Fue increíble que yo te amara solo una noche, solo una…
Noche donde nuestra historia caía por las sombras de la lujuria, y la ausencia de compromiso era nuestro único escudo; los rostros fabricados esa misma noche, las miradas fijas, graciosamente inquietas por la humedad nocturna, y ni hablar de los cuerpos que estaban preparados solo para fundirse el uno al otro, mientras la hermosa luna argentaba nuestra piel.
Natalia, siempre me gusto ese nombre, no sé porqué, pero siempre me saca un tonto suspiro, recordando a nadie, mas tonto aun, pensando que mi gran amor se llamaría así.

La cama, las copas, el suave desliz de las medias que bajan por tus alargadas piernas, la misma noche embriagaba mi genio y me inspiraba a llamarte Natalia, solo por esa noche claro; la verdad no sabia cuantas Natalias aparecerían, o desaparecerían, o talvez serias la única y con el tiempo me guste otro nombre.
Noche de hotel barato, medias, ojos verdes, sexo y vino, se fueron convirtiendo en la noche de la mujer que temporalmente llamé Natalia. Su perfecta habilidad de hacer que mi arrítmico cuerpo juegue en sincronía con el tuyo, hizo que el tiempo se extasíe con nosotros, celebrando mi nueva habilidad, jugar con tu ritmo.
Tu, recuerdo que sucumbe mi tranquilidad, que por cierto, ya no la tengo después de esas horas que pase con la desconocida mas conocida, que me dejo su aroma, uno muy parecido al que deja la lluvia en la tierra, después de una tormenta.
Ahora sé que vos eres la única, LA NATALIA, que selló su aroma en mi cuerpo y que nunca volveré a ver, ya te dije…, solo te amé esa noche.
pero que noche...

El_mesiaz