Estas paredes.

Rodíado tras cuatro paredes,
las cuales recuerdan tu nombre,
con el blanco carmesí de tu
boca, que reina en mi recuerdo
y me llena de ese olor a miel
a rosas que emana tu cuerpo,
en cada pasar,
en cada lugar donde estuviste,
me fascina el solo pensar
de que tu eres una persona que
no puedo comparar.

Las distancias me separan de tus manos,
pero nadie me separara de estos pensamientos
que se cruzan en tu nombre,
en tu vida,
en todo de ti,
en tus ambientes y en tu piel,
en tus cabellos sagrados,
en tus manos estrellas de dioses
que solo pocos tienen el placer de tocar.

Quiero convertirme en ese héroe,
Que te toque tu cuerpo angelical
que pase lentamente entre tus labios,
entre tus latidos del corazón,
paso a paso,
perdiendo el control.

Me voy sumiendo en tu aroma,
ese mas dulce que la miel,
me voy acurrucando en tu pecho,
como canto de ruiseñor,
Me voy sumando a tus suspiros,
con el soplido de mi amor.