo expresado en términos de otra cosa". .
Metáfora en lingüística histórica
Cambio léxico-semántico y Cambio lingüístico
La metáfora es una de las formas más comunes de extensión del campo de aplicación de una forma léxica y por tanto debe provocar cambios semánticos. Lingüísticamente una metáfora consistiría en usar una forma léxica para un concepto que comparte algunos rasgos semánticos con el concepto comúnmente designado por la forma léxica. Desde ese punto de vista la metáfora es el análogo semántico de la asimilación fonética en el que algunos de los rasgos definitorios se pierden.
Algunos ejemplos son: pata de la mesa, copa de un árbol, etc. Puede verse que en esos ejemplos se nombra a un concepto a partir de una forma léxica que designa otro objeto con forma o funcionalidad similar (pata normalmente designa una parte de un animal, aunque es frecuente extender su uso a elementos de soporte de objetos; copa designa habitualmente a un tipo de recipiente, pero en el caso citado se aplica a un objeto con un estrechamiento central y una parte superior redondeada).
La metáfora (como recientemente la conocemos) es una de las formas de cambio semántico más comunes. A menudo el uso metafórico de alguna palabra coexiste con el literal hasta adquirir rango propio: la falda de la montaña recibe este nombre por su parecido con las faldas, las patas de los muebles por las patas de los animales, el ratón del ordenador por el pequeño mamífero roedor, etc.
Usando una terminología de la semántica la metáfora supone una extensión del campo de uso, eliminando algunos rasgos semánticos; al contrario que la restricción de significado que se logra añadiendo rasgos semánticos obligatorios, lo que hace que la palabra pueda usarse en menos ocasiones que sin esos rasgos adicionales. Un ejemplo de restricción sería el sufrido por la palabra inglesa deer (ciervo), que originalmente designaba a cualquier animal salvaje (tanto la palabra inglesa deer como la latina fera (fiera) provienen de la misma palabra indoeuropea *dhēr-). Se podría decir que aquí se añadió entre otros el rasgo semántico [+ con cuernos] que previamente no tenía la palabra deer.
Metonimia
La metonimia (griego: met-onomazein [metonomad;zein], 'recibir un nuevo nombre' o "transnominación" es un fenómeno de cambio semántico por el cual se designa una cosa o idea con el nombre de otra, sirviéndose de alguna relación semántica existente entre ambas.
Son casos frecuentes las relaciones semánticas del tipo causa-efecto, de sucesión o de tiempo o de todo-parte.
Metonimia en semiótica y literatura
En semiótica y en literatura la metonimia es un tropo o figura retórica que alude, como su etimología indica, a la translación de un nombre o de una denominación, es decir al sentido translaticio, lo que coloquialmente suele llamarse el sentido figurado. Es uno de los tropos más frecuentes junto a la metáfora.
Ejemplo:
...las proas vinieron a fundarme la Patria («Fundación mítica de Buenos Aires», J. L. Borges)
En este ejemplo, que es más bien una sinécdoque las proas significan a los navíos y, más aún, a los navegantes. Puede suponerse que las proas con el significado real de navíos e incluso de navegantes son una metáfora, sin embargo existe una diferencia estructural con la metáfora: en el enunciado dado como ejemplo se mantiene evidente la relación: la proa es parte del navío. En esta metonimia se está designando al todo por una parte; no existe una sustitución completa como sí existe en la metáfora. En las proas vinieron a fundarme la Patria se ha dicho que el tropo está fincado en el designar al todo por una de sus partes. A este tipo de metonimia se le llama más específicamente sinécdoque; mientras que las metonimias en general siempre están constituidas por relaciones de contigüidad, las sinécdoques son un caso de contigüidad, en el cual una parte designa al todo.
Metonimia en lingüística
Román Jakobson ha realizado una clara y concisa explicación de las relaciones entre metonimias y metáforas guiándose por las consideraciones estructuralistas de Saussure. Una posible interpretación que hacen algunos lingüistas es que la metáfora es una exageración de la metonimia.
Por otra parte el mismo Jakobson en el trabajo referido explica en parte la diferencia de ciertas afasias, metonímicas las unas, metafóricas las otras. Jakobson considera que la metonimia se relaciona con lo que el antropólogo James George Frazer ha clasificado como magia por contagio, y que la metáfora se relaciona con lo que el mismo Frazer llama magia homeopática, o imitativa. También Jakobson sugiere que los procesos de lo inconsciente, denominados por S. Freud «desplazamiento» y «condensación», podrían equipararse a la metonimia y a la metáfora respectivamente. A partir de esto es que Lacan expresa que lo inconsciente está estructurado como un lenguaje, mediante procesos de tipo metonímico y metafórico.
