El templo encuadra perfecto en esta ventana, por la que busco inutilmente tu presencia... mujer inexistente. Pálido, de blanco, con sus formas perfectas este templo parece decirme algo en otra lengua. Es el mismo templo donde en años perdidos dejé lágrimas adelantadas a este momento.
Texto agregado el 25-10-2009, y leído por 888 visitantes. (2 votos)