Capítulo 6

Los robots flotaban con rápidez en el bosque, las ráfagas de vapor sonaban fuerte espantando a todas las aves nocturnas y a lo lejos se percibía el ruido de la batalla.

- ¡BASTA!- gritó Kaoru desde su robot a todas las unidades- No podemos huir de esta manera y dejar a Kenshin atrás.

- Pero tenemos nuestras órdenes, Kaoru- dijo Misao- Debemos ir a buscar refuerzos..

- Para el tiempo que volvamos con ellos, Kenshin podría estar muerto. Yo no sé, pero si ustedes quieren seguir adelante con esta locura, yo no lo haré. Voy a ayudar a Kenshin.

- Espera...- dijo Aoshi tranquilamente.

- No tengo nada que esperar Aoshi. Kenshin está en estos momentos a punto de suicidarse y yo no me quedaré de brazos cruzados y huyendo como una gallina.

- No se trata de eso. Debemos organizarnos, Kaoru. No puedes ir tu sola. ¿No es verdad? equipo- dijo al resto de las unidades- Bien, no dejaremos que Kenshin muera... Organicemos un ataque.

- Excelente, Aoshi, sabía que tarde o temprano tenías que entrar en razón.

- No iba a permitir que Kenshin muriera o peleara solo, verdad?

- Muy bien. Misao, Tsubame, Aoshi... El ataque será el siguiente. Nos dividiremos en tres flancos. Misao tu atacarás de frente a ese robot Soujiro Z. Debes ser certera...Así podremos derretir algunos circuitos antes de asestar un golpe fatal.

- ¡Muy bien, por fin estamos hablando!- gritó Misao a Aoshi, con nuevos bríos.

- Un momento...- dijo Sanosuke- Y yo qué haré.

- No me he olvidado de ti, Sanosuke- respondió Kaoru- Tú tienes a Hiei... Es imperativo que te dirijas al tren transporte y lo atiendas de primeros auxilios. Después contáctate con el Cuartel. Dile a Saito que mande a todas las unidades disponibles, al cuerpo médico de Tae y Megumi, la mecánico. Lo necesitaremos todo acá. Dile que es una trampa, dile que sospechamos de Fujita.

- Entendido- dijo Sanosuke y acelerando su robot, se perdió en el bosque.

- Muy bien, unidades... ¡Síganme!

Así, los robots devolvieron sus pasos y se internaron nuevamente en el bosque, pero ahora dispuestos a todo y seguros de sí mismos.

- Vaya, veo que te has superado pendejo... Ahora por lo menos peleas, no como en nuestro último enfrentamiento. ¿Recuerdas?- Soujiro Z, parecía divertido con toda esta situación, a pesar de que uno de sus brazos estaba inutilizado a causa de los ataques de Kenshin.

- Ya verás que estoy lleno de sorpresas- respondió Kenshin dispuesto a lanzar un nuevo ataque.

- No tan rápido... No tan rápido... ¿Qué acaso piensas destruirme sin saber como volé a los tuyos por los aires. Acaso no quieres saber de mi arma secreta?

Kenshin detuvo a su robot en el acto. La ira se apoderaba de él como un torbellino y sus nudillos se ponían blancos al entrar en contacto con las palancas y botones de su robot.

- No te permitiré que hables de ellos como si los hubieses conocido... ¡NO TE LO PERMITIRÉ NUNCA!-y antes de que Soujiro Z tuviera tiempo de reaccionar, Kenshin con un certero golpe le voló el brazo inútil haciendo que el vapor de Soujiro escapara por todos lados.

- Vaya, así es que eres sensible... En todo caso, no importa cuánto daño me hagas, te destruiré tan fácilmente como lo hice con esos pilotos. Nada puede detenerme ¿sabes? Pero te dejaré atacar un rato más. Eres el más osado de todos los que se ha atrevido a enfrentarse conmigo y eso me gusta, me divierte... Vamos qué esperas atacarme.

- Kenshin... Kenshin- la voz de Tomoe estaba en sus pensamientos- Kenshin vamos, sólo tengo dos meses de embarazo, todavía puedo pilotear mi robot y hacer rondas. La doctora Tae está de acuerdo, mientras no sean misiones fuertes, puedo hacerlo. Te prometo que esta noche haré mi última ronda y comenzaré a cuidarme para que nuestro hijo nazca fuerte y sano.

- Tomoe... Sabes que no quiero que participes en la misión de esta noche. No sabemos a lo que nos enfrentamos. Además, nuestro hijo...- Kenshin realmente estaba preocupado de su esposa..

Llevaba dos meses de embarazo y aunque podía seguir piloteando un robot, Kenshin no estaba seguro de que fuera realmente seguro.

Hace tres años... Hace tres años que ocurrió todo esto. Su hijo ahora sería un pequeño probablemente con sus ojos y sus ganas de aprender... Se iba a llamar Yusuke, siempre supieron que era un niño, aunque nunca lo consultaron realmente. No hacía falta, estaban seguros. Sin embargo...

- Enishi- dijo Kenshin con desesperación- Ayúdame a convencer a tu hermana que en su estado no puede ir a patrullar.

- Amigo, sabes que mi hermana me convencerá de lo contrario, además, es tú esposa ahora.

- Eso no es justo, Enishi...

- ¿Y quién dijo que la vida es justa, Ken-san?

"Sí, quién lo dijo realmente... Si fuera justa, Yusuke y Tomoe todavía estarían aquí conmigo", pensó Kenshin. Esos recuerdos nuevamente, aquellos que durante meses y durante estos últimos años no le han dejado dormir. "Y no pude hacer nada... Ni siquiera estuve ahí para detener el ataque sorpresa de los Yupon- G...", pensó Kenshin. Esos recuerdos nuevamente, aquellos que durante meses y durante estos últimos años no le han dejado dormir.

- ¡A todas las unidades Koto Hajime Ryû... El pelotón de reconocimientos está siendo atacado...Repito, el pelotónde reconocimiento está bajo ataque... A todas las unidades...!

- Tomoe- el corazón de Kenshin se encogió cuando escuchó las noticias.

- Kenshin, vamos... Tomoe y su grupo están bajo ataque- Le dijo Enishi, al ver que su amigo no reaccionaba- Kenshin... ¡VAMOS!

Los minutos parecían horas mientras corrían al hangar de los robots. Kenshin apenas si respiraba y las imágenes de su bella Tomoe pasaban por su mente... De alguna manera supo en ese momento, que nada bueno le esperaba al llegar.

- Kenshin... Si nos demoramos más puede que sea tarde- Enishi era duro al hablar cuando se trataba de las personas a quienes amaba, era una manera de hacerlos reaccionar, de que actuaran rápido, sobre todo con Kenshin, que todavía era muy inocente y romántico en la idea e ideales de la guerra.

- ¡Enishi!- el grito era de una joven de unos 21 años que estaba como ayudante de mecánico- ¿Enishi, qué pasa?

- No te preocupes, mi Kaoru- le dijo Enishi mientras besaba su frente- No es nada grave... Volveremos en poco tiempo.

- ¿La señora Tomoe?- dijo la joven mirando a Kenshin.

- Vamos a ir a rescatarla, Kaoru, no te preocupes.

Sin embargo, al llegar a las coordenadas donde se encontraba el pelotón de las Koto Hajime lideradas por Tomoe, los peores temores de Kenshin se habían hecho realidad. Aunque el enemigo no se veía por ningún lado, el paisaje era desolador. Sólo se podían ver restos de robots por todos lados y cadáveres... No había señales de vida.

- ¡Tomoe!- gritó Kenshin al divisar el partido robot de su esposa. Se bajó de su robot y sin más protección que su propio cuerpo corrío hacia él.

- ¡Kenshin, es peligroso!- gritó Enishi sin mucha suerte- ¡Diablos!

- Tomoe... Tomoe- Kenshin encontró a la joven entre los restos retorcidos de la máquina aún con vida, sin embargo, viendo sus heridas, ya no había mucho que hacer.

- Ken... Ken..shin, amor. ¡Perdóname!

- No, Tomoe no digas eso. Tú perdóname a mí yo debí estar acá contigo.

- Ken... shin... a ..mor... Yo ahora me tengo que ir... Yusuke y yo... Yusuke y yo- las lágrimas nublaban la vista de Kenshin- te estaremos esperando en el Cielo... Kenshin, te lo prometo...- y sin previo aviso Tomoe dejó de respirar.

El dolor le impidió a Kenshin siquiera gritar... Enishi, tampoco podía creer lo que estaba pasando.

- Vamos, pendejo que esperas para atacarme. ¿Acaso no quieres ir a reunirte con los tuyos?-

Soujiro Z lo hizo volver a la realidad- Muy bien, ya que te rehusas a seguir atacando, has dejado de ser entretenido, prepárate a morir.

- ¡No tan rápido!- Misao descargó todo el poder de su lanzallamas contra de Soujiro Z hasta que este se puso rojo incandescente- ¡Ahora Aoshi!

Aoshi disparó con furia en contra de Z, haciendo que este cayera al suelo.

- AGH! Mierda! Ustedes pagarán caro esta osadía- dijo Z con una evidente voz de alguien que ha sido herido de muerte.

- No lo creo- dijo Kenshin mientras ensartaba la Katana robot en la cabina del piloto y ésta estallaba en vapor y fuego.

Kenshin bajó de su máquina y al ver a su alrededor a los robots Misao, Aoshi, Kaoru y Tsubame, no sabía qué pensar. Por un lado estaba aliviado, pero por otro enfurecido porque habían desobedecido una orden directa.

- ¡Kaoru, esas no fueron mis órdenes!- gritó Kenshin al ver salir a Kaoru de su robot.

Una sola cachetada de parte de Kaoru terminó la discusión.

- ¡Estúpido! Somos un equipo, Kenshin y nunca, nunca, nunca dejaremos a uno de los nuestros atrás y huiremos como cobardes ¿Me has entendido?

- Kaoru, yo...

- Kamiya tiene razón, amigo- dijo Aoshi- Somos los Koto Hajime Ryû. Vecer o Morir es nuestro lema, nunca te habríamos dejado atrás. Siento mucho haber desobedecido tus ordenes, pero no podía ser de otra manera.

De pronto Kenshin sonrió y abrazó a sus amigos. Hasta ese momento, nunca se había dado cuenta de que lo que había perdido, aunque grande, no se comparaba a la amistad y el cariño que había tenido siempre a su lado.

- Vamos- dijo Kaoru rompiendo el abrazo- Es hora de continuar. Soujiro Z debe ser apenas el principio.
Mientras, en el tren transporte, Sanosuke terminaba de comunicarse con el Cuartel.

- No te preocupes, Hiei- dijo Sagara- pronto vendrá el doctor a verte. Resiste. Yo me debo reunir con los otros ahora.

Y subiendo a su robot comenzaba a internarse en el bosque, cuando una sombra le impidió el avance.
- Ah, eres tú- dijo Sanosuke, poniendo en guardia su brazo cañón.

- Sí, soy yo... Veo que ya me han descubierto... Préparate a morir- dijo Fujita poneindo en guardia el brazo metralleta de su robot.