Un incordio cualquiera; los pros y contras; un beso furtivo
pueden presentarse en una tarde de manto salmón
en conjunción azarosa; en trenza de ajos; en tono de chañar

en ese momento pensaré que estoy vivo y zapateando
y me jugaré por dejar entrar a mi boca
una gran bocanada de aire

le declaro mi amor a la vida cuando hay tiempo…

la aproximación al descaro; el descaro mismo;
la voz alta y decidida; el ímpetu de la pelvis
todo percollando desde la periferia al núcleo
para intentar explicaciones sobre esto o lo otro
y yo por mi lado desde afuera
me zampo un vino negro y mastico la carne
a la sombra del pimiento; escuchando al gorrión
que trina una cantata chora y sin apuros

a la vida le declaro mi amor cuando no me llueve adentro
y el sol me ofrenda una constelación en relación privilegiada

un cosquilleo de pirquén bulle con acidez
me serpentea el buche como correazo de fuego
como varillazo de culebra ciega
la proeza de una duda ufana;
¡corre que te pilla una verdad!
está temblando en Tokio y ya nadie intenta nada
en Managua ya no hay lucha ni barullo
el barro integrador dio paso al excluyente hormigón
el pueblo a la gente, la virgen María a la Juana

¿porqué hay algo y no más bien nada?

en este universo de personajes que aparecen y desaparecen
de imágenes que se cargan y descargan a cada rato
de puerto USB, buenos teñidos y llanuras de teclas mudas
tu osadía de cara y tus ojos llorosos me quedaron grabados
involuntariamente para siempre en la Rue Martel
y no fue por los clavos en tus manos de dedos llovidos
sino más bien por esa sonrisa endemoniada
alojada en tus ojos que denotaba placer por la vida
resistencia de asno al dolor
y misericordia por tus verdugos

por lo negro florece la palabra
y aun le queda un buen rato al brote
la tentación de la certidumbre
le puso yeso al pensamiento
desde la cintura hacia arriba
y tapó con un manto su cara fea