Retornando a la índole semiótica de la metonimia cabe decir que las principales modalidades de metonimia se dan según la relación de los términos en juego; por ejemplo: de continente a contenido («bebió un vaso de agua» en lugar de «bebió el agua que estaba dentro de un vaso»); de materia a objeto («la carne» en sentido figurado -o metonímico- para aludir al cuerpo); de lugar de procedencia («el Francia» en lugar de «el sujeto francés»); de lo abstracto a lo concreto y del signo a la cosa significada o viceversa. La metalepsis es un tropo del conjunto de las metonimias en el cual se nombra o toma al antecedente por el consecuente o viceversa. Usando una terminología típica de la semiótica, puede decirse que la metonimia es el desplazamiento de algún significado, desde un significante hacia otro significante, que le es en algo próximo.
Tipos
• Causa por efecto:
Carecer de pan (carecer de trabajo).
• Efecto por causa:
Los niños son la alegría de la casa (causan felicidad).
• Contenedor por contenido:
Fumar una pipa (fumar tabaco en una pipa).
• Símbolo por cosa simbolizada:
Juró lealtad a la bandera (jurar lealtad al país).
• Lugar por lo que en él se produce:
Un Rioja (un vino de Rioja).
• Autor por obra:
Un Picasso (un cuadro de Picasso).
• Objeto poseído por poseedor:
El primer violín de la orquesta (se refiere al que toca el violín).
• La parte por el todo:
El balón se introduce en la red (la portería).
• El todo por la parte:
Lavar el coche (la carrocería).
• La materia por el objeto:
Un lienzo (un cuadro).
• El nombre del objeto por el de otro contiguo a él:
El cuello de la camisa.
• El instrumento por el artista:
La mejor pluma de la literatura universal es Cervantes.
Sentencia (literatura)
En retórica, y dentro de las figuras literarias, la sentencia (en latín sententia, -æ) es una de las llamadas probationes argumentativas. Se trata de una afirmación breve que, con carácter de generalización, pretende exponer una idea con validez universal sobre algún aspecto de la vida o del hombre. La sentencia es un aforismo propio que el autor utiliza como argumento de autoridad.
Figuras de ficción
Las figuras de ficción permiten presentar como reales situaciones imaginarias.
Las figuras de ficción son las siguientes: personificación / prosopopeya, sermocinatio / idolopeya y subiectio / percontatio.
Personificación
La personificación (o «prosopopeya») es, dentro de las figuras literarias, una de las figuras de ficción. Consiste en caracterizar a una realidad no animada como humana, cediéndole atributos propios del ser humano (lengua, partes del cuerpo, etc.) Es decir da vida o cualidades humanas a objetos inanimados.
—Si tú quisieras, Granada, contigo me casaría; daréte en arras y dote a Córdoba y a Sevilla. —Casada soy, rey don Juan, casada soy, que no viuda; el moro que a mí me tiene, muy grande bien me quería.
En otras ocasiones la prosopopeya o personificación se aplica a cosas incorpóreas o abstractas, e incluso puede permanecer oculta hasta que se descifra el sentido alegórico del texto literario. Así, por ejemplo, en el poema “Vino, primero, pura” de Juan Ramón Jiménez, que incluimos en la antología; sólo al final del poema se nos comunica que la “persona” a la que se aludía durante todo el poema es en realidad la “poesía”:
Vino, primero, pura, vestida de inocencia. Y la amé como un niño. ………………………. Y se quitó la túnica, y apareció desnuda toda… ¡Oh pasión de mi vida, poesía desnuda, mía para siempre!
Sermocinatio
La sermocinatio es una de las figuras literarias utilizadas en retórica, dentro de los recursos literarios. Consiste en poner en boca de un personaje vivo un discurso de forma que se imita su estilo o habla como si se dirigiera a sí misma o se refiere a lo que ella misma u otra persona o personaje ha dicho.
También es conocida como dialogismo o sermocinación.
Idolopeya
En retórica, una idolopeya, dentro de las figuras literarias, es una de las figuras de ficción; se trata de adscribir un discurso pronunciado en un texto a una persona ya muerta.
El ejemplo paradigmático en la literatura española son las palabras pronunciadas por el difunto don Rodrigo en las Coplas por la muerte de su padre de Jorge Manrique.
Subiectio
En retórica, la subiectio (o percontatio), dentro de las figuras literarias, es una de las figuras de ficción. Consiste en la exposición de un diálogo ficticio entre el que escribe y su interlocutor o destinatario (se trataría, en tanto que su objetivo final es lograr la evidentia, de uno de sus tipos).
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