En Nada me fundo cuando digo Yo y me separo del mundo. Somos conciencia de ser somos una especie de cortina donde no hay ventana alguna; somos una esfinge, una laguna apenas por completo vacía. En Nada me hundo esperando -Tiempo- o haciendo -Ser- del mundo un ovillo entre los dedos (imaginario, por cierto). Y no es sino cuando digo nada cuando callo y Nada espero que me encuentro conmigo mismo.
Texto agregado el 28-10-2009, y leído por 170 visitantes. (4 votos